Esa Maratón que nunca fue

Hace un año del #PutoCovid, hace un año que, por desgracia, una pandemia nos sacudió de lleno con una virulencia que la mayoría de nosotros nos cogió desprevenidos y de ahí ese KO técnico que nos ha dejado grogui más tiempo  del deseado. Y aquí seguimos, intentando levantarnos de la lona sin aún saber cómo hacer una buena defensa a estas acometidas que van directas a la mandíbula (las secuelas que ha dejado, los allegados que se han quedado por el camino…), al ánimo (a nivel de salud mental ha sido catastrófico) y a nuestra forma de vivir (ya sea por la parte económica -un desastre para muchos hogares- o social -perder casi todo lo que vale la pena y nos hace parte de una comunidad-). Eso es lo que nos ha dejado el #PutoCovid y eso es la lección que debemos aprender para evitar en un futuro repetir el mismo escenario.

También hace justo un año que dejamos de hacer una actividad mucho más prosaica pero que es parte de nuestra día a día (unos hacen arte, otros buscan los rayos del sol, algunos combinan armónicamente notas musicales, los hay que disfrutan de una charla alrededor de una mesa, a mí me gusta correr). Hace un año de la suspensión de esa Marató de Barcelona que batalló hasta la última semana por celebrarse y que cayó cuando todo se hizo irremediable. Una maratón que corrí imaginariamente por Twitter porque el#PutoCovid nos enclaustró en las cuatro paredes de nuestros hogares y porque una manera de entretener haciendo aquello que mejor se me da (un poco el payasete). Esta fue mi Marató de Barcelona 2020.

Dando vueltas en la cama desde hace 3h, los putos nervios no me han dejado pegar ojo. Camiseta al revés, visita al Sr. Roca por triplicado (valió la pena hacer noche en el Mercadona para el papel higiénico) y desayuno que parece elaborado por la Nasa. Vamossss

El metro a petar de gente como siempre, pero esta vez huelen a reflex y tiene pinta de fiesta ACID con todos de fosforito y unas zapas dignas del Scorpia. A estilosos no nos ganan nadie.

Saludos rápidos, que voy al cajón de salida con el tiempo en el culo. El calentamiento es de la boca del metro, así de inútil soy.

Entro en el cajón y de la barqueta kamikaze: de 20 solo encuentro a dos colegas, como siempre todos desperdigados. Y ahora…. PIEL DE GALLINA!!!!!!

Mamones, esto es chantaje emocional, no me hagáis llorar tan pronto. Estoy justo en el lugar donde quiero estar, en el momento que quiero estar y con la gente que quiero estar. Y recuerdo que todo el palizón de entrenos ya ha valido mucho la pena. Disparo de salida!!!

Primeros metros con triple misión: – Pelearme por encontrar mi hueco entre la marabunta. – No perder de vista a los colegas de barqueta – Saludar a los que me van a seguir desde la barrera Fracaso por partida triple Sants está PRECIOSA

Pasamos del caos a un endeble orden, pero veo que los 2 primeros km han salido más lentos. Y como tengo un cerebro incapaz de asumir que a/ está dentro de lo establecido en la estrategia b/ incapacidad de hacer cálculos matemáticos… Pues acelerón gratuito que pagaré por panolis

Primer monumento conquistado (Camp Nou), llega el avituallamiento. Si consideras que somos una sociedad de orden que hace caso a los consejos, te invito a presenciar la horda zombi arrasando las primeras mesas. Haciendo méritos para de abuelos asistir a ferias gastronómicas.

De camino a las Arenas es hora de hacer primer examen de daños: vamos bien, quizá un pelín flipado porque el perfil es favorable. Pero es que las piernas me están pidiendo caña y, oye, yo no puedo poner límites a tus sueños, me vayan a tachar de ser el menos Bucay de mis colegas.

Km 8: Buf, buf, buf. La virgen la de gente que hay por aquí. Debería centrarme y seguir el plan (efectivo, sí, pero más soso que unas acelgas al vapor) pero… me vengo arriba y ya estoy chocando manos y gritando como un energúmeno. Pan para hoy… leña para el muro.

Km 11: Ese momento en el que te das cuenta que los compis SÍ han cumplido con los entrenos y descansos y que tú llegas más pasado (de forma) que Weinstein al casting de ‘Las virgenes suicidas’. @Barceruel, @tiburonHuertas,  @josepfc1975, y @jum4l0  dadme una tregua!

