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A examen: Cursa Nocturna de L’Hospitalet 2013

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Eureka. La lluvia dio tregua justo cuando ya cundía la resignación de otro año más pasando la Cursa Nocturna de L’Hospitalet bajo un manto de agua. Por suerte no fue así y pudimos disfrutar de la carrera que da por inaugurada lo que se ha denominado como Circuit Aliança y que no es otra cosa que un conjunto de carreras sencillas y aptas para todo tipo de corredores auspiciadas por un mismo organizador de eventos deportivos con el fin de fidelizarlos con un liga competitiva propia (curiosamente no se incluye la más famosa de ellas, la Jean Bouin), y que se saldó con un nuevo récord de inscritos… y unos cuantos peros que comienzan a cuestionar si es viable el crecimiento de las carreras populares si estas no ofrecen unos servicios que vayan de la mano.

– Lugar: L’Hospitalet de Llobregat.

– Fecha: 27 de abril (21:00).

– Participación: 6.100 corredores (sobre los 4.000 en la 10k y los 2.000 en la 5k).

– Tipo: Asfalto.

– Precio:  10/13 euros para el 10k, y 7/10 euros para la de 5k (precios con y sin chip).

– Distancia:  5 y 10 km.

– Servicios: Guardarropa, masajes, duchas y avituallamientos líquidos en carrera y fideuá tras cruzar la meta.

– Obsequio: Camiseta*.

– Circuito: Prácticamente llano y bastante ancho en el que en los primeros 5 km comparten asfalto la prueba corta y la larga. Estos últimos continúan el trayecto  adentrándose en la zona industrial de la Fira y Zona Franca.

– Resultados: Aquí.

*Que apoquinas con tu inscripción.

Cosas que están bien/ muy bien

El backstage: O, para que se me entienda, todo el montaje pos carrera. Con la Plaça Europa como centro neurálgico en la que se da cabida a casi todos los servicios (sólo para el guardarropas y las duchas había que salir de allí) es una opción para genial para incentivar el caliu, el roce y la socialización entre los corredores: ver la entrega de premios, dejarse caer por el servicio de masajes, disfrutar de actuaciones musicales en directo y, por supuesto, una fideuà que rellena el vacío del estómago tras el tute que nos hemos metido. Vamos, un lugar donde dar cancha a nuestra verborrea deportiva. Ahora, tener una banda en directo (los ensayos se alargaron tanto que me recordaron este ‘unplugged‘) que emplaza a moverse y dejarse llevar por el tirmo sin tener una barra con cerveza a la que echar mano es casi como ir a un concierto de rock cristiano. Yo sin alcohol no me muevo (de lado a lado, se comprende).

– Precio: Ajustado, para lo que ofrecen (camiseta, fideuá y, claro, correr), considero que es una inversión que se amortiza perfectamente y que espanta de un plumazo cualquier temor a creer que se compra acciones de Bankia. Eso sí, los tres euros de diferencia entre correrla con y sin chip se me antojan excesivos.

La camiseta… se ilumina de noche. Lo se, es una chorrada, y no se hasta que punto se ha diseñado conscientemente, pero me ha hecho gracia.

Algunos detalles durante la carrera: Lo reconozco, no las tenía todas conmigo con el nuevo recorrido pero tengo que admitir que en algunas cosas no ha sido tan catastrófico como esperaba. Sin ir más lejos la partida conjunta de las carreras de 5 y 10k se presumía que podría crear más de un problema en la salida (el cruzarse después de la primera rotonda dio un poco de miedo porque no se delimitó lo suficiente) y, sobre todo, en el momento que la prueba corta encararse la recta de meta y la otra siguiese su trayecto. Pero esta última se resolvió bastante bien a base de información previa por parte del speaker (eso sí, se le escuchaba flojito por los altavoces), un cartel bien grande en la recta de contrameta y unos cuantos voluntarios que iban señalando el camino correcto a cada corredor. Puntos kilométricos bien situados (se me escaparon dos a la vista pero es porque no estuve atento del todo). Y el avituallamiento a dos bandas correcto. Eso sí, hubo un par de fallos gordos que comentaremos después.

