Un pequeño cambio en el calendario te puede alegrar el año: que el Primavera Sound haya decidido trasladarse a junio en lugar de seguir a finales de mayo (no todo es correr aunque tal como lo escribo parezca que me/nos vaya el mundo en ello) ha permitido a un servidor poder volver a disfrutar de una Cursa Ecològica de Molins de la que siempre guardó un gran recuerdo ya que fue una de las primeros trails donde probó Collserola teniendo en cuenta el crono y no solo para salir a entrenar o perderse (yo era más de tirar al Bages y al Berguedà en cuanto a pisar montaña compitiendo), y que muy a mi pesar tenía que perderme estas pasadas ediciones.
Pero como no hay mal que por bien no venga, este paréntesis me ha permitido ver la evolución de una carrera que ha subido el nivel en cuanto a patrocinios, relumbrón y kilometraje, y que sigue manteniendo las virtudes y el buen hacer de toda la gente que hay detrás de ella.