A examen: Cursa de l’Amistat

Hacer encaje de bolillos para sacar un par de horas libres en un día entre semana y poder hacer cola a primerísima hora para conseguir un dorsal. Levantarte a las 5 de la mañana y pegarte el palizón de tu vida dejando el coche en una punta de Barcelona y cruzar la ciudad y comerte una mortal subida para llegar a la salida (toma calentamiento). Meterte entre pecho y espalda 10 kilometrazos de eterna y agónica subida cuando los primeros 5 te venden que esto iba a ser un paseo. Pensar «¿qué demonios hago un 1 de noviembre chiquiteando por la carretera de Vallvidrera si podría estar zampando panallets y disfrutando de la caraja post Halloween en mi tentadora cama?«…

¿Y todo esto por qué? Pues todo esto es por una carrera que si no existiera habría que inventarla y que no entiende lo que es el paso del tiempo. Esa carrera es la Cursa de l’Amistat y es una maravilla

  • Lugar: Barcelona
  • Fecha: 1 de noviembre (8.00).
  • Participación: 850 corredores.
  • Tipo: Asfalto.
  • Precio: Gratuita (1€ de seguro si no estás federado).
  • Distancia: 16,2 km
  • Servicios: Avituallamiento líquido en carrera (agua) y líquido y sólido (agua,  frutos secos, coca, cerveza sin alcohol) al llegar a meta.
  • Circuito: De mar a montaña, desde el Castell de Montjuïc al Tibidabo, en un recorrido que empieza favorable pero que va ganado desnivel y dificultad a medida que pasan los km.

Clasificaciones (provisionales)

Fotos Cursa de l’Amistat

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Cosas que está bien

¿’De corredores para corredores’? Mejor ‘de amigos para amigos’

En unas carreras compites (en sus muy distintas formas) y solo te concentras en ello desde que das el pistoletazo de salida hasta que cruzas la línea de meta. Es así y me encanta porque el desafío es parte inherente del deporte. Pero la Cursa de l’Amistat… La Cursa de l’Amistat es algo más: es una carrera de momentazos y yo cada año colecciono un buen montón de ellos y estoy completamente seguro que vosotros tendréis los vuestros guardados a buen recaudo. Compartir experiencias con los amigos que están o corriendo al lado tuyo o cortando las calles y animando o controlando que todo funcione es lo que le da sentido a esta carrera.

Me contaba, a punto de lágrima (y yo intentando reprimirla, menudo momentazo),  uno de los más veteranos que está cada año ayudando a tirar adelante la carrera: «Estamos aquí para pasarlo bien, porque en la vida se trata de pasarlo bien. Yo a las 7 ya tengo que estar aquí arriba, en el Tibidabo, y en media hora tenemos que organizar el guardarropa y ponerlo en orden ante de que llegue el primer corredor. Pero todo eso vale la pena cuando te responden con una sonrisa y un gracias de cada uno de ellos…».

Es justo eso, debe ser la carrera en la que más gente se agradece unos a otros estar ahí y el hacerla posible, el de la inmensa alegría de ver como los debutantes salen con una sonrisa de oreja a oreja porque lo que les decías de la Cursa de l’Amistat lo han podido vivir por fin en primera persona, reencontrarte con gente missing in action que por arte de magia aquí no fallan (el llegar de nuevo a meta con un colega con el que entablé amistad hace un par de años justo aquí NO TIENE PRECIO), o el saludar a los de siempre que hoy están en el otro lado sin vestir de corto peroque no dejan de animarte (¿es o no es un lujazo que un Pucurull o un Fandes te ofrezcan la botella de agua)… Una carrera única.

