Si más que un entrenamiento te ha salido una yimcana, una huida sin respiro de una prisión de máxima seguridad o un circuito americano es porque seguramente estabas haciendo un John McClaine (por favor Bruce, deja de destrozar la saga): estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.
También los corredores tenemos nuestros momentos de película con giros de guión tan increíbles como absurdos y con villanos de postín enfundados en sus trajes de gente corriente que hacen cosas de gente corriente. No como nosotros…