Y aquí estamos de vuelta con la exigente y gratificante Marató del Montseny, una de las montaña con más renombre de las que tenemos aquí
El circuito de la Marató es de esos que por dureza (ojo con la subida a las Agudes y el descenso final), belleza (el Montseny, en sus cotas más altas es taaaaaan bonito), buen hacer (organización más que competente), sufrimiento (vaya final más tramposo) y, sí, algo de monotonía (aún me pesa ese tercio mustio que nos toca correr en los primeros kilómetros) se te queda clavado en la retina. Aún así, tomaros esta vez el ‘Consejos exprés‘ más como unas pinceladas de lo que te vas a encontrar en la carrera que como un análisis detallado de cada una de sus cuestas y senderos.
Las novedades de este año están en la eliminación de un avituallamiento (el de Sant Bernat -me cuentan que ha cerrado el hotel-; el completo será ahora en Les Illes) y las inclemencias del tiempo (se avecinda frío del bueno, tenedlo siempre en mente).