Es un drama colectivo, pero casi nunca compartido. Una inquietud que, ya sea por vergüenza o por temor a la incomprensión, pocas veces sale a la luz. Y ya es hora de dar un paso al frente.
¿Cómo demonios puede una persona normal -o sea, aquélla cuyo principal drama es quedarse sin datos en el móvil para poner LOL en los post de los colegas, fisgonear las fotos de su ex y responder con tuits furiosos a famosos como si creyesen que le fuesen a hacer caso- entender lo que dice un runner con el que le toca compartir o casa, o cama, o curro o birras?
Lo sé, es una misión que parece irremediablemente condenada al fracaso, principalmente por dos motivos: El primero es porque no paran NUNCA de hablar de lo mismo (ni que fuera fútbol, coñe…); y segundo, porque interesa una mierda lo que digan. Aun así, Blogmaldito no rehuye su responsabilidad social con este colectivo oprimido por vestir con mallas indecorosas y acaba de editar el primer tomo del diccionario de lengua runner para personas normales. Sigue leyendo