Frío polar y el running de estar por casa no suelen ser buenos amigos. Por eso todos los que hoy han desafiado las inclemencias meteorológicas, se han calzado las deportivas y han salido aún más motivados a correr ya se pueden considerar que son gente para darles de comer aparte, auténticos miembros VIP de este fascinante, desquiciante y agónico mundo que es el mundillo de las carreras domingueras. Una historia que aunque tenga su boom en la actualidad viene cociéndose desde hace mucho con pruebas como la Cursa de la Sagrera, que con sus 35 ediciones es la prueba popular más longeva de Barcelona (la mítica Jean Bouin no se abrió a todo el público hasta años más tardes). Pues eso, que los tenéis cuadrados y/o empitonados (algunos, eso sí, como garbanzos).