El primer gran 10k del año de Barcelona (aquí puedes ver un listado detallado de casi todas las que te vas a encontrar a lo largo del año), la Cursa Sant Antoni, es una buena prueba de fuego para comprobar si nuestro estado de forma se ha resentido con la resaca navideña o nos hemos cuidado lo suficiente como para atacar con éxito nuestro primer gran objetivo nada más dar la vuelta de hoja al calendario. Hoy nos enfrascamos en desentrañar todos los secretos del circuito, esperemos que os sirvan de ayuda.
1- Repetimos el circuito de 2014
Y esperemos que sin el chaparrón que nos cayó en aquella ocasión. Eso significa que varios tramos del recorrido son calles largas que sirven para poner un ritmo sostenido, que el último km y medio es favorable y se va a muerte, y que toca apretar los dientes en Sepúlveda y Paral·lel. Un circuito rápido y en el que se puede hacer marca si se corre con un poco (solo un poco) de cabeza.
2- Es llano… pero tampoco tanto
Aunque no lo parezca hay algunas calles que pican para arriba y según como las tomes te pueden llevar a un punto de agonía. Te las chivo ahora mismo:
Sepúlveda: Sobretodo la parte más a Paral·lel comienza a tener una pendiente considerable. Haces un km largo al inicio de la carrera y después atacas de nuevo su tramo más duro sobre el km 8. Toca regular.
Tamarit. Es larga aunque la pendiente es muy suave, casi inapreciable si tenemos las piernas frescas. Se hace a ritmo de carrera.
Viladomat. Tan breve (una manzana de distancia) como anecdótica, no reviste ningún tipo de problema superarla.
Paral·lel. Algo más de medio km aprox. con una pendiente suave y constante. la suerte es que no alcanzamos el tramo más duro (aquel que comienza a la altura de Lleida y se extiende hasta Pl. Espanya).
Entença. Subida conocida para aquellos que han corrido la Jean Bouin o la Cursa de l’Amistat, pero en este caso nos la encontramos con la carrera ya muy madura (unos 250 m hasta alcanzar el km 8). No excesiva pendiente pero que ya pica porque venimos tocados de Paral·lel.
3- Para hacer marca: piernas, ritmo y saber regular
El ritmo de carrera que te plantees para la cursa Sant Antoni lo tendrás que ir modificando según la zona por la que transcurras dentro del recorrido; saber que perderás algunos segundos que luego recuperarás en otros tramos más favorables. Hasta el km 2 te tocará perder algo de tiempo; toda la parte central puedes ir a ritmo de carrera incluso rascar algún segundo perdido; en el combo Paral·lel + Entença + Sepúlveda te tocará regular; y desde Gran Via a meta dándolo ya todo.
4- No tendrás un ritmo cómodo hasta llegar a Gran Via
La salida es ancha pero somos cerca de 4.000 corredores y notaremos las estrecheces ya en el primer giro donde perdemos un carril, algo que se hace extensible en Sepúlveda. En ésta última calle además nos tenemos que enfrentar a una pendiente que comienza suave y acaba convirtiéndose en bastante seria ya en sus últimos estertores. No te obceques en clavar el ritmo porque, probablemente, te toque hacer el resto de carrera apajareado. Aquí hay que salvar los muebles.
5- El tramo central se deja correr
Desde Gran Via hasta aterrizar en Paral·lel tenemos media carrera (unos 5 km) para ponerse un ritmo de crucero y no dejar de insistir en él si nos vemos con fuerza (calles anchas al principio y el pelotón más estirado). Si ya notamos desde un principio que hoy ese ritmo es demasiado para nosotros yo de vosotros no lo forzaría e intentaría buscar uno más cómodo. Porque el tramo que se inicia desde Paral·lel puede dejarte buen montón de cadáveres.
6- Paral·lel, Entença y Sepúlveda, el último gran escollo
Es importante iniciar el tramo menos favorable de la prueba, el que da inicio en Paral·lel y conecta con Entença y Sepúlveda con las piernas aún frescas, porque si llegamos son un punto de agonía se nos va a hacer muy cuesta arriba. Aquí toca regular sin dejarse llevar, claro, pero tampoco poniendo un ritmo que en el casi km que tenemos por delante se nos acabe haciendo inasumible.
7- Desde Gran Via a tope
El último tramo que va de Gran Via a meta es la carta con la que realmente nos jugamos el finiquitar la carrera con una gran marca. Si hemos superado con creces todas las etapas anteriores aquí tocará rematar elevando el ritmo de forma progresiva a medida que nos vamos acercando a la línea de llegada. Solo un pero: ojo con la recta de meta, que venimos de dos calles que pican suavemente para abajo y ésta, más llana, se nos puede hacer muy larga.
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El recorrido de 0 a… 10.000
*Ojo! Las distancias son apróximadas.