Cosas a mejorar

Recoger el dorsal y guardarropas.  Tener que ir a recoger el dorsal en un centro comercial los días establecidos como de consumo masivo ya puede provocar algunos problemas, sobre todo si el recinto está atestado de gente y las indicaciones allí son escasas (por el contrario, en las redes sociales se informó correctamente). Pero patrocinan y hay que pasar por el aro. Ok, acepto aunque sea una molestia para los corredores y los consumidores (no poder sacar el coche del parking durante una hora es un incordio para ellos si tienen otros asuntos que atender).

El problema está cuando el espacio disponible para atender a los corredores es insuficiente, el personal escaso y sobreatareado y el sistema para formalizar el proceso es engorroso (cola para pillar el dorsal, cola para pillar camiseta y, si se da el caso, cola para incidencias). Y ya ni te cuento si te has equivocado en alguno de los pasos anteriormente citados y debes comenzar de cero (siempre hay alguien, sobre todo debutantes, que se olvida de mirar que número de dorsal es el suyo antes de proceder a retirarlo). Resultado: un viernes con gente haciendo varias colas y tardando más de una hora para lo que debería ser un simple trámite. Respuesta: reducción drástica del tiempo de espera el sábado unificando colas (camiseta y dorsal a la vez), sin ser tan estrictos con los requisitos (tanto que a veces no se pedía ningún tipo de indicación, supongo que apostando por la buena voluntad de los corredores) y con la misma dedicación por parte de los voluntarios.

Un aplauso por la rectificación a tiempo cuando estamos en un mundillo donde nos entestamos en persistir siempre en los mismos errores. De todas formas, no debe ocultar que a pesar del aumento de corredores no se ha adecuado un espacio que pueda asumir ese flujo, y eso es una asignatura pendiente para el próximo año.

Tampoco se libraron de las colas el guardarropas que tenía que atender en un espacio aún más pequeño, con aún menos personal y aún más trabajo (la forma de ordenar las mochilas era más caótica de lo que parecía en teoría) a todos los corredores que querían retirar sus emolumentos. Lo mismo que antes: más espacio, más voluntarios (no se puede pedir a cuatro personas que hagan la función de veinte) y mejor organización.

Llegar al punto de partida: Mucha gente optó por el coche. Y eso que ya se había indicado que había que llegar con antelación y que las plazas de parking del centro comercial eran limitadas. Pero aún así, las colas de los que llegaban con el tiempo demasiado justo produjo que algunos de ellos no estuvieran a tiempo para participar la carrera. Se puede criticar aquí a la organización pero creo que en este caso falta un poco más de cordura por parte de los corredores. Es una zona de tránsito constante, el aparcamiento está justo en la zona de salida de la carrera por lo que es lógico que a cierta hora se prohíba el paso, y hay medios de transportes alternativos (una flamante estación de ferrocatas ahí mismo). Pero  es que además, si aún así se quiere insistir en el coche apurando el tiempo, justo detrás de la Gran Via hay plazas de aparcamiento a punta pala, tantas que dan para montar un botellón universal (justamente donde yo aparqué sólo lo hizo un coche más y había por lo menos cincuenta plazas). Pero claro, hay que dar un paseo hasta la salida y no hemos venido a hacer esfuerzos innecesarios…

El acceso a las barquetas no está controlado: Un problema de montarlo a última hora, así que no era de extrañar ver a gente con dorsales de colores diferentes al cajón que se le había asignado. Y quizá hace falta algún cajón más para que no haya tanto tiempo de diferencia entre unos corredores y otros situados en la misma barqueta.

