Fina lluvia, alta humedad y agradable temperatura para una nueva edición de la Zurich Marató de Barcelona que se ha saldado, como siempre, con grandes sueños cumplidos y otros (espero que los menos) truncados. Pero con el espíritu intacto de esa victoria previa que es haberlo intentado. Vamos a por el análisis.
– Lugar: Barcelona.
– Fecha: 17 de marzo (8:30).
– Participación: 18.400 corredores.
– Tipo: Asfalto.
– Precio: 61,62 / 72,82 / 84,02 euros según el momento que te hayas inscrito.
– Distancia: 42,195 gloriosos km.
– Servicios: Guardarropa, ¿vestuario?, masajes, duchas, avituallamiento líquido (agua e isotónica) y sólido (fruta, frutos secos, geles) en carrera y al cruzar la meta.
– Obsequio: Camiseta*.
– Circuito: Muy turístico, ancho y sencillo, con algunos desniveles principalmente en el inicio de la carrera. Más sobre él aquí.
– Resultados: Aquí
*Que apoquinas con tu inscripción.
Cosas que están bien/ muy bien
– Voluntarios: Un número incontable que han conseguido que la carrera se desarrolle sin grandes problemas, currando a destajo y que además han aguantado la agradable lluvia para el runner con sofocones / puñetera lluvia si estás quieto en un lugar concreto o llevas demasiadas horas dando zancadas como héroes. Ellos son los que hacen que año tras año la Marató de Barcelona sea una de las pruebas mejor organizadas del panorama atlético.Y encima animando. De diez.
Y, por cierto, desde aquí mi agradecimiento especial al chaval que me ha ayudado a llevar los 30 metros que quedaban a meta a un corredor que se nos iba derrumbando delante. Luego he visto la tristísima noticia del fallecimiento de otro corredor en la carrera y me he arrepentido totalmente. Lo primero, antes que nada, es la salud. Por favor, y esto lo digo muy en serio, a la más mínima que veáis un problema frenar. Os quiero ver enteros y felices.
– Circuito: Aún con sus discutibles modificaciones, alguna muy dolorosa (hablaré en un momento del tema) sigue siendo un recorrido bonito en casi su totalidad (la primera parte y Meridiana son un poco palo pero hay que cuadrar la distancia y además se debe pasar por el Camp Nou para completar la cuota turística). Circulando por varios de los monumentos más pintorescos de la ciudad (algunos, claro, más cuestionables que otros) y con un par de momentos de ida y vuelta que te permiten la conexión con los que van por delante y por detrás (y así comprobar la gran riada de gente valiente que se atreve a emular a Filípedes) no se hace apenas aburrido. Y eso en un maratón de asfalto es un logro.
– Avituallamientos: A dos bandas, con un número muy elevado de voluntarios sirviendo y tan largos que te dan la oportunidad de intentar dos o tres veces cazar ese reposo de energía tan necesario. Y es que muchos no tenemos el don de acertar siempre a la primera. Ah, y en prácticamente todos con lavabos por si surgía alguna urgencia en carrera. Otro punto a favor.
Cosas a mejorar
– Precio: Supongo que la Marató de Barcelona prefiere compararse a las míticas maratones europeas que a otras como San Sebastián, Valencia o Sevilla (que gracias a una excelente relación calidad/precio, sobre todo la tercera, se han convertido también en referentes a nivel estatal). El objetivo es confirmarse como la cuarta continental y cada día acercarse un poco más a Londres, Berlín y París (con esta última comparten organizador, ASO) tanto en servicios como en éxito de participación. Pero cuando al final se registran mil personas menos que en la anterior edición y 3.000 menos de lo que esperaban hace unas pocas semanas es que algo ha fallado. Y yo lo vinculo, no se si acertada o erróneamente al precio de la inscripción.
El incremento del IVA ha hecho muchísimo daño, es cierto, pero sobretodo porque ya veníamos de otra subida de precio acumulada. Si a eso le sumamos que la Maratón de Sevilla que se celebró hace tres semanas ha sido todo un éxito de participación gracias a sus precios populares (mucha gente del sur ha preferido esta opción), que la crisis golpea muy duro, tanto que en Europa también se ha dejado ver (los corredores foráneos tienen que sumar además los gastos en viajes y alojamiento), y que el método de cambio de precio al alcanzar un número de inscritos ha podido lastrar las inscripciones, tenemos un buen ramillete de argumentos para tener en cuenta a la hora de plantear el precio de una carrera. Por ahora sabemos que la intención es mantener los precios durante varios años, aunque ya se ha redondeado para arriba (hasta dos euros).
Ya se que las grandes maratones tienen un precio parecido o incluso superior (aunque también influye en que se agoten en poquísimo tiempo las inscripciones), pero también comparemos sueldos y nivel de vida. Ya sabéis, la discusión eterna desde que entramos al euro.
