2014, el año que será recordado en el mundo del running porque una expresión tan poco dada a la doblez semántica como salir a correr (más allá de las gracietas grupales) comienza a tener ya dudas de su propia condición. Hemos pasado de la sencillez de atarse unas bambas y patearse las calles a formar parte de una espiral donde gana el que la lía más gorda.
Carrera de obstáculos apelando a ancestros de los que solo se tiene memoria fílmica (ya que parece que no es suficiente el propio camino para poner a cada uno en sus sitio), lluvia arcoiris (ya que buscamos algo más que una carrera y vinculamos nuestra supuesta felicidad a ello), cursos de iniciación (porque la naturaleza nos privó del don de poner una pierna delante de la otra), desafío constante (ya que hace tiempo que no nos está permitido fracasar)… Y así hasta llegar a un punto donde ese sencillo mecanismo de mover ritmicamente las extremidades ha sido arrinconado a la mera excusa, a cumplir un papel secundario que hace de simple gancho comercial.
Curiosamente, todo éste fenómeno requiere de un elemento que de un tiempo a esta parte se ha convertido en fundamental y el leitmotiv recurrente para que muchos se interesen por tus evoluciones como correrdor… perdón, como runner, más allá de la curiosidad y lo deportivo: estamos hablando, claro, de la pasta que genera este deporte. Pero no tiene por qué ser así… si tú lo quieres.
¿Qué se necesita para CORRER?
Piernas, ganas y tiempo. Y esto es GRATIS, todo lo que te intenten vender que afecte a su esencia es una ESTAFA.
¿Qué se necesita para MEJORAR?
Entrenamiento, el grado de evolución está relacionado con el sacrificio más que con el número de gadgets y ayudas externas que lleves encima. Así que la relación causa/efecto con el dispendio económico realizado no viene al caso, siempre será marginal aunque éste te ayude a vehicular tus progresos.
¿Qué necesitas para COMPETIR?
Circuito, algo con lo que controlar tu tiempo, ropa adecuada y algún tipo de avituallamiento. Aquí comienzas a gastarte dinero; mucho o poco, eso ya está en tus manos y tu capacidad para separar el grano de la paja y de si te lo quieres montar por ti mismo o a cuenta de terceros.
¿Qué es el RESTO? lo accesorio
Regalos, fanfarria, música en directo, pintura, fotografías, estrellas invitadas, sorteo de material… Lo que va del mero acompañamiento al show y acaba convirtiéndose en protagonista absoluto. Todo esto es accesorio aunque ahora quieran venderte que una cosa (correr) no pueda subsistir sin la otra (espectáculo). Bienvenido siempre y cuando no sea una estrategia para reclamarte que escuadriñes hasta el último rincón de tu cuenta corriente, lástima que sólo en muy contadas ocasiones esto sea así, casi siempre se transforma en una fórmula para inflaccionar precios, una reclamación que apunta a tu cartera y no a tus piernas.
