A examen: Matxicots

He de confesar que venía con el deseo de que me gustase. ¿Cómo no me iba a gustar una carrera que desde hace años me han ido recomendado con insistencia amigos de los que confío plenamente en su criterio? Y es que todo lo que rodea a la Matxicots son  buenas palabras y elogios, tanto que en otras situaciones me haría arquear las cejas y sacar mi yo más cínico y taciturno. Es el peligro de que te veas forzado a que te guste y eso condicione la cierta objetividad que se nos supone a cada uno de nosotros (que yo ni lo llamaría así, sino más bien intentar ser lo más honesto posible sabiendo que tu opinión vale una mierda como la de cualquiera).

Aún iba más allá. Realmente quería que me gustase porque necesito creer que existen y seguirán existiendo este tipo de maravillas en una época en la que el trail running se debate entre la mediatización y profesionalización a nivel global o el mantenerse fiel a unos hipotéticos principios de pureza y amateurismo.

Pues nada, como me pasó en Camí de Cavalls, la de Rialp es de esas carreras que en el momento que la catas estás maldiciéndote el por qué no lo diste la oportunidad antes, ese choque de sentimientos entre lo bien que te lo estás pasando y el amargor del tiempo perdido, de tantos años tirados a la basura dejando escapar esta joya montada con tanto mimo que es imposible no acabar rendido a ella. Y no, no exageran, es tal y cómo te han contado… Incluso en la edición más difícil de llevar adelante como ha sido la presente.

  • Lugar: Rialp (Pallars Sobirà).
  • Fecha: Sábado y domingo, 18 y 19 de septiembre
    • Trail: sábado (6.00)
    • Marató: sábado (6.45)
    • Mitja: domingo (8.00)
    • Caminada: domingo (8.45)
  • Participación: 750 inscritos entre todas las distancias
  • Tipo: Trail.
  • Distancia:
    • Trail: 60 km (5.000 D+)
    • Marató: 45 km (4.000 D+)
    • Mitja: 23 km (1.500 D+)
    • Caminada: 11 km (700 D+)
  • Servicios: Parking habilitado, lavabos, duchas, avituallamientos de carrera sólidos y líquidos (agua, iso, coca cola, fruta, frutos secos, embutido, sandwich de nocilla, tortilla, sopa, membrillo, pasta fría, barritas) y meta (a todo lo demás añadirle también pasta caliente).
  • Obsequio: Camiseta técnica* y chaleco de finisher**.

*Que apoquinas con tu inscripción.
**Incluido también para los que no acabaron la carrera tras la neutralización.

Pros

Cómo gestionar una crisis es lo que te hace grande

Confieso también que estaba dudando de buenas a primeras de enfrascarme con un A Examen de ese amor a primera vista que ha sido la Matxicots, y todo porque, como muchos otros corredores, tras la neutralización tomamos la decisión de dejarlo estar y probar suerte el año que viene. El no acabarla, que para el resto de valientes sería el no poderla hacerla en su totalidad, es cierto que no te da una perspectiva completa de la carrera, especialmente en un punto concreto: el del recorrido.

Pero luego le vas dando vueltas al asunto y caes en la cuenta de que pocas veces ha tenido más sentido hacer una crónica/análisis de una prueba deportiva por un motivo sustancial: no es solo hablar bien, regular o mal cuando las cosas salen de la forma esperada y sin ningún tipo de contratiempo; eso es lo fácil y define por encima a una carrera y su organización. No, lo que marca completamente y la hace traspasar de una carrera recomendable a una de la que jamás deberías prescindir está en cómo gestionan las situaciones de crisis. Y creo que en este punto la carrera de Rialp incluso va más allá de sus múltiples virtudes. Porque una neutralización también es parte de la carrera. Es más es una de las situaciones más difíciles a las que se debe enfrentar una organización.

