Hemos salvado los obstáculos y ahora toca analizar sesudamente ese circuito que nos llevará (o no) hasta el mítico Estadi Olimpic.
Ah, ya disponible Consejos exprés de La Cursa El Corte Inglés 2015
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Hicimos los deberes y lo pudiste certificar en el test preparatorio, ahora sólo nos falta saber si tenemos la cabeza lo suficientemente serena como para meternos en un berenjenal kilométrico y salir airosos. Si cateas, tranquilo, que el running no es más que ese crédito de libre elección al que no hace falta ir a clase, simplemente hacer el cabra por las calles y el monte.
Aunque parezca mentira Barcelona no sólo vive del asfalto. Tenemos una montaña (bueno, un par, que Montjuïc también tira lo suyo en el imaginario de los corredores) que con un poco de espíritu aventurero puede deparar inmensas alegrías a todos aquellos que les va adentrarse en senderos y misterios. Y poco a poco van creciendo las carreras que se apuntan a esta alternativa. Entre ellas la Barcelona Midnight Trail, que en su segunda edición quiere mirar ya desde lo más alto (o sea, desde el Tibidabo) al resto de competiciones que se celebran en la ciudad.
Para algunos, la fiesta popular del running. Para otros, una prueba engullida por su propio éxito. Para mi, la madre de todas las yincanas.
Bueno, creo que ya tocaba cerrar el pico y lo hago con la segunda parte (y último capítulo) de esta supongo que excesivamente longeva Guía para preparar la Marató. Os dejo de dar la brasa y os deseo algo más que suerte: que tengáis el privilegio de pasarlo bien mientras intentáis alcanzar vuestros objetivos.
Una carrera popular sin corredores es pura incoherencia. Una prueba sin la inestimable ayuda de los voluntarios jamás podría celebrarse. Pero una carrera sin afición podrá alardear de miles de cosas pero jamás de tener carisma y ser acogedora. Eso lo saben tanto los que se patean el asfalto a un ritmo más o menos agotador como los que acompañan a estos sufridores en sus andanzas y desventuras. Para estos últimos va dirigido esta entrada (partida en dos capítulos; no hay manera de ser breve), que no es otra cosa que un par de rutas en metro para poder seguir y animar a todos los maratonianos durante gran parte del recorrido. Espero que os sirva, al menos como una referencia que no se ha de cumplir a rajatabla.
Sé que aunque lo diga por activa (NO TE LA JUEGUES) o por pasiva (DISFRÚTALA) es muy difícil retener el calentón que nos da cuando nuestras piernas están súper. Pero como no sirven las buenas palabras para que uno premie la cabeza al instinto tendré que hacer servir la coacción, la amenaza y el miedo. Esto es lo que te va a ocurrir si no regulas.
Siempre es la misma historia: queda un año y nos ponemos bravucones con el reto de emular la epopeya de Filípedes, la dificultad es algo que nos resbala, podemos conquistar el Everest si nos lo proponemos. A seis meses apartamos la bravata y abrazamos la valentía, esto comienza a parecerse un reto y en la banda sonora de nuestro ánimo sólo suena el We are the Champions de Queen.
A falta de tres comienzan a asaltar las dudas, pero siempre convencidos de que ese sacrificio que aún no hemos comenzado a practicar va a valer la pena.
A dos se nos comienza a tirar el tiempo encima y a acumular los deberes, se suceden las modificaciones en nuestro plan maestro y lo empezamos a barnizar con trazos más realistas; ya no reventaremos el firmamento ahora sólo se trata de de salir vivo del marrón en el que nosotros sólitos nos hemos metido.
Y en el último mes la épica se ha ido al carajo y comienza la dictadura del “¿cuando se me ocurrió a mi enfrascarme en semejante berenjenal?”; sabes que ya es demasiado tarde para dar marcha atrás y entras en una espiral de pánico acelerado que en un visto y no visto te coloca en la línea de salida de tu una vez ansiado maratón.
Sí, los primeros meses del años son tristemente conocidos porque es la época en que lo dejamos todo a medias (ai, esos propósitos, que poca vida le hemos dado), pero para un corredor popular son felizmente conocidos por ser la época en que lo dejamos todo por las medias (maratones). Para muestra, un botón, hagamos un repaso sólo de este fin de semana: Montornès, Cambrils, Pla de l’Estany… y la debutante Mitja de El Prat, una carrera que nace amparada por el buen hacer del club atlético pratenc en su otra gran prueba (la Cursa Delta Prat) y a la que se le avecina un futuro más que prometedor.
Enero, febrero y marzo (y si estás en Madrid incluye también abril). Esos meses de alienación popular en las que un corredor se adentra en el mundo de las largas distancias con la ilusión sostenida por el arrebato de un nuevo año y una lista de propósitos que se desbrava a más velocidad que el cava con el que se brinda las uvas. Pero ahí están/aís algun@s, con objetivos que hace unos meses habríamos dicho que nos quedaban tres tallas grandes y que ahora ya casi le hemos tomado la medida, se bauticen con nombres temibles, sólo en apariencia, como Maratón (AUTOPROMO: le dedico una guía, ya veremos si útil) o Media Maratón (para desinformados: la distancia no resta épica a nuestra heroicidad). Y para ayudar a llegar a punto para nuestro gran reto nació hace un año la Maratest. una prueba singular y original que ya en su segunda edición confirma su éxito (de ahí su salto a la meseta con su versión en Alcorcón para aquellos que estén preparando intensamente el Mapoma).