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A examen: Behobia – San Sebastian 2016

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Ese gol en chilena en el último minuto de partido, ese setlist perfecto que siempre has querido que tu grupo toque en directo, ese capítulo final de una deliciosa novela que ya aventuras a spoilear mentalmente… Perder el tiempo imaginando escenarios perfectos es quizá una actividad improductiva, pero muy saludable, que reporta jolgorio cuando en ocasiones se convierten en realidad. En ese ejercicio onanista, uno de los momentos que más disfruto es cuando me pongo a elucubrar como sería la carrera popular (versión masiva) que soñaría correr. Pues para mí la Behobia –  San Sebastian es lo que más cercano ello, lo que una carrera debería ser … si tuviera un precio más razonable.

*Que apoquinas con tu inscripción.
**Al cruzar la meta

Resultados BehobiaSS

Fotos Behobia- San Sebastian

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Cosas que están bien

Behobia es su gente

Es cierto, no tiene el recorrido mas vistoso de las que he participado (aunque sí cumple con dos de los preceptos que a mí más me gustan: salida y meta en ambos extremos y desniveles para no aburrirte; por cierto, muchas ganas de probar esa Media de Hondarribia que me han chivado que es una preciosidad). Pero quién necesita esas vistas (bueno, sí, yo!) cuando tienes las mejores que un corredor puede desear: un muro de gente que se extiende a lo largo del recorrido y que no paran de soltar aúpas con nombres y apodos a todo aquel que ese día se ha colocado rectamente el dorsal.

Me quedo corto para relatar lo impresionante que es, no ya ver desperezarse Irún con los vecinos en posición de guerra dándote ánimos, o toda Errenteria de punta a punta agolpada en las aceras gritándote y aplaudiendo con el paso de los corredores, o ya San Sebastian recibiendo el último aliento de los animadores para que llegues con una sonrisa a meta. No, eso sería lo típico. A mí lo que me ha dejado alucinado es encontrar por carreteras que vete tú a saber cómo han llegado ahí si parece el fin del mundo a gente que se pone a animar como cosacos; comprobar como cada año hay personas que se convierten en historia de la carrera por venir a animar año tras año haciendo que el saludo a su lado sea toda una tradición (gracias a Carlos por avisarme!); que una voluntaria te cuente que ha salido maravillada viendo en esta carrera como desde los élite hasta el corredor que va a llegar ya cuando muchos han tomado el camino de vuelta a casa te están dando las gracias por sencillamente estar ahí como si fuesen ellos embajadores de la propia carrera (lo son: desde el que está a las 6 de la mañana vendiendo billetes en la estación de tren hasta el que reparte la manzana en meta).

Es certificar que, más que una carrera, la Behobia – San Sebastian  es una comunión total entre corredores, afición y voluntarios. Una forma de reivindicar el deporte como uno de los mejores vínculos sociales que existen.

Reconozco que iba a la carrera con una mezcla de ilusión y pavor por la intensidad de los piropos (confío en el infalible buen boca oreja de los colegas -confirmados en el Trail de Bisaura, por poner un ejemplo-, pero unas expectativas demasiado altas pueden acabar por dejarte un regusto agridulce si no se cumplen por completo), pero lo que me comentó un compañero de que era una etapa del Tour pero en carrera a pie… Vamos, que es eso. Se me ha hecho cortísima y en el km 17 no quería que se acabase (también he ido a otro paso del que estaba acostumbrado), con eso lo digo todo. Momentos de piel de gallina, momentos de ojos humedecidos.

 

Vaya pedazo de organización que se gastan

Lo de antes era la esencia de la carrera y lo de ahora es lo práctico, que es igual de importante: la organización te pone lo indispensable y algo más para que esa magia surja efecto.

La verdad es que he me ha sobrevenido un complejo de Paco Martínez Soria visitando la ciudad o, desde el otro lado del espejo, de urbanita yendo a buscar bolets encandilado por esa seta roja con motitas blancas, que me o quedo para mí, pero es algunas de las cosas de la organización me han dejado con la mandíbula en el suelo: las consignas a la hora de recoger el dorsal o ya en Behobia, lo de los cajones móviles de salida (por cierto, de ahí sale un buen debate por el alto número de descalificados porque creo que muchos han sido de manera involuntaria), la cuenta atrás en pantalla; la multitud de lavabos; las banderolas de taxi como puntos de abandono; los siete (sí, siete) avituallamientos de carrera perfectamente localizables (yo siempre los prefiero a dos bandas pero sé que en algunos puntos no hay espacio para ello, y eran enormes de extensión), ordenados y muy bien servidos; el adelantar unos cientos de metros el avituallamiento sólido del líquido; un montón de speakers a lo largo del recorrido para animar el cotarro, liebres para cada cajón aunque se repita el color…

Y en el resto de aspectos (recogida dorsal, señalización, puntos kilométricos) casi todo sin mácula.

La sensación es que es una carrera que se va valiendo de su propia experiencia para año tras año anotar todo aquello que se puede mejorar y poner en práctica una medida que funcione en la siguiente edición mirando de proporcionar una mejor experiencia al corredor (minipunto a favor por lo de facilitar el cambio de dorsal hasta una semana antes de la carrera). Yo valoro mucho aquellas carreras que saben asumir culpas de inmediato (porque todos podemos caer en el error) y se ponen desde ese día a buscar un remedio para que no vuelva a suceder, en este caso viene al recuerdo el fallo en los avituallamientos fruto de la ola de calor de la pasada edición, de la que tomaron nota y han mirado de revertir ya no solo a efectos prácticos (más agua) sino yendo un paso más allá: la web es una enciclopedia realmente útil de consejos y ayuda para el corredor (luego os cuento uno que me ha dejado flipado, quizá porque soy un friki de los datos).

