Ni tiene el circuito más bello del mundo, ni es probable que os saquéis algunos esa espina en forma de marca personal que os persigue en vuestras peores pesadillas (el verano aún colea). Pero es que ni falta que le hace. Si por algo queda en el recuerdo la Cursa Festa Major del Poble Noues, sin duda, por su excelente trato al corredor, por esa comilona final que por fin puedes asumir sin cargo de conciencia (lo que pasa en carrera se queda en la carrera, proverbio valido… hasta que llegaron las redes sociales) y, aunque se le haya adelantado en el calendario la Cursa Barça, por ser de forma tácita la prueba que da comienzo a un nueva y más que interesante temporada de carreras populares.
– Lugar: Barcelona (Poble Nou).
– Fecha: 14 de septiembre (9.30).
– Participación: 1.100 corredores.
– Tipo: Asfalto.
– Precio: 13 y 15 euros (con y sin chip amarillo).
– Distancia: 10 km (homologado).
– Servicios: Avituallamiento líquido en carrera (agua) y líquido y sólido en
– Circuito: Bastante llano y ancho, se deja correr con bastante fluidez tras superar los primeros metros de salida. Es posible que de el viento en las calles más anchas.
– El banquete. Para qué irnos por las ramas, comenzamos por lo que todo el mundo destaca, y con toda la razón del mundo, de la Cursa del Poble Nou: la comilona que te metes tras la carrera, que yo suelo llamar Llegar corriendo, salir rodando. Pero no es solo que te ofrezcan un desayuno completo con butifarra, helado, yogur, zumo, vino… a mí realmente me encandila lo que significa: esa vuelta al cole de la mayoría de corredores de Barcelona para contarnos batallitas vacacionales, objetivos de cara a la nueva temporada y celebrar que estamos de vuelta para de nuevo morder el polvo. Ya solo por esto vale la pena .
– Organización. Siempre he tenido como premisa a la hora de hablar de una carrera que no voy a exigir lo mismo a una prueba atlética profesionalizada que a una montada a partir de la labor dedicada y desinteresada de un grupo de personas; de igual manera, no le reclamo lo mismo a una carrera gratuita que a una por la que me claven 20 o 25 euros, son cosas que por pura lógica tienes que tener en cuenta para intentar ser lo más justo posible.
Por eso, y en términos generales, cada vez que ves que a partir del curro de un grupo de vecinos te montan una carrera popular con todo lo indispensable y que salen airosos de ese envite cada vez más difícil de cubrir que es el dejar satisfecho al corredor popular (ya que nos hemos vueltos más experimentados, más exigentes y, a veces, demasiado quisquillosos) , eso es algo que SIEMPRE se debe destacar. Poble Nou, como Sants, como Ripollet y como muchas carreras de pequeño formato, demuestran que el ilusionante amateurismo (y esto lo pongo en cursiva, ellos llevan montando su carrera muchos años antes que algunas de supuesta referencia actual) no tiene por qué estar reñido con la buena gestión.
Una carrera que te permite correr sin problemas (circuito ancho, control de tráfico perfecto, puntos kilométricos visibles y bien dispuestos; avituallamiento, no obstante, algo justo de manos), que cumple con todos aquellos servicios que se le pide a cualquier carrera con similar volumen de corredores y que le debe todo ese éxito a la dedicación de sus voluntarios. Se generan algunas colas, es cierto (y después lo comento), pero no ensombrece una labor orientada a que salgas totalmente encantado del ambiente que es capaz de generar a partir de no perder de vista esa vocación de cursa de Festa Major que siempre le ha acompañado.
– Han homologado el circuito. Y casi nada se ha tenido que retocar, lo que dice mucho de lo bien que estaba medido hasta ahora y de las ganas que tienen de ir mejorando año tras año, solo había que acercarse al mural de fotos históricas para comprobar la evolución de la Cursa Poble Nou desde su primera edición, con unas pocas decenas de corredores, hasta ahora que supera el millar a pesar de la fuerte y a veces incomprensible competencia. Y ojo con reírse de los estilimos de antaño, en rl futuro serán las nuevas generaciones los que se burlen de nuestras medias compresivass.
– Fotógrafos en cada km. Para los que le tenemos alergia a salir en las instantáneas es una maldición (luego se cuelgan y esa imagen idílica que tienes de ti se deshace en el mimo instante que te ves con cara de esfuerzo y sufrimiento; y sí, menuda incoherencia de alguien que se pasa el rato de después sacando fotos), pero dejando al margen manías personales, es un lujo que durante todo el recorrido se coloquen un buen puñado de fotógrafos para intentar extraer el lado más épico de cada corredor o, al menos, ofrecer un grato recuerdo de un buen día. Con todos los que habían colocados por las calles, si no sales es porque eras tan rápido que solo se se te puede captar la estela.
– Bebida fresca. Un puntazo ese camión frigorífico donde guardaban todo el refrigerio líquido y que lo mantenía todo bien fresquito. En plena época de canícula el agua fría tras cruzar la meta es mano de santo.
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COSAS A MEJORAR
– Lo de siempre, en algún momento falta alguna mano más. Como en el avituallamiento o el guardarropa. Ninguna queja a los que estaban en el tajo, es más, mi más sentido agradecimiento a su labor, ya sea sirviendo agua o repartiendo las mochilas. La cola del bocata queda compensada con el hecho de que nada más cruzar la meta ya tienes el agua en la mano, algo que viene de perlas para recuperarse tras el esfuerzo.
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PREGUNTAS POPULARES / RESPUESTAS IMPOPULARES
Soy un principiante ¿es una carrera apta para mi?
Sí, sí y sí. Para mí la Cursa del Poble Nou es la representación perfecta de lo que significa una carrera popular: festivamente deportiva, competitivamente popular y apta para todo tipo de corredores. Un trato al corredor exquisito, un circuito fácil, a tiro de piedra con transporte público y muy buen ambiente general. Una genial manera de debutar sin los agobios de las carreras masivas.
Por desgracia os van a pesar a la mayoría las piernas y esa losa que es la la alta humedad. El circuito es ancho y llano (algunos pequeños repechos muy suaves cada vez que miramos hacía el lado montaña aunque nada digno de destacar), pero la estación del año en que se celebra y la forma física en la que nos presentamos (aunque cada vez hay más que aprovecha agosto para ponerse a punto y pillar a contrapie al resto, que os conozco…) impide a la mayoría conseguir rascar segundos a nuestra mejor marca. Tranquilos, que no salten las alarmas, es principio de temporada.
RELACIÓN CALIDAD/PRECIO*: 7
MI NOTA*: 8
*POR SUPUESTO, SUBJETIVA A MÁS NO PODER Y VARIANDO SEGÚN LA OPINIÓN DE TODOS VOSOTROS.
