Pues parece ser que la noche se ha puesto de moda en el mundo del running ya que no deja de ser asombroso el poder de convocatoria de una prueba que empieza de cero como la Barcelona Desigual Night Run. Cómo casi siempre vamos a intentar ofrecer algunos limitados consejos (esta vez tiro más de experiencias de entrenamiento y carreras en horarios similares que de lo que os pueda contar de una prueba que aún no se ha realizado), a ver si tenemos la suerte de que ya no os hagan falta.
BRICONSEJOS
– Carrera de noche. STOP. Verano. STOP. Paseo Marítimo de Barcelona. STOP. Nada de frontal. STOP. Nada de ropa de abrigo. STOP. Nada de Crocs. STOP.
La mejor forma de despejar la incógnita es saliendo a correr un par de veces a esas horas para saber como responde tu cuerpo y actuar en consecuencia. Eso sí, recuerda que entrenar no es lo mismo que competir y que un garbeo puede generar hambre pero lidiar con una carrera popular con cierta ambición un agujero en el estómago del tamaño del amor propio de Kanye West.
– Somos 5.000 y el espacio es justo. Yo aún me pregunto como se lo montarán para hacer discurrir sin problemas a todas esas almas por el passeig marítim, si lo consiguen habrá que aplaudir con las orejas. La organización se ha puesto manos a la obra para que no haya ningún tipo de problema, por lo que nos debemos poner en la línea de salida sin esquivar nuestros retos deportivos personales. Pero si aún así, de buenas a primeras, te ves inmers@ en un tapón (y en eso tendría bastante de culpa el poco ancho del circuito) te aconsejo que no te sulfures, simplemente desconecta tu faceta competitiva y adáptate a las nuevas circunstancias. Hacer mala sangre en ese momento o querer forzar la situación corriendo por los márgenes del circuito sólo va a crear problemas para ti y para los muchos curiosos y vecinos que se acerquen a ver las alegrías y penurias de los que se enfundan unas zapatillas deportivas. Luego, cuando cruces la meta, ahí sí, ahí es momento de echar fuego por la boca (ni se te ocurra hacerlo con los voluntarios, que nada tienen que ver con el tema) o aceptar que según que carreras se deben tomar más como un entrenamiento o… un entretenimiento .
– ¿Un buen día para arriesgar? Pongamos que la cosa va de fábula y podemos correr con soltura. Si ya eres un profesional de las carreras de 10k (yo más o menos lo sitúo en la media docena de participaciones) hoy es un buen día para intentar forzar un poco tu ritmo habitual de crucero. Probar a ir más rápido un par o tres segundos de media por kilómetro puede generarte la confianza suficiente para ponerse metas más ambiciosas en el futuro. Si lo miras así es un genial banco de pruebas.
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EL RECORRIDO
El circuito es llano y está bastante bien iluminado. En el terreno se combina asfalto, baldosas y tierra, todas sin ningún tipo de dificultad (vuelve a meter las bambas de trail en el armario, anda), y la brisa típica quedará mitigada por la barrera que seguramente formarán los 5.000 corredores. Vamos, que si consiguen arreglar el tema de los obstáculos se puede correr de maravilla. El circuito explicado con sus puntos claves lo tenéis disponible también en googlemaps.
1) La salida. Es un poco complicada porque nada más partir hay un giro a la derecha. Cómo siempre recalco hay que tomarse los inicios con todas las precauciones del mundo, aquí no se gana una carrera, más bien se puede echar al traste todas nuestras ambiciosas expectativas. Y ojo con hacerse el listillo y querer girar antes de tiempo, hay escalón en el lateral derecho y te los puedes acabar comiendo. Si caes a la arena hazlo con estilo, como si hicieras parkour o algo parecido porque sino el ridículo es digno de ser colgado en Youtube. Por cierto, hay un minirepecho al finalizar el primer km.
2) Marina. Hasta aquí el recorrido ha sido más o menos en línea recta y ahora toca hacer un doble giro en el que tendremos que tener cuidado con los bordillos y los setos que dividen un sentido y otro de la calzada. Si sigues las indicaciones del circuito correctamente no debería revestir ningún problema.
3) Pavelló de la Mar Bella. Entramos en sus instalaciones (aunque no en la pista de atletismo, algo que en próximas ediciones sería un puntazo añadir) y allí está situado el avituallamiento. Ya sé que sólo llevamos 4 km, que la carrera es más corta de lo habitual y que es de noche, pero nunca está de más echar un trago para refrescar, y más cuando ya hemos entrado en época de clima tropical. Además, ¿tú sabes lo pro que es echarse el agua por encima? Casi más que hacer una carrera de cien metros con medias compresivas.
4) La vuelta. Desde el Passeig Marítim del Port Olímpic hasta la meta nos cruzaremos con los corredores que aún están enfrascados completando el recorrido de ida (justo antes habremos sorteado el segundo y último repecho, minucias). Vamos a ser un montón así que es probable que se origine un efecto ‘tren bala‘ si te pones a buscar al amiguete de turno mirando al otro bando (ya te digo que va a ser cómo ponerse a jugar al Dónde está Wally bajo los efectos de las setas alucinógenas). Es algo que aturde y desorienta nuestras zancadas de tal modo que si vigilamos durante un largo rato puede que nos convirtamos en un problema para aquellos que corren a nuestro alrededor. Por eso abogo siempre por tener como objetivo visual un punto fijo al frente para evitarlo.
5) La llegada. Nada del otro mundo, será pisar la recta de las instalaciones del histórico C.N. Barceloneta y luego girar a la izquierda. A por todas que ya lo tenemos hecho.
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– El noble arte del recortador
– 50 sombras del trail (capítulo 1 y capítulo 2)