La media maratón total, por ambiente, participación y nivel atlético, la (pillo aire) La Mitja de Granollers – La Garriga -Les Franqueses (merecidísmo que se nombre cada uno de los pueblos que son parte fundamental y le dan color a esta mítica carrera), vuelve en un gélido febrero, y yo me lío la manta a la cabeza e intentaré desentrañar los puntos fundamentales de una prueba que corriéndola con cabeza puede saberte a gloria, pero en la que si dejas que te hierva la sangre es la tumba de muchos sueños. No os prometo correr como Gebr, Wanjiru, Kipsang, Kimetto o Castillejos (que recuerdo que fue de capaz de batir al mismísmo Patrick Makau) pero al menos intentaremos evitar hundir nuestras ambiciones y sueños en las primeras rampas.
Ei, que ya estamos en 2016! Aquí tienes el análisis del recorrido ampliado, detallado e incluyendo vídeo.
Mitja de Granollers: El recorrido
Y aquí tienes la guía de La Mitja, Quart y 10k de Granollers.
Consejos Exprés: Mitja de Granollers
1- Es un circuito en el que prima mantener la mente fría
Porque lo principal es saber administar nuestras fuerzas. Aquí saber guardar energías, no envalentonarse antes de tiempo y saber vaciarse en el momento preciso (que es en la parte final) es fundamental para no perecer antes de tiempo. Hay que ser consciente que durante el 50-60% de la carrera vamos a perder tiempo y que eso al final va a jugar a nuestro favor.
2- Resumen fácil (no ideal): 1ª parte en subida, 2ª en bajada
Es la lectura rápida que se extrae con solo mirar el perfil de la carrera. Y es así, 11 km subiendo y 10 bajando. Es la idea general que nos viene a la cabeza y que es esencial asumir: hay que regular en la primera parte y dar gas en la segunda. Pero realmente no es así del todo. La ‘bajada’ tiene su miga y una trampa escondida.
3- Resumen ideal: 1ª parte en subida, 2ª trampa, 3ª favorable
Pero yo prefiero esta lectura, creada a base de tortazos en la prueba. La primera parte (la que finaliza justo cuando comenzamos el camino de vuelta a Granollers desde La Garriga) sigue siendo igual que antes: subida en la que es necesario saber regular el ritmo para no llegar arriba con la lengua fuera. Pero luego tenemos cinco km favorables en perfil pero exigentes para las piernas en los que podemos comenzar a dar gas (sobre todo en los dos primeros km) pero que es necesario no obsesionarse del todo por un sencillo motivo: cuatro repechos que te hacen agonizar si vas excesivamente embalado; es un tramo que hay saber gestionar perfectamente aunque comporte perder algunos segundos. Y, por último, 6 km de descenso a meta: donde ya no tendremos más sobresaltos, aquí es donde hay que vaciarse.
4- Ritmo A+ Ritmo B + Ritmo C
Por eso, una fórmula que creo que puede funcionar (como siempre digo, esto es algo muy subjetivo y no a todo el mundo le tiene que ir bien… y seguro que hay estrategias mucho más válidas, yo soy un matao) es la de interiorizar tres ritmos diferentes a lo largo de la carrera.
Ritmo A para el trayecto de ida donde lo principal es regular. Se pierde tiempo.
Ritmo B desde el comienzo del camino de vuelta a Corró d’Avall donde hay que llevar un ritmo de carrera rápido pero siempre dejando un margen para superar los repechos. Se recupera algo de tiempo o no se pierde más.
Ritmo C para los últimos km de carrera donde hay que apurar hasta la última gota de nuestras energías, dejarse el alma. Se recupera todo el tiempo que falta.
5- Dos puntos concretos que te indican dónde cambia el circuito
El primero está en la iglesia de La Garriga, justo tras rodearla dejamos de subir e iniciamos el camino de vuelta, lo que yo denomino segundo tramo. El segundo punto está en la rotonda de Corró d’Avall, en el momento que la sitúes con la vista sabes que ya has comenzado el tercer tramo y todo es para abajo sin problemas (vale, algún breve falso llano pero en el que no hay que dejar de dar gas).
6- Ojo al acelerón de la salida
Ganas + nervios + necesidad de posicionarse + búsqueda de ritmo = posibilidad de acelerarse más de la cuenta… y acabar perdiendo los papeles. La carrera es larga y aquí, con más motivo que en las media maratones con perfil llano, necesitas sosegarte desde un principio. Tranquilidad.
7- Lo más duro de la subida está pisando suelo urbano
Granollers y La Garriga son las zonas que esconden las pendientes más desasosegantes (que tampoco lo son tantos, para mí el tramo de ida es como un Paral·lel en versión extendida). Luego tenemos un repecho en Corró d’Avall en el puente. En cambio, los tramos de carretera que no pasan por zona urbana y los polígonos tienen una pendiente más moderada, incluso alguna zona de descanso en el que podremos acelerar el paso.
8- Sector de badenes
El camí de Can Pep, que va, más o menos, del km 6 al 8 es una de las zonas más apacibles de la carrera: carretera estrecha (pero de sobras suficiente para el flujo de la carrera) y con muy leve desnivel, pero aquí tenemos una serie de pequeños incordios: hasta 16 badenes (si no me he descontado) que se dividen en 11 pequeños de plástico que casi ni se notan y 5 de asfalto que, por suerte, están pintados para que se vean de lejos (antes hay algunos más al dejar atrás la rotonda de Granollers (este también después), por Corró d’Avall -sector Passeig y tras cruzar el puente- y algunos más ya entrando en La Garriga- Av. Generalitat, Banys y Passeig-). No es un drama que nos haga perder tiempo, simplemente que estés atento al asfalto para no tropezar y meternos un buen leñazo que peuden comportar hasta, incluso, una lesión.
9- Apunta los cuatro repechos
Los que hay situados en el segundo tramo (más o menos del km 13 al 16) y que hay que salvar para continuar con nuestro endemoniado descenso a meta sin apenas magulladuras.
El primero está justo tras dejar atrás la rotonda de salida de La Garriga (más o menos km 13,2; no es aquella en la que coincidimos los que van y los que vienen sino la siguiente). 200 metros duros.
El segundo está tras pasar por debajo de las vías del tren. (km 14,2 aprox.) y si la memoria no me falla la parte más dura está al principio.
El tercero lo situamos en la entrada a Llerona (km 15,3 aprox.), algo más corto que los anteriores pero igual de intenso.
El cuarto y último está en la salida de Llerona (km 15,9 aprox.), también de unos cien metros pero quizá el menos duro de todos.
10- Divide la gran recta final en tres sectores.
Es tan larga (cerca de tres kilómetros desde la rotonda donde desemboca la carretera de Ribes a meta) que hasta cambia cuatro veces de nombre, así que una manera interesante de encararla está en dividirla es tres mini tramos:
El primero, de asfalto, de algo más de km y medio. Insistimos en ese ritmo endiablado que llevamos.
El segundo, de zona peatonal, de unos 500 m. Podemos poner un punto más a nuestro ritmo.
El tercero es también de asfalto y son unos 600/700 m hasta meta. A muerte.
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El recorrido de 0 a… 21.097
*Ojo! Las distancias son apróximadas.
Ramon C. + Bages + Mil·lenari Cat. + Generalitat
Crta. Ribes + Banys + Pl. Església + Psg. Til·lers
