Había una vez una persona que un buen día decidió poner un pie delante del otro y le cogió tanto gusto a ese absurdo proceso que acabó convirtiéndose en una suerte de corredor popular.
comenzar a correr
Pequeños remedios para minúsculos problemas: las llaves
No hay nada más partido de solteros contra casados que el tintineo constante de las llaves de casa en esas bermudas asidas en el pliegue del michelín cervecero. Es un cartel en la frente rotulado con un ‘Yo soy un deportista de sofá’ en letras mayúsculas. Pero hay una forma muy fácil de evitarlo y que permite a la vez solucionar varios problemas que saltan a la luz una vez comenzamos a repetir zancadas de un modo uniforme. Si eres de los que abogan por el ‘menos es más’ (hablando en plata: si abominas de tener que cargar con decenas de cachivaches cada vez que sales a correr), y a la vez quieres que todo lo básico con lo que debes de llevar sí o sí no se convierta en una molestia, quizá este truco del almendruco te ayude a solucionar la papeleta (y de paso abrir una nueva sección en el blog) .