Y creo que lo han resuelto competentemente y sin temblarles el pulso, en cierto momento tocaba parar la prueba porque la situación meteorológica se iba a volver dantesca (como así fue: tormenta eléctrica, granizo y mucho viento) y acertaron. A mí me pilló justo cuando iba a salir del avituallamiento de Coll de Triador con tres corredores más, pero de repente se me encendió la luz y decidí retrasarme unos minutos para ponerme los pantalones impermeables… y justo cuando iba a retomar la carrera decidieron neutralizarla. Los chicos que iban justo delante mío, viendo el panorama se dieron media vuelta y yo hubiera hecho lo mismo, que uno es un cabeza hueca en muchas campos de la vida, pero siempre soy de los primeros de dejarlo estar si veo que la situación se complica (y orgulloso de ello).

Momentos de aglomeración, pero realmente sorprendido por la muy buena disposición de los corredores, nada de reproches, solo la inquietud de cuál sería la decisión a tomar que fue coincidente con la de varios participantes más veteranos me comentaron dentro de la carpa: con este aguacero es imposible hacer Montsent y Montorroio, teniendo también en cuenta el peligroso descenso por la tartera, así que lo más lógico es que, si la situación mejorara, tirar por pista a Pas de la Mainera y desde ahí continuar el circuito hasta Rialp.

Pusieron en funcionamiento un cañón de aire caliente, trajeron mantas, se preocuparon por el estado de los corredores que hacían peor cara, no pararon de atender el avituallamiento y nos trataron con un cariño que pocas veces he visto en una prueba de estas características,

Y nos pidieron unos minutos para anunciarnos la decisión definitiva, que justo coincidía con la que me indicaron los compañeros, además de darnos la opción de bajar a Llessui a pie y de ahí tomar el autocar dispuesto por la organización para el traslado a Rialp o de bajar con una serie de furgonetas y 4×4 desde el mismo avituallamiento a la zona de meta. Ah, también nos ofrecieron correr gratis la Mitja al día siguiente (detallazo).

Y luego ya lo de pedir disculpas por una situación que es completamente fortuita, algo que considero que era totalmente innecesario: era la decisión que tocaba tomar cuando tocaba tomarla. Yo les estoy agradecido y, sobre todo, me tranquiliza saber que en uno de los episodios más críticos que se puede vivir en una carrera ellos están a la altura. Y eso es mucho más importante que una bonita camiseta de carrera (que la tiene), unos servicios donde no falte de nada (que los tiene), un banquete a final copioso (que también) o unas bonitas fotos en la montaña (que algunas salieron muy chulas).

Matxicots es Rialp y Rialp es Matxicots: cómo los voluntarios marcan la diferencia

Es una carrera de montaña total porque tiene el RECORRIDO, tiene la ORGANIZACIÓN, tienen los SERVICIOS y tiene, especialmente, el AMBIENTE. Pocas veces he visto tal comunión entre los vecinos de una localidad con los mismos corredores, muchos de estos repetidores insaciables (uno me comentó que desde la primera intenta venir siempre que puede, otro me indicó que llevaba ocho ediciones). Ese caliu es lo que la hace diferente a la mayoría de carreras que nacen con otro espíritu o que buscan el mismo fin pero no acaban de cuajar entre las partes. Amabilidad a destajo, siempre mirando en ayudarte en todo lo que haga falta y animando en los puntos más inhóspitos del recorrido.

Que pringuen a 2.800 metros y solo se preocupen de cómo te encuentras cuando ellos están allí arriba también pasando las de Caín ya lo dice todo de cómo tratan aquí a los corredores. Podría explicar media docena de  anécdotas que tuve entre el viernes y el sábado con ellos, pero me quedo con la de que se ofrecieran a acompañarme allá donde estaban las duchas calientes para evitar que pillase frío, la amenísima charla con el conductor de la Transporter que nos bajó a Rialp sobre razas de vacas y como pasturan por estas montañas, otra charla previa con unas voluntarias deseándonos suerte y contando batallitas a pocos minutos de partir, que una chica se ofreciese a aguantarme los bastones mientras me ponía el pantalón impermeable…. O que insistieran con que te quedases el chaleco de finisher porque te lo habías ganado tras todo lo que había ocurrido este año (reconozco que fui reticente al principio porque, al fin y al cabo, yo no la acabé) o que, como me comentaron, recibiesen con aplausos a los corredores que fueron trasladados con el autocar. Buf, de lágrima, de verdad.

