La Midnight Trail llega a su cuarta edición como cita totalmente consolidada de entre todas las carreras que se suman a hacer de Collserola su territorio base. Este año el plus que la diferencia respecto a sus tres anteriores ediciones está en que nos tocará subir y bajar el templo del Tibidabo con el consiguiente atracón de escaleras que sumar a las terribles y ya míticas de la Font del Mont. Ahora te paso a detallar los casi 15 km que conforman este entretenido y, a momentos, vistosamente espectacular (ver Barcelona iluminado es precioso) recorrido. Apto para todo tipo de niveles.
Y aquí el ‘Consejos exprés‘
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1/ La salida desde el Tibidabo
Nada más comenzar nos toca gestionar tres curvas paelleras (o sea, muy cerradas) en bajada en las que hay que poner el freno para no llevarnos a nadie por delante. Tras unos cientos de metros por un tramo favorable que está asfaltado, ya comenzamos a pisar pista. Hasta el desvio del corriol este camino es de lo más sencillo y fácil de gestionar, se corre mucho aquí (algo que puedes aprovechar para adelantar y no encontrar mucho tapón en el corriol), aunque si lo que buscas es pasar una buena jornada sin agonías ya desde el inicio yo guardaría un punto de fuerza. Que son casi 15 km y aquí es realmente importante saber gestionar bien las energías.
2/ Corriol de bajada hacia el camí de Can Borni
3/ Descenso por el camí de Can Borni
A mí me encanta finalizar los entrenos bajando por aquí porque puedo vaciarme y tengo la sensación que no soy tan mulo como parezco, y además se puede combinar pillando alguno de los corriols que conectan con este tramo de pista ancho y sencillo. Pero en la Midnight nos lo encontramos en el primer tercio de carrera, así que lo inteligente es que en lugar de apretar, dejemos que nos lleve la propia inercia sin gastar demasiada energía. Podemos dar un poco de gas pero siempre reservando un punto, que aún ha de venir lo duro.
Cuando llueve suele aparecer un charco enorme antes de cruzar por encima del funicular del Tibidabo. En ese caso tienes dos opciones: la opción competi consiste en no pensárselo dos veces y pasar por el medio de la charca para no perder tiempo (qué coño, estamos en el monte); o la opción antes muerte que sencilla consiste en parar e ir sorteándola haciendo equilibrios en las piedras que hay en el lado derecho e izquierdo.
4/ Carretera de les aigues
Apuesto a que el 90% de los que os habéis apuntado a la Midnight Trail ya la habréis pisado en más de una ocasión, ya sea trotando, en bici o caminando; a los que no ahora mismo os la presento: 10 km de pista suave aunque no llano en todo su recorrido (nosotros, por eso, solo acometeremos 3 de esos 10) con unas vistas de Barcelona que se te caen los GPS al suelo. De noche, con toda la ciudad iluminada es un auténtico ES-PEC-TÁ-CU-LO.
Pero, ojo, que en la Midnight puede ser un tramo muy traicionero: aunque ya he comentado que oficialmente, y también cuando la haces trotando, es un tramo que podemos considerar de llano (gracias a Himly por el inciso), hay constantes subidas y bajadas (todas aquellas que apuntan a los miradores) de muy poco desnivel y casi inapreciables pero que van sumando desgaste y que si en el tramo anterior has sido muy ambicioso aquí puede que lo pagues (me pasó a mí hace dos años). Hay que ir adaptando nuestro ritmo a esos cambios de pendiente, sin dejar de ir rápido pero también reservando energías ante el tramo más duro de la carrera que nos toca afrontar en un periquete. Ah, al principio de les Aigues debería estar situado el primer avituallamiento, y a 200 metros de finalizar el tramo nos encontraremos otra de esas cadenas que cortan el paso al tráfico rodado (truco: a partir de esa cadena desacelera para llegar a la bestial subida con resuello y fuerza).
5/ Subida a la Torre Collserola
Aquí viene el hueso, 650-700 metros verticales terribles, sobre todo si llegas pasado de velocidad que yo siempre divido en tres sectores:
1- Una subida de unos 250 metros de asfalto con una pendiente cada vez más grotesca y mamona. La parte final es muy dura, con asfalto rallado y un giro que te hace temblar las piernas.
2-150 m de escaleras de la Font del Mont (yo he contado unos 260 escalones aproximadamente) que se hacen interminables si te convences de que las puedes hacer a trote (mejor andando, ayudándote de la barandilla y gastando lo mínimo).
3- 250 m aprox. más de subida por un camino de tierra bastante irregular. A partir de dejar la urbanización y cuanto más cerca estemos de coronar al lado de la torre Collserola más dura se pone. Ojo, que aquí también hay otra cadena que corta el paso.
Ah, luego viene un tramo muy corto de descenso a la base de la Torre Collserola, son unos escalones de madera colocados de tal manera que hay que estar muy al loro de dónde se pisa para no tropezarnos.
6/ Descenso del camí de la Budellera
Zona pistera con bastante poca luz y en la que se levanta bastante polvo pero que nos va a permitir dar una tregua a nuestras torturadas piernas. Al inicio nos encontraremos el segundo y último avituallamiento de carrera (no te lo pases). No es que sea de descanso total porque está salpicada de cortas tachuelas que rompen un poco el ritmo de descenso y en alguna toca incluso regular el paso, pero hay momentos en los que las piernas vuelan, tanto que en alguna curva cerrada hay que ir rectificando para no salirse de los márgenes de un camino que, más allá de eso, no presenta dificultades. Para correr y recuperar el resuello.
7/ Ascenso por el camí de Salze (1)
8/ Ascenso por el camí de Salze y camí de Sant Cugat (2)
Este tramo comienza al sortear otra cadena que nos encontramos tras un giro cerrado (parece que cambiemos de camino pero sigue siendo el mismo de Salze; habrá otra cuando conectemos con el camí de Sant Cugat). Sigue siendo subida pero es muy regular y con menos pendiente (algún repecho ya en camí Sant Cugat pero fácilmente salvable), se puede hacer a un ritmo constante y cómodo, aquí se demuestra lo bien que hemos gestionado los km anteriores en cuanto a reservarse un punto. Sigue la constante del recorrido, pista en bastante buen estado apta para todo tipo de corredores, hasta los más noveles.
9/ Subiendo al Tibidabo
10/ Subir y bajar el Templo
Esta es la novedad de la presente edición: más atracón de escaleras para finiquitar la Midnight Trail. Aquí poco os puedo ayudar, más allá de los primeros y últimos escalones que nacen y mueren en la terraza del primer piso del templo: fáciles de superar, tanto subiendo como bajando aunque aquí habrá que sumarle la fatiga de los 14 km anteriores; ahí aún puedes hacer algún adelantamiento. A no ser que te pique el reto de intentar batir el récord del ascenso y descenso del templo que los organizadores han preparado para los corredores, yo asumiría que la carrera finaliza competitivamente, justo al iniciar el asalto al bellísimo templo. A partir de ahí, las escaleras que suben por las torres en forma de espiral, estrechas e interminables, no te van a permitir más que subirlas con tranquilidad y disfrutar arriba de las vistas. Te dejo el vídeo de la propia organización para que te hagas una idea del broche de oro que le han querido darle este año a la Midnight Trail.