Transplant Run, Red Hook Crit, la Cursa Una llar fora de la llar, la Cursa de la Esperança, la Run The Party, y también la segunda gran quedada de los Beer Runners en Barcelona tienen un punto en común: carreras populares que tienen como base esa obra megalómana de cemento armado que es el Fòrum de Barcelona y que, entre pitos y flautas, comienza a tener algo de vida más allá de ferias de folclorismo made in Las Ramblas (porque, claro, la Caipirinha es oriunda de tierras gaditanas… ya…) y festivales donde dejarse en un santiamen la sesera, la vergüenza y buscar ese punto de equilibrio entre el hipsterismo barbudo y la estética ultrarunner de Anton Krupicka. Running y birras (ellos lo proponen de esta manera pero es posible alterar el orden de los factores) para una prueba totalmente gratuita de la que ahora pasamos a contar cuatro cosas.
BRICONSEJOS
Lo primero que te viene a la cabeza pensando en la ubicación del Fòrum es que al desembocar en ese litoral recuperado para que nos sirvan las cañas a 5 euros éste debe ser más plano que las composiciones musicales de Pau Donés. Pues si lo habéis pisado entre cero y -100 veces o lo habéis hecho con un par de cervezas / finitos /mojitos en cada mano (algo de lo más habitual) te vas a llevar una sorpresa: más allá de esa inmensa explanada, que ya duele a la vista nada más presentarse, el invento especulturaltivo fruto de otra resaca, la que vino tras los JJ OO, tiene algunos buenos repechos. Y eso mola porque ya sabes esa máxima entre los corredores de que en el sufrimiento está la alegría (por soleares). Tranquilo, son repechos cortos; ahora, muy mamones. Tenlo en cuenta antes de ir a por todas cuando suene el disparo de salida y acabes echando las tripas en la subida del Decathlon, siempre hay que guardar un punto de energía para lo que venga después.
A lo que vamos: que la conservación del Fòrum en algunas zonas deja bastante que desear, lo podrás comprovar en esas baldosas en forma de semiluna resquebrajadas y levantadas (esto te lo encontrarás al poco de partir). Y también hay que tener un cuidado especial con unos mini pilones que creo que son fijos y que llevo años intentando buscarle un sentido artístico (¿boya playera con sobrecarga de gotelé? ¿revisión abstracta del icono de la caquita del WhatsApp?) en pleno primer repecho. De todas formas, este punto y el que viene justo tras superar el puente del Port de St. Adrià, si están bien marcados no debería darte ningún tipo de problema.
Y, por suerte, nos libramos del tramo de los tablones de madera que, aunque en la Trasplant Run se hicieron algunas reformas para adecentarlo, vuelve a tener un estado algo deficiente tras el paso del Barcelona Beach Festival (ese donde actuó David ojoscomocuencos Guetta y el Avicci pincho, avicci no).
– ¿Beber y correr, incompatibles? Pues no tiene por qué, la cerveza puede ser un regalo/premio tras darse una buena tollina entrenando (como se celebra en la Beer Runners), pero hay muchas carreras que se han ganado un hueco en el corazón de todo aquel que profesa el mismo amor a la cebada como a sus zapatillas (¿mamá o papá?) sirviendo cerveza o vino (yo he degustado hasta gin tonics) en el transcurso de sus carreras: ahí está la mítica Marathon du Medoc, que tendrá su réplica autóctona en octubre con la primera edición de la Marató del Priorat, y las inigualables Punk Trails. La única premisa es la de olvidarse de correr a un nivel competitivo alto, hay que buscar un equilibrio entre pasarlo bien copa en mano y acumulando kilómetros en las piernas. Lo que sí está meridianamente testado (al menos en mis propias carnes) es que es imposible rendir mínimamente en una carrera habiendo remojado el gaznate en alcohol las horas previas. Aquí tenéis un ejemplo empírico de las consecuencias en este post de título ilustrativo: Cerveza vs Running.
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EL RECORRIDO
Son 5km dentro de los territorios del extinto (¿añorado? Ni recordado) Fòrum de las Culturas en el que se alternan tramos breves de subida, bajada y llano. No es un circuito para nada difícil (muy apto para todo tipo de corredores) y aunque no es el más idóneo para buscar marca (por volumen de corredores y perfil del mismo recorrido) se puede hacer a tope y a la vez disfrutar visualizando algunas zonas de tránsito de lo más bonitas. Tenéis el circuito en Googlemaps.
1- PRIMEROS METROS
Parece que empieza bien porque a los pocos metros comenzamos a descender, lástima que estemos en una zona de baldosas danzarinas y algunas directamente destrozadas (aunque hace poco tiraron cemento para fijarlas) que según como pises le pueden dar un buen susto a tus tobillos. Además iniciaremos un tramo de ascensión hasta el puente que pasa el port de St. Adrià y donde sale a cuenta hacerla a ritmo comedido para no acabar pagándolo después.
2- Port de Sant Adrià
Tras dejar el puente, en suave bajada comenzaremos el camino de vuelta al Fòrum y tenemos que pasar por un tramo donde el principal incordio es que hay unos bancos y porche situados de tal manera que sólo se me ocurre que el de los planos esa noche le había dado en exceso a la petaca. Lo mismo de antes, si el camino está bien señalizado no tendréis ningún problema en seguir una trayectoría que salve todos los obstáculos.
3- El segundo repecho
Son 100 m constantes y dañinos si vas a tope y no tienes controlada la distancia. Desde la lejanía parece un monstruo, pero no es tan fiero como aparenta (ponte un ritmo cómodo y lo superarás sin apenas sufrir). Gira la cabeza a la izquierda y míralo desde esta perspectiva: peor hubiera sido que nos hubieran obligado a subir las escaleras. ¿A que ya no pica tanto?
4- Rodeando l’Auditori
Pinta fácil rodear ese Auditori que parece una nave espacial mal diseñada de una peli sci-fi de bajo presupuesto porque al principio fluye en una suave bajada… Todo eso después lo tenemos que remontar.
5- La explanada de los grandes festivales
Allí donde el Primavera sitúa sus grandes escenarios, allí donde los Pixies pueden desatar la locura y la nostalgia. Ninguna dificultad, momento de ir a ritmo o ir acelereando ya que nos vamos acercando a la meta.
6- HAcía la meta.
Tras una subidita muy corta y que no debería comprtar ningún dolor de cabeza (no alcanza ni los 200 m) nos toca dar la vuelta a la zona del Bosc Màgic para ya encarar la recta de meta y nuestro bien merecido aperitivo. Os podéis regalar un sprint o ir rollo abrazo de colega, que al fin y al cabo hoy es de lo que se trata.