Organizativamente excelente

Es que no dejan nada a la improvisación. O sea, de lo mejor que tenemos por estos lares sin atisbo de duda.

  • Recogida del dorsal sin contratiempos. Con colas establecidas para cada distancia y en el que los voluntarios daban paso a cada corredor a medida que quedaba un sitio libre. Rápido y totalmente eficiente.
  • Control de material obligatorio en la salida. Que lo que digo siempre, esto es algo que ya debería salir del propio corredor, en el sentido de que somos los primeros que debemos preocuparnos por ir a la montaña con la máxima seguridad posible.
  • Señalización perfecta. Ninguna duda en ningún momento porque había cinta y banderillas a mansalva y te podías guiar perfectamente incluso cuando te  quedabas solo y aparecía la niebla.
  • Avituallamientos de calidad. Producto excelente. Que rico todo el embutido, que bien sentaba el caldo caliente, que variedad de alimento y marcando los que no tenían gluten. Y, por supuesto, con toda la dedicación y buen hacer de cada uno de los voluntarios.
  • Un avituallamiento final completísimo y con todos los servicios que podrías esperar antes de la pandemia. Hasta servicio de fisios había, lo de las duchas calientes también es un puntazo.

Y el circuito… 

Pero, claro, me quedo con la espina de catar la zona más espectacular del recorrido como era el Montsent de Pallars y el Montorroio, pero me lo sacaré el año que viene. Porque sí, porque a esta pienso repetir frecuentemente. Ahora, todo lo disfrutado hasta Coll del Triador será de las mejores vivencias que he tenido en una de montaña. Una primera parte de sotabosc que va combinando senderos corribles con corriols de desniveles exigentes y una segunda, que es la que a mí siempre me embelesa, de montaña que sube derecha con un entorno totalmente abierto y unas vistas de tener que parar para pellizcarte y darte cuenta que sí, que esto existe de verdad y que la gente de Rialp es de lo más privilegiada por tenerlo delante de sus casas.

Que subas 2.000 positivos en algo menos de 18 km y aún así no estés tan pendiente de la dureza, que la tiene y mucha, sino de que lo que el paisaje que te rodea es sencillamente espectacular, dice mucho de por dónde pasa la carrera. Lo dicho, queda pendiente a hacerla de visita previa y luego correrla de nuevo con dorsal puesto.

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A MEJORAR

Por ponerme quisquilloso…

  • Un lavado de imagen a la web no le vendría nada mal: Personalmente la encuentro algo embarullada y sin un criterio fijo y único, la sensación de que a veces no sabes donde clikar para buscar aquella info que necesitas que esté más actualizada y sea fácil de discernir. Pero, vamos, que es sencillamente por tocar las bemoles porque cumple perfectamente con su función.
  • En días de duda con la meteorología, exigir el material recomendado como obligatorio: 100 gramos más de material son 100 gramos más de tranquilidad y seguridad para cada corredor. Pero, lo que comentaba antes, esto ya es algo que debe salir del propio corredor (que la mayoría ya lo hace, ojo).

VALORACIÓN

  • RELACIÓN CALIDAD/PRECIO: 10
  • MI NOTA*: 10
*POR SUPUESTO, SUBJETIVA A MÁS NO PODER Y VARIANDO SEGÚN LA OPINIÓN DE TODOS VOSOTROS.

La recomendaría a… 

  • Para corredores que quieran probar una de montaña tan dura (solo hay que ver el desnivel de todas las pruebas y la tecnicidad de algún tramo de ellas) como gratificante (es impresionante por dónde pasas y el entorno natural por donde discurre).
  • Los que busquen una carrera que no escatima en nada en cuanto a servicios y detalles y que se vuelca completamente con el corredor.
  • Como fin de semana estupendo en el que toda la familia puede participar sea cual sea su nivel: la caminada del domingo me parece un auténtico acierto.

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4 comentarios en “A examen: Matxicots

  1. Bona!

    Està clar que tenim tant per descobrir que fer calendaris de temporades de curses quan t’agrada tot és desesperant, però ja diràs per la visita prèvia 😉

    Salut!
    Jordi

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