Parecía que el boom de la literatura sobre running iba a menos… Y un rabo, esto no hay quien lo frene: estantes llenos de libros por y para corredores que rellenan ese vacío existencial mientras intentamos encontrar una nueva filosofía de vida que se pueda plasmar en ciento y poco páginas y, sobre todo, comerciar al por mayor.
Deja que te chive una cosa: aunque parezca imposible los corredores también podemos leer otra cosas que no sea plañideras desafiando el horizonte vestidas de flúor, si les regalas una ración de Dickens hasta puede que se lo pasen pipa (puede, eh, que cada uno es un mundo y en esto del running hay desde devotos del Bosón de Higgs hasta los que le hacen la ola a Rafa Mora). Pero, vamos, aunque el 90% de la obra runner sea para dar solución a la cojera de las mesitas de noche siempre hay un ramillete de excepciones que valen mucho la pena.
Pero te juro que no serán éstas que te presento ahora mismo (ni las de la primera lista de recomendaciones literarias).