Km 13: Tarde o temprano tenía que suceder: si en su momento fue uno disfrazado de banana gigante, otro de Sonic y hasta uno de monja, este año nos adelanta un pavo a ritmo de sub2h55′ disfrazado de Satisfayer. El mazazo moral se ha sentido más que el primer «te quiero como amigo»

Km 15: primer gel del día ingerido con un porcentaje de éxito que me hace ser francamente optimista. O sea, 25% en la boca y 75% churretes en la camiseta. Para vuestra información: La Sagrada Familia está en obras pero tiene pinta que en un par de semanas se termina.

Bueno, ya tenemos aquí la #PutaMeridiana, prima hermana de #PutaDiagonalMar y #PutoParal·lel. Me come tanto la moral este tramo: es tirar a canasta y tapón del abusón… Dejo de bracear y hago el gesto de la L mirando al cielo. Zenon, no te olvidamos. Apuntad también: #PutaELA

Madre mía, que larga que se me está haciendo la #PutaMeridiana; el próximo año si queréis nos lleváis ya hasta Torre Baró y hacemos unas tapas. Suerte que por el camino puedo ir saludando a los que están de vuelta y que sé que por ahí anda @RuZaKeN y los @masquesstandreu animando.

Media maratón sufridamente completada y vaya escabechina: la grupeta hecha añicos y, ¡sorpresa!, soy el primero en quedarme y sentir el aliento de las liebres de 3h comandadas por el gran @joanpique1. Asistimos a un nuevo capitulo de #OtorAñoQueLaVuelvoACagar.

Soy como la selección antes de Iniesta (la que solo llegaba a cuartos): jugamos como nunca, perdemos como siempre. Cosa que siempre fue mentira porque realmente juego una mierda y mis resultados van en consonancia. Me agarro a las liebres de 3h como si fuera el caldo de mi madre.

El giro para salir de Meridiana me pone siempre la piel de gallina y me hace subir el ánimo. Gracias siempre, Barcelona, por estar ahí animando. Los runners somos unos #attentionwhores de frenopático pero estas cosas nos dan la vida.

Km 27: tras unos km #acaradeperro, a mitad de Diagonal Mar tengo el único momento de lucidez : «Pavo, así no llegas ni al 30». Toca Plan B: adiós a las liebres, ritmo para llegar a meta con buena cara y agradecer las muestras de cariño de @_spanjaard  @HBuira@martaflorrick

Km 30: ese momento en que el efecto de la gravedad no te lo salva ni metiéndole muelles a las Vaporfly. El falso llano de Taulat me sienta como un jagermeister para desayunar. Me adelanta hasta el apuntador y su primo que comenzó a correr hace un mes.

Penando por el litoral marítimo, que es como Miami pero con palmeras muertas y olor a fritanga. Ahora ya se trata de disfrutar, reírnos de nuestras petadas y de agradecer todos los ánimos de los muchos colegas y voluntarios que hacen de la Marató sea así de especial.

El puto repecho del km 32 es como un Everest hecho de figuras de Lego, como un polvo de 5 segundos que encima te preña. Y @Pakobeer para pillarnos con su cámara con la cara desencajada a ritmo de tortuga y Carlos Sánchez más adelante pidiendo sonrisa en esta caravana de zombies.

A ritmo de Robocop me he sacado de encima el tedio de Marina (Wai, vuelve!) y Pujades. Comienzo a recoger cadáveres y veo alguna cara chunga a los que voy preguntando si todo ok. Tranquilo porque me dicen que sí, espantado porque me imagino que mi cara también debe ser un poema.

Para que os hagáis una idea, a estas horas me acojona menos alguien que salga del ElRow de camino a meme de Callejeros que algún #NoPainNoGain de saldo que se flipa más de la cuenta. Keep Calm peña, que la maratón es para tener un buen recuerdo de ella en casa, no en el hospital.

Paso por debajo de Arc de Triomf y ya sé que a partir de ahora todo lo que está por venir es una gozada. A la mierda la técnica de carrera, brazos arriba para aplaudir a la gente y siempre un «gracias» por hacerme vivir este momento.

Llego a plaça Catalunya y saco el viejo cascarrabias (traduzco a los Z: ‘Ok, Boomer’ del siglo XX) que llevo dentro cuando nos hacen girar para Via Laietana sin pasar por el tramo peatonal de portal de l’Àngel y la Catedral. Escucha, parguelas: «Antes todo esto era Maratón».