Que tras 37 ediciones se mantenga fiel a si misma

Bueno, está lo del euro del seguro pero es que hay que cuadrar cuentas (antes estas cosas se pasaban más por alto, ahora hay que cumplir con las normas) y que ya no te toman el tiempo a mano en meta. Pero me refiero que, para mí, ya es una tradición que me encanta repetir el hacer cola a primera hora delante de la tienda Mates para intentar ser uno de los afortunados de ser obsequiado con un dorsal y contarnos batallitas entre los colegas; aportar nuestro granito de arena con agua y dulces para que se repartan en meta entre todos los corredores; esa furgoneta/guardarropa que va recogiendo corredores en pl. Espanya para ahorrarles la caminata hasta la salida; que no se escuche nunca a Myrna Mates cada vez que intenta soltar cuatro palabras en el Castell; que tengamos voluntarios de siempre y corredores reconvertidos en voluntarios o en fotógrafos (debe ser la carrera donde más instantáneas vas a poder guardar para el recuerdo) a lo largo y ancho del recorrido que agradecen así que aún exista esta carrera y te van animando en una Barcelona que aún está pegada a las sábanas;  el animadísimo sorteo, ese aplauso final general agradeciendo este pequeño milagro de carrera… Son tantas cosas que la hacen única que no me puedo estar más que comenzar mis calendarios de carreras populares redactando como frase inicial: faltan X días para la próxima Cursa de l’Amistat.

Una organización que no se paga con dinero

Una carrera con salida en una punta y meta en la otra y que encima son dos cimas, un guardarropas móvil, un circuito que abre en canal toda Barcelona, un par de avituallamientos bien servidos… Y todo desde el más absoluto voluntariado para que salga todo perfecto y sin que te cuesto (casi) ni un euro. Puede parecer un milagro, pero cuando ves el trabajo y la voluntad que hay detrás sabes que no es así, que esto es fruto del esfuerzo y el cariño que se le tiene a una carrera única como es esta Cursa de l’Amistat.


Cruzar Barna de punta a punta no tiene precio

Esa sensación de viaje que dan los recorridos con salida y final en los extremos (que a mí me encanta, de ahí mi debilidad por Matagalls, Behobia…)  aquí se ve potenciada porque la misión de conquistar el punto más alto de Barcelona (Tibidabo)  partiendo de otro de sus cotas más elevadas (el castell de Montjuïc) además le añade salsa y unas vistas espectaculares (si en plena subida aún te queda fuerzas para dejar mirar el suelo y ponerte a mirar lo hermosa que se levanta la ciudad). Pero es que además es bonito en su plena soledad, ya sea bajando la muntanya màgica, cruzando toda Barcelona como si esa mañana nos hubiéramos adueñado de ella y fuese nuestro patio de recreo, chiquiteando (que gran forma de definir ese paso agónico en plena subida por parte de Miguel Alòs) en la carretera de Vallvidrera flipando con el paisaje o disfrutando de unos últimos metros muy especiales por dentro del Parc del Tibidabo. No le puedo (ni quiero) pedirle más.

Encima es un recorrido de estrategia pura, de tener la cabeza fría y las piernas calientes pero no pasadas de rosca, y eso es diversión asegurada: ver los continúos hachazos, los adelantamientos fugaces y contrataques, o acompañar a otros a ayudarle a conseguir el reto de cruzar Barcelona de punta a punta.

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A Mejorar

Nada, quiero que se quede siempre así

Ya no es que sea una carrera de lo más competente en cuanto a organización y logística, que también y más teniendo en cuenta que maneja la nada desdeñable cifra de 850 participantes, es que no me veo con corazón de reprocharles nada siendo gratuita y tirada adelante gracias al esfuerzo de todos y encima cumpliendo con todos los básicos (y algunos máximos). Se podría mejorar proponiendo más serviciso y haciéndola más profesional pero es que realmente creo que justo la Cursa de l’Amistat no necesita tocarse ni una coma: es una carrera de las de siempre y para siempre se debe quedar así.

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Preguntas populares

Soy un principiante ¿es una prueba apta para mi?

Yo solo la recomiendo si has debutado en media maratones. Con éxito, claro. La equivalencia en esfuerzo puede ser parecida (tiene más desnivel pero menos kilómetros). Si vienes de hacer solo los 10k típicos de Barna y cercanías (bastante planetes) se te va a hacer muy larga, sobre todo porque el último tercio es francamente duro.

¿Puedo hacer marca?

Como mucho puedes mejorar el resultado de pasadas ediciones. No es una distancia que tenga equivalencia con otras cursas y no es un recorrido que se preste a ello, así que te queda esa opción que te he planteado que ya te digo que mola lo suyo.

RELACIÓN CALIDAD/PRECIO*: 10

MI NOTA*: 10

*POR SUPUESTO, SUBJETIVA A MÁS NO PODER Y VARIANDO SEGÚN LA OPINIÓN DE TODOS VOSOTROS.