Estoy seguro que es circunstancial y que gracias a esa Masia de la Marató que es la Mitja de Barcelona y que ha batido récord de participación (otra vez más) muchos probarán con su hermana mayor. La salud de la Marató es incuestionable a pesar de este traspiés. Pero hay que ser un poco sensibles con la situación actual y si ves que se están frenando las inscripciones de manera alarmante no subas el precio marcado 10 euros porque ya toca. Lo único que se consigue es que el que está entre la duda y la determinación al final acabe por descartar la idea de inscribirse y que sólo consigas recabar a 1.400 maratonianos más. Y la otra pregunta es si el incremento de precio se ha visto reflejado en una mejora de los servicios, y aquí hay que decir que en algunas cosas sí (especialmente avituallamientos) y en otras no tanto.
– Cambiarse al aire libre: Por mucho que se haya avisado y aún comprendiendo que después del caso ‘Madrid Arena’ todos los organizadores de eventos van con pies de plomo no es de recibo que goteando el cielo la gente se tenga que cambiar al aire libre y no bajo techo (que es algo más que eso: también una zona donde estar tranquilo, animado y concentrarse para lo que se avecina). Si son problemas de aforo entonces la solución es bien fácil: más metros para obtener un servicio que creo que es básico en una carrera de este tipo o… adecuar la participación al aforo. Como creo que se quiere optar por la primera opción es simplemente ponerse manos a la obra. El cabreo matutino fue generalizado. Eso sí, el guardarropa funcionó de lujo.
Esos problemas de aforo fueron también los responsables de crear algunas colas el sábado para ir a recoger el dorsal y visitar la Feria del corredor.
– El circuito pierde un emblema: Y ese no es otro que el paso por la Plaça Sant Jaume y Les Rambles. Via Laietana, por mucha historia que tenga detrás, jamás podrá igualar el carisma de este paso antes de afrontar la dura cuesta de Paral·lel. Se echó mucho de menos.
– Una salida un poco sosa. Primero por partirla entre élite y populares (pero, bueno, esto diría que ya son temas del cobro de la licencia que quiere imponer la federación de atletismo). Pero especialmente porque faltó algo de abrigo como audiovisuales motivadores, más gresca con los corredores y buen petardo sonoro para saber cuando comienza de verdad. Algo de jarana, vamos.
– Metro colapsado: No se entiende que el tercer evento deportivo que más gente moviliza de la ciudad, tras el Barça y el Espanyol, no tenga un transporte público que lo pueda absorber. Y es muy fácil, sólo hay que aumentar la frecuencia de paso del metro, el transporte ideal para seguir la Marató.
Preguntas populares / Respuestas impopulares
Soy un principiante ¿es una carrera apta para mi?
Como primera experiencia maratoniana es una oportunidad inmejorable. Aunque hay circuitos más favorables (no voy a decir menos duros porque creo que veo más correcto más suaves) el de Barcelona te permite encontrarte con gente de tus mismas características: debutantes con tanta ilusión y determinación como miedos y temores. Y eso crea una empatía siempre positiva (ya sabes: en el sufrimiento todos somos iguales). El abrigo de la cada vez más entregada afición y un circuito turístico donde los momentos de aburrimiento son muy concretos, señalados y no acaban pesando en el ánimo te ayudaran sin duda a pasar tu bautismo en la más mítica de las distancias.
¿Puedo hacer marca?
Sí, aunque hay circuitos más rápidos que éste donde sería más fácil conseguirla. Si buscas màxima mundial de tu temporada quizá Sevilla, Valencia o San Sebastían te permitan más facilidades terrenales para conseguirlo. Aún así, sabiendo jugar bien tus cartas (o sea, corriendo con cabeza) puedes llevarte una buena alegría. Sólo necesitas interiorizar que no hay que darlo todo al principio y saber llegar con fuerzas para que no se nos atragante el tramo final del Paral·lel.
Vale, he completado un maratón, ¿Y ahora qué? (se abre un vacío existencial)
Antes que nada… Leñe, disfruta de tu logro. Aunque cada vez son más los que comparten la gloría de probar (y aún más finalizar) un maratón eso no resta nada de mérito a tu proeza, deberías estar celebrándolo con una buena comilona, con una llorera irrefrenable o leyendo éste texto sin entender ni papa por esas cervezas y botellas de cava que merecidamente han ido rodando. Pero aún así, la meta de correr no es completar un maratón, es ser feliz corriendo y eso se puede hacer de mil maneras: buscando monstruos aún más colosos que conquistar (hay carreras que llegan hasta los 200 km de distancia, una barbaridad… hasta que lo haces), intentando batir marca en la misma, probando en otro tipo de disciplinas, repitiendo por el simple placer de ver trotar a la marabunta, o saliendo a correr sin objetivos concretos y con el único ánimo de perderse con uno mismo. Gracias al ex jefe de equisuvepalito que el mundo del running no se acaba en el maratón.
RELACIÓN CALIDAD/PRECIO*: 6
MI NOTA*: 8
*POR SUPUESTO, SUBJETIVA A MÁS NO PODER Y VARIANDO SEGÚN LA OPINIÓN DE TODOS VOSOTROS.
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Si no has tenido aún suficiente puedes dejarte las corneas en estos otros posts:
A examen: Cursa de Sant Antoni
A examen: Cros Popular de Sants
A examen: Marató del Mediterrani
A examen: Cursa de Can Mercader
