Eh, eh, eh. Calma. Vaya histeria que llevamos encima y no toca. Bueno, sí que toca tener algo de miedo: que eso siempre es un antídoto contra el flipamiento patrocinado por las campañas publicitarias.
Y es que una maratón siempre se cuece a fuego lento, es la única manera de no caer en los típicos errores de novatillo o de veterano excesivamente confiado que nos hacen perder los papeles de buenas a primeras derretidos en el asfalto.
Aquí te paso a contar muchas de los acciones que me han llevado a ser un desastre deportivo en la Zurich Marató de Barcelona (varios de los puntos también vale para cualquier carrera que cubra la distancia de Filípedes) en el 90% de las ocasiones que me he presentado en la línea de salida. Ya son demasiados intentos y demasiadas ostias como para no acabar tomando nota para no reincidir (os cuento un secreto: al final nunca me hago caso).
Ah, aquí tengo recopilados tropecientas entradas sobre la Marató: análisis del circuito, consejos para primerizos, estrategias, vídeos y algo de humor.