¿Con ganas de volver a atarte las bambas y ver/padecer lo mucho que te has dejado llevar/perder este verano? Pues no se me ocurre mejor forma de expulsar demonios y sentimiento de culpa en la estupenda Pujada a Sant Ramon. Una carrera tan corta como explosiva y sufrida que la montan de forma genial y mantiene el espíritu de las carreras de antes (y ya van 41), y que este año presenta una prueba paralela aún más extrema y empinada: la Vertical Race y sus dos kilómetros de subida directa y agónica.
Sin más te paso a resumir las principales características de sus divertidísimos (y muy puñeteros, todo hay que decirlo) circuitos y cómo afrontarlos. Nos vemos el sábado!