El circuito ha perdido atractivo... Aunque los cambios de recorrido apenas han afectado a la carrera de 5k (es en esencia el mismo) nos quedamos con la sensación agridulce de que la de 10k, como leí en un acertadísimo tuit, parece creado para cumplir con los estipulados 10.000 metros. La segunda parte del recorrido parecía más una huida de peli quinqui ochentera que una carrera popular. Intuyo lo que ha motivado esta modificación: cerrar un sábado más de dos horas los aledaños de la Gran Vía y el casco urbano de L’Hospitalet  puede llevar a furibundas críticas institucionales (por ahí rondaba la alcaldesa entregando los premios a los ganadores) por parte de consumidores, conductores y vecinos, pero está claro que los corredores hemos salido perdiendo. No es que sea un dechado de entusiasmo recorrer la parte urbanizada de la ciudad (tampoco el tiempo acompañó para que la gente saliese a curiosear) pero adentrarse en una zona tan desangelada (hasta cuando se celebra el Sónar la sensación deprimente predomina) puede hundir el ánimo a aquellos que van justos de fuerzas y mentalidad ganadora.

Los primeros se pierden. Un fallo en la señalización originó que medio centenar de corredores (justamente los que iban delante) se desviarán del recorrido pactado y se tragaran 200 metros de más. Por suerte, los tres primeros iban tan adelantados que la incidencia en las clasificaciones no fue trascendental pero sí que se adulteró el resultado del resto, y había mucho corredor con ansias de batir marca que se encontró que después de haberse dejado la piel durante más de media hora el esfuerzo no serviría para nada. Un error muy gordo.

Y me comentan que esa falta de señalización y cinta la aprovecharon algunos como excusa para inflarse a recortar…

Liebres: El año pasado sí que hubo y este no. Siendo una carrera ideal para hacer marca (el circuito se presta a ello) se echó de menos tener esa referencia.

Preguntas populares / Respuestas impopulares

Soy un principiante ¿es una carrera apta para mi?

Por supuesto. Es un circuito sencillo y llano. Tienes dos tipos de pruebas por si quieres ir paso a paso en esto de dar zancadas con cierto brío (probando los 5 km) o ya te lías la manta a la cabeza con la distancia estrella de las carreras populares, los 10.000 metros. Eso sí, si te inclinas por la más larga te encontrarás una segunda parte del recorrido más fría y desangelada que no motiva tanto ni a los que empiezan ni a los que corren por el simple echo de pasárselo bien.

¿Puedo hacer marca?

Sí. Es la prueba de la temporada que un buen montón de afectados por el síndrome de la marquitis tienen apuntado con una X más grande que la que le hizo el Barça a Figo para batir sus registros. Es la última gran oportunidad de la temporada antes del semi parón veraniego porque coinciden tres factores: temperatura agradable, circuito llano y estado de forma óptimo. A partir de aquí comienza a afectar el aumento de las temperaturas, aunque oportunidades siguen habiendo (sin ir más lejos: Almeda, La Maquinista y el Prat). Es ideal para ponerte un ritmo y aferrarte a él como si te fuera la batería del móvil en ello.

No lo entiendo, he ido más rápido que nunca y he hecho peor marca. 

No te preocupes, eso tiene explicación: por la noche la sensación de velocidad que tiene uno de si mismo aumenta. Parece que somos gacelas y no pasamos de orgullosos conejillos de Indias. Ojo, que he dicho sensación de velocidad, no de vértigo, esta última esta más relacionada al alcohol, las fiestas y la perdida de conciencia y vergüenza que suceden justo un par de horas después de haber corrido una nocturna y que transciende en cualquier garito de mala muerte.

RELACIÓN CALIDAD/PRECIO*: 7

MI NOTA*: 6,5

*POR SUPUESTO, SUBJETIVA A MÁS NO PODER Y VARIANDO SEGÚN LA OPINIÓN DE TODOS VOSOTROS.

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Consejos exprés para la Cursa Nocturna de L’Hospitalet

… y otros ‘A examen’

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