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Fotos Cursa de l’Amistat

Álbum 1

Cursa de l'Amistat (299)

Álbum 2

Cursa de l'Amistat (637)

Álbum 3

Cursa de l'Amistat (964)

Álbum 4

Cursa de l'Amistat (1079)

Fotos Carlos Sánchez

Álbum 1
Álbum 2

Fotos de Elena Palomares

Álbum 1
Álbum 2

Fotos Gemma Lara (BCN Voluntaria)

Álbum 1
Álbum 2

Fotos Claudia Roa (BCN Voluntaria)

Fotos de Esther Pinehiro

Fotos Ballart Photography

Fotos Juan Jiménez

Fotos de Jose B. Photo

Fotos de Laura Barbany

Fotos TriEnjoy

Fotos de Josep Maria Fuentes

Crónica de Ramon Beltra

Vídeos de Txabi Albert

Vídeo de RunKm

Vídeo de Josep Maria Fuentes

Vídeo de Pako Pota

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Puntúa la Cursa de l’Amistat

22 comentarios en “A examen: Cursa de l’Amistat

  1. Hola David, esta es la CURSA de Barcelona. No es como la gran mayoría que se limitan a hacer un circuito lo más llano posible enfocado únicamente a marca y nada más. Está enfocada a los que nos gusta correr de verdad sin importar el desnivel, y que buscamos un buen ambiente, buenas vistas e inmejorable compañía. Con unos voluntarios brutales y con más fotógrafos que la mayoría de cursas.
    No se le puede pedir nada más.
    Un placer volver a coincidir contigo en cursa.
    La próxima vez , a reventar el crono. Jajajajaja.

    • Ese punto de desafío y de dureza hace aún más grande la experiencia y el que se mantenga el buen rollo de principio a fin de la carrera. Es algo único. Demasiado bonito para parecer realidad, y lo es.

      El año que viene no se nos escapa, eh!

  2. Que no le toquen nada, es la mejor carrera que existe, un recorrido envidiable con calles anchas, voluntario top y sobretodo que el ambiente que la rodea no es competitivo, aunque quieras machacar al colega de al lado, vamos a pasarnoslo bien y a reivindicar que si todos llevamos una botella de auga y algo de comer se pueden hacer carreras excelentes.

    Larga vida a la Cursa de l´amistat.

    • Estoy contigo, ya estamos bien servidos de carreras modernas que en su forma de ser están de puta madre, así que la de la Amistat no necesita ningún retoque para ponerse al día, tal y como es me parece perfecta y única.

      Eso, larga vida a la Cursa de l’Amistat.

      Salud, Borja

  3. Tio si casi lloro en el tramo final y eso solo me pasa en la maraton de barcelona pero en el tibidabo estaba mas emocionado si cabe pero no solo por mi esfuerzo sino por lo que envuelve esta carrera

    • Me alegro que te haya gustado, no tenía duda de ello. Es una carrera que siempre toca hondo a los corredores. felicidades por llegar hasta la cima, Eduard!

  4. Como todos decís un lujo de carrera que ojala dure así muchos muchos años.

    Más que un pero lo que voy a escribir es una sugerencia si no los implica mucho trabajo: poner puntos kilométricos, más de uno agradecería saber cuánto le queda de agonía.

    En lugar de poner puntos kilométricos normales se pueden aprovechar las cartulinas que llevaban los voluntarios y escribir ahí (o ojo de buen cubero mirando Google Maps, no hace falta precisión milimétrica).

    Pero vamos, no es más que una sugerencia para una carrera que ya es perfecta, ¡gracias a todos los voluntarios!

    • Buenas, Iker.

      Pues no es para nada mala sugerencia, desde Diagonal hasta meta, donde los km pasan lentísimos, iría genial algunos carteles con puntos kilométricos, así sabemos aún el martirio que nos queda por superar. Pero, vamos, lo que tú dices, ya es genial tal como es.

      Un saludo

  5. David, buen trabajo como siempre.
    Gracias por las fotos, gracias tambien a todos tus colaboradores en aportar sus fotos,
    Buena definición de lo que es una cursa preciosa.
    Nos vemos

    • De nada, Ricard. lo cierto es que la gente se lo curran mucho con las fotos, no han parado de enviar (aunque, y eso es genial, son amigos más que colaboradores). Salud y hasta la próxima carrera.

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