De esas que hay que hacer al menos una vez en la vida si te gusta trastear corriols, disfrutar de la inmensidad de la noche viendo el litoral iluminado y pasarla putas con todas las sorpresas que nos aguarda por el camino (vaya grimpadas!!; Dios, qué descensos!!), la Burriac Atac es un clásico de inicio de temporada que el que la prueba sale con ganas de repetir… cuando las piernas dejen de temblar. Este año viene con las lógicas modificaciones y novedades condicionadas por la COVID: cambia un poco el circuito (especialmente en sus primeros metros y un tramo del final) y se aplican ciertas restricciones y obligaciones para mantener a raya la pandemia. Aquí te explico cómo es el precioso circuito ideado por el club Els Piris (recomiendo mucho que algún día lo trotéis de día para daros cuenta del marco incomparable donde se celebra) y te propongo una forma de afrontarlo.
Gracias al Facebook de Piri.cat (Raúl Comino / Inverse Team) por algunas de las fotos que ilustran esta entrada.