Deja que hoy celebre mi maratón (y ya mañana me lo echas en cara)

Explícame cuál es el motivo por el que, con sencillamente correr poco más de 42 km, hoy me sienta como si hubiera finiquitado con mis propias manos la construcción de la Sagrada Familia, hubiera redactado el discurso que sellará el acuerdo de paz a nivel global y hubiera resuelto el jeroglífico de programar el mando a distancia sin acabar éste incrustado por pura frustración en la pantalla del televisor.

Explícame por qué me siento elevado por encima del resto por algo que han completado de igual manera más de 20 millones en la historia y un tercio de la población europea. 

Explícame también por qué puede que hoy me convierta en un crío malcriado y me obnubile algo tan profano como ir de un punto A a un punto B como si fuera la misión de mi vida cuando no es otra cosa más que un nuevo capítulo a disfrutar de tu periplo por estos lares. Que me pueda el mal perder porque las cosas no han salido como había soñado durante la noche y lo que no había entrenado durante el día. Que llore a moco tendido porque aún sabiendo que, si quiero y en un abrir y cerrar de ojos, podría estar en la línea de salida para volver a intentarlo, ese dolor que me ha dejado tirado en la cuneta no me permite ver la luz al final del túnel. Que me decepcione conmigo mismo, me fustigue y me den ganas de colgar las bambas por algo tan fútil como no haber cumplido con el objetivo marcado.

Explícame el motivo por el que me me invade esta enorme felicidad al ver que un compañero ha rebajado unos pocos segundos su marca y, aún así, está más cerca del coche escoba que del atleta que hace horas descansa en el hotel. Que aún viéndole cada día, sienta como un reencuentro abrazar a un amigo que vuelve a competir y completar 42 km tras esa maldita lesión que le dejó durante meses sin su patio de recreo. Que me parezca un gesto de humanidad y honradez máxima el ayudar, sin tener la necesidad, a otro a cruzar la meta para que cumpla con su sueño. Que me desviva por echarle un cable desinteresado a alguien que solo conozco de haber compartido estos últimos metros de carrera.

Y explícame cuál es el motivo por el que me invade la felicidad de ver como otros cruzan la meta a su humilde trote y ya con el ganador homenajeado, duchado y rumbo a casa. Y que me alegre tanto por el vencedor como por el último y que eso no signifique que minusvaloro una victoria.

Porque detrás de de cada corredor hay una pequeña historia, una que no va a cambiar el mundo de los otros, pero sí un poco el de uno mismo.

Mañana puede que esa medalla, que mordida sabía a oro, acabe pillando polvo en el cajón de la ropa sucia. Que esa aventura, que he vendido como si se tratara del desembarco de Normandía, lo rebaje a mero trámite porque ya comienzo a echarle los tejos a otra futura aventura. Que lo que era una heroicidad sin parangón lo acabe matizando con una mezcla de orgullo y un punto de humor autoparódico. Permíteme sentirme, muy en la distancia, como el primero que ha cruzado la meta hoy y el 3.587 mañana.

Se trata solo de correr y correr es un ejercicio apasionadamente imaginativo. No trasciende por fuera, pero te revuelve de arriba a abajo por dentro. No le importa a nadie, menos a quien le tiene que importar, que es a ti mismo.

Sí, son 42 km como cualquier otros. Pero, eh, un momento: son mis 42 km. No me quites la ilusión de celebrarlos como me dé la gana.

26 comentarios en “Deja que hoy celebre mi maratón (y ya mañana me lo echas en cara)

  1. Y porqué no ? Te lo tengo que explicar ?
    A todo aquel que no lo entienda, porque no lo pruebas tu mismo y lo descubres, seguro que será una experiencia increíble, animate a descubrirlo no te arrepentiras Y no pidas que te justifiquen lo que no eres incapaz de entender y menos aún de afrontar, porque seamos una minoria respecto a la población mundial no quiere decir que debamos ir dando explicaciones, todo runner se ve obligado a responder enemil veces y tú porqué corres a lo qué yo respondo y tú porqué no lo haces? Dicho esto porque me otorga libertad, un tiempo perfecto para estar conmigo mismo y me hace feliz hace falta algo + ?

      • Estic d’acord amb tu David, però es dona per sentat que hi ha coses que li agarden a la gent que no motiven una pregunta com aquesta i tû perquè corres?, ja sigui maratons, ultres, facis trail o curses de 5k o 10k? a molts ens agrada el cinema, llegir, escoltar mûsica, viatjar i ningú ens pregunta amb cara de sorpresa i tu perque viatges o escoltes música? Es dona per sentat com un fet normal que això agarada a tothom i no és cert ara bé a ulls d’aquests que pregunten i tu perquè corres ? el que jo contesto és simplement i tu perque no ho fas. Des del respecte mutu. Amb la mateixa llibertat que em fan la pregunta contesto sense ànim d’ofendre a ningú.
        Bé a banda d’aquesta reflexió està molt bé el teu article, m’he sentit identificat en moltes de les reflexions que fas. Abraçada

        • Cert. Molt d’acord amb la teva reflexió, sempre ens hem d’excusar i argumentar el per què ho fem. Comparat amb altres aficions, córrer és de les que més desconfiances o alertes acaba fent aflorir entre la gent.

          Salut. Una abraçada, Jordi

  2. Felicidades David, por ser capaz de escribir lo que yo pienso y no soy capaz de expresar.

    Un abrazo.

  3. David,

    emocionant, excel.lent ! Si hi ha alguna cosa millor que correr una marató, és llegir sobre la marató. No et cansis mai d’escriure sobre maratons, si us plau! Gràcies, David

  4. Felicidades, David, gran post.
    Eso que describes, esa sensación o sensaciones, totalmente justificadas, es cierto que van disminuyendo de intensidad con el paso del tiempo y la experiencia acumulada. Por ejemplo, todo el mundo de mi entorno se enteró de que corrí la Marató de Barcelona 2011 o 2012(vaya turra que dí), pero poca gente sabe que este año corrí la Marató Pirineu. Con el tiempo, por suerte, dejas de dar tanto la tabarra, aunque si te preguntan, la das igual. Y también, con perspectiva, le estoy muy agradecido a la gente que fue comprensiva con esas sensaciones y no me dieron con un puño en la boca.
    Mola como durante la semana después, te enfundas la camiseta que te han dado, y te pavoneas como si tuvieses la marca lograda en la frente o la palabra finisher tatuada en el bigote. Que no nos quiten eso…

    • Yo siempre digo que quiero vivir esa sensación del día después de la Maratón de Nueva York de ir paseando con la medalla colgada y que la gente venga a felicitarle. y no por una cuestión de ego, sencillamente por un tema de empatía, tradición y orgullo de ciudad. Que se mantenga siempre vivo este pavoneo!

  5. Benvolgut David,
    gràcies per aquestes paraules tan ben trobades. És un plaer llegir-les i m’has fet passar una bona estona.

    Una abraçada.

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  7. Reblogueó esto en BLOGMALDITO RUNNING PUBy comentado:

    Correr es un ejercicio apasionadamente imaginativo. No trasciende por fuera, pero te revuelve de arriba a abajo por dentro. No le importa a nadie, menos a quien le tiene que importar, que es a ti mismo.

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