A examen: Marató del Montseny

Cayó en gracia desde su primera edición y lo cierto es que argumentos para ello no le faltan a la Marató del Montseny, una de montaña de las tan duras como gratificantes en la que todo acaba cuadrando para ofrecer una gran experiencia: un recorrido que a partir de su segundo tercio es una maravilla para los retratistas (el Montseny en otoño y con hoja caída es patrimonio del que sentirse totalmente dichoso) y para los retadores (vaya subidas y bajadas que nos esperan a partir de ahí); una organización que no se deja ni un fleco suelto, y unos servicios y ambiente que rubrican una de las mejores maratones de montaña que tenemos por aquí.  Sigue leyendo