Km 38: Pasar por el avituallamiento @corredors, chocar la mano a tanta buena gente, que te informen que los de la barqueta kamikaze van a buen ritmo (@DaniPons73 aquest any sí!) y parar a saludar a Biel (Descansa en pau, amic…) que se ha acercado a animarnos (#PutaELA). Por estas cosas corro.

Km 41: El martirio subiendo Paral·lel y Sant Antoni… al 1% de desnivel. Esa sensación ridícula de tirar de épica mientras los vecinos pasean casi a tu ritmo y hacen el vermú viendo el show. Alguien ha echado cola en las suelas de mis bambas, si no es que no se entiende.

Ya voy con ese jeto que ir a chocar las manos supone dejar secuelas psicológicas en los críos que me lo pedían a lo lejos. Pero, vamos, que yo no me pierdo esta fiesta aunque se me escape saludar a @Chaski_urbano

«Va, que ya lo tenemos», les voy gritando a los colegas que van parando por los calambres para que @mobo06 y los @FisiorunnersCAT le atiendan allí mismo. El repecho final de Sepúlveda ni se nota teniendo a tanta gente encima tuyo.

Y… ya estamos en la recta de meta. Hace ya un tiempo que he asumido otro fail en mi intento sub3h (hasta en mi imaginación soy un loser!!!!), así que no hay presión alguna.

Una mano en el pecho y la otra señalando a la gente que aplaude, buscar a @amontenegro79 para chocarle la mano y limpiarme los churretes para salir digno en las fotos. Y degustar al máximo estos últimos metros, es el mejor regalo que tú, yo y cualquiera que la corra se merece.

Allá, entre abrazos, nos vamos encontrando todos. La alegría se desborda porque sí, porque este año ha sido el bueno para gente que bien se merecía que la Maratón fuera justa a su ilusión y entrega. Y a los que no, siempre tendremos mañana y disfrutar brindando con las derrotas.

Saludo a @IsidroRunninges, aliviado por haber podido sacar otro año adelante esta pedazo de Maratón y busco a Mercè y María para cumplir con la tradición de que me pongan la medalla. Coñas con los de BCN Voluntaria antes del desafío final de subir los escalones del guardarropa…

Y salir pitando al último km a animar a todos los colegas que están llegando a meta mientras escribo a @vmpuga, que le toca guardia en el Broggi (y luego un año de batalla contra la COVID que poco será reconocida): «Otro fail, otro año que me lo he pasado en grande. Te quiero».

Me queda una tarde intensa: subir las fotos, hacer la crónica, comentar la jugada con todos los que se pasan por el blog, preparar las Mini Historias… Otra maratón, igual de divertida y sacrificada, pero eso es otra historia. Gracias por haber aguantado toda la turra!!!!!!!

18 comentarios en “Esa Maratón que nunca fue

  1. Gracias David por hacerme pasar un buen rato y sacar unas risas. Me has hecho revivir la maraton, despues de tanto tiempo.

  2. Por un momento me has hecho volver a vivir lo que es y significa una maraton. Del furgon de cola, he llegado cojeando la mitad de los intentos, pero llorando o euforico cuando los astros se alinearon. Muy grande. Ya falta menos…

    Gracias por mantener la llama. Un abrazo!

    • Eso, Francisco Javier, ya falta menos. No diré que en un abrir y cerrar de ojos pero ya estamos en la senda de poder revivirlo en carne propia.

      Salud!

  3. También me levanté el domingo pensando en que hoy era el día «D». Hizo buena día, fresquito , poco viento… Un buen día de Maratón…

    El 7 de noviembre esperamos que ocurra. Espero que el recorrido lo modifiquen para evitar sobretodo doblar meridiana y diagonal, una vez vale, pero la vuelta se hace muy pesada.
    Me surge la duda de la edición del 2022 si la ubicarán en marzo de nuevo, dejando sólo 4 meses de separación… En fin, parece que hay ganas.

    • Yo creo que sí, que habrá doblete noviembre-marzo, además es la intención de la Marató y el Ayuntamiento. Probablemente la de noviembre aún esté marcada por las restricciones de la COVID (hoy mismo Boston ha limitado el número de inscritos reduciéndolo en un tercio y allí la previsión de completar la vacunación está mucho más adelantada que en Europa). La de marzo ya debería ser casi al 100% normal (que no lo será en un buen tiempo, las secuelas y los protocolos ahí quedarán) y volviendo a su fecha para evitar el caos de los solapamientos.

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