Masiva, que no masificada

El mejor calificativo que se me ocurre para definir la perfecta organización de la Behobia es que en ella todo fluye. Fluye en el sentido que desde el momento que te levantas, llegas a la zona de parking, te llevan a la salida (bueno, vas, que tienes que pagar billete de tren, el bus lanzadera sí que es gratis), saludas, calientas, te posicionas, te hacen la cuenta atrás, tomas la salida, corres (o vives la Behobia, que sería otra forma más poética de contarlo), cruzas la meta, te ponen la medalla, comes y te vas a animar al resto de compañeros… todo ello funciona como una maquina engrasadísima (salidas escalonadas, cajones móviles, paneles con la cuenta atrás y avisos de megafonía…) en la que no existe ningún tipo de freno, y sin que favorezca o perjudique sea cual sea tu ritmo y dorsal. Y todo desde las 7 de la mañana hasta las 3 de la tarde y con más de 25 corredores en carrera.

Es una auténtica gozada que te den el pistoletazo de salida y que desde el minuto cero (bueno, casi cero, la primera rotonda es problemática con gente saltando la mediana para evitar empujones) no te tengas que preocupar de otra cosa que de correr al ritmo que tú quieras y disfrutar del ambiente de la carrera.

Behobia SAFE: esto es una pasada

Una aplicación para ayudarte a preparar tu estrategia de carrera teniendo en cuenta tu objetivo, la distancia total y la meteorología prevista y teniendo de base el histórico de tiempos de pasadas ediciones. Me parece una genialidad, un instrumento de lo más útil para ir sobre seguro si no las tienes todas contigo o si buscas un objetivo de marca concreto y deseas saber donde toca frenar y donde acelerar el ritmo sin gastar más de la cuenta. Es cierto, perdemos esa maravilla del atletismo que es el arte de la improvisación (yo soy de esos y bien orgulloso de meter la pata con deleite) pero para aquellos que son un manojo de dudas y les gusta tener las cosas bien atadas les va a venir de perlas.

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A mejorar

Ese precio me deja tiritando

– «Joder, qué carrera más guapa»

– «… pero, joder, qué cara la inscripción. Y ya no te cuento el finde porque vaya burradas hay que pagar por una pensión regularcilla» 

– «Ya… pero da más que la media de carreras que he corrido. Y la experiencia… Buf, vaya maravilla»

– «Pero no deja de picarme el alma y si la inercia es la de ir subiendo precios… no sé yo»

– «… y… Mierda, ya me veo el año que viene rapiñando para volver aquí». 

Más o menos ésta es la conversación matutina que tengo conmigo mismo. La Behobia es una joya, la organización es de quitarse el sombrero, la experiencia es de las que se te quedan marcadas en la retina. ¿Vale la pena? Pero de calle. ¿Valdría más la pena  a un precio más razonable (recuerdo que cuesta el doble que la mayoría de media maratones)? Sería lo más adecuado porque yo sí que estoy dispuesto a pagar ese plus de más que da la carrera (realmente creo que lo vale) pero hasta el extremo de alcanzar los 45 €… hay ya me toca hueso.

Pero pica más de lo que en un principio puede parecer porque alrededor de la Behobia se genera una espiral de oferta y demanda e inflar precios (si fuesen más friendly tendrían un corredor en noviembre y un potencial turista en verano) que hacen que ese fin de semana salga por un ojo de la cara si no estás avispado (ofertas las había pero hay que ser ágil y tener una experiencia para cazarlas al vuelo). Vamos, que los que tenemos la economía justa de ir haciendo malabarismo para llegar a fin de mes hemos de ser conscientes que si queremos a Behobia te tienes que quitar de otras cosas. Y hacer el sube y baja sábado/domingo con el porrón de horas en coche es una matada (vivo ejemplo), aquí lo ideal es llegar el viernes.

¿Si volvería a repetir? Por supuesto (aunque todo dependería de mi coyuntura monetaria). Parece una contradicción, y seguramente lo sea (y hasta contraproducente porque con otras carreras no actuaría igual), pero como me decían muchos compañeros con varias Behobias a sus espaldas es que es una carrera única en la que vale la pena el dispendio.

Otros detalles

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Preguntas populares

Soy un principiante ¿es una carrera apta para mi?

No, antes hay que tener algo de base antes de situarse en la línea de salida. Que no te engañe su carácter masivo y popular, el recorrido de la Behobia – San Sebastian se las trae y no es apto para los que comienzan en esto de hacer el molinillo con las piernas. Antes debes haberte curtido en carreras de distancias inferiores y en alguna media maratón suave.

¿Puedo hacer marca?

Lo único que te queda es batirte a ti mismo cada año. 20 km es una distancia poco usual en el mundo del atletismo popular (y yo veo bien que no busquen convertirse en otra media maratón más, perdería personalidad) y el perfil de la carrera ya te indica que va a haber tramos en los que tocará bajar una marcha. Pero siempre puedes retarte intentando batir el tiempo que hayas conseguido en años pasados (ahora comparando resultados con las dos ediciones previas que son las del nuevo circuito) e incluso jugar a rebajar marcas redondas (sub 1h30′, sub 2h…).

RELACIÓN CALIDAD/PRECIO*: 6

MI NOTA*: 9

*POR SUPUESTO, SUBJETIVA A MÁS NO PODER Y VARIANDO SEGÚN LA OPINIÓN DE TODOS VOSOTROS.

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Fotos Behobia – San Sebastian

01: final dorsal rojo, inicio azul

02: final dorsal azul, inicio naranja

03: dorsal naranja a negro

04: hasta el último corredor

Foto crónica de Txabi Albert

Crónica de Atleta visible

Crónica Mil y una noches viajando

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