Otra vez Nintendo lo ha vuelto a hacer: sacarse de la manga un ingenio lo suficientemente divertido y lo suficientemente ridículo como para que los colegas acaben grabándote y subiéndolo a Youtube junto a ese mítico vídeo de resaca festivalera donde te pintarrajeaban un rabo en la cara.

Y otra vez de la competencia tenían que surgir con premura los clones, algunos de ellos creados con mucha mala baba pero con toda la razón del mundo: ¿para qué cazar pokemons virtuales si puedes ir en busca y captura de una plaga real mucho mayor que pulula por todos los rincones del Google Earth como son los corredores?

*A ver, que es un post pseudohumorístico (hay gente que se lo ha creído…).

El RunnerMón Go es la nueva aplicación que te permitirá capturar corredores y que amplía el campo de acción y las posibilidades hasta el infinito:

• No hace falta una Pokeball para cazar RunnerMónes, basta con lanzarles un libro de Murakami a la cabeza, soltarles alguna frase desmotivadora («mi abuela va más rápido para pillar el bus») o tirarles lonchas de jamón y cervecita allá por donde pasen.
• Las diferentes especies están totalmente segregadas por el planeta y según donde los encuentres serán renombrados: un RunnerMón originario del monte es un trailero, pero como se te ocurra venir del asfalto e invadir su territorio no adoptarás ese mote sino el de pitxapins…
• Los entrenadores ahora pueden aprovechar un bug de la aplicación que permite que tus presas evolucionen más rápido, este hackeo se le denomina dopar a tu RunnerMón. Realismo ante todo.
• Las combinaciones son infinitas y abierto a orgías: si mezclas agua, hielo y veneno te sale la evolución letal Garrafón de discoteca; si combinas planta, psíquico y volador pillas el globo de tu vida. Por cierto, en el RunnerMón Go a las combinaciones las denominamos nacionalizaciones exprés.

Tipos de RunnerMón

Aquí está la miga del asunto, es vital que tus capturas sean los más variadas posibles para poder montar un equipo que podría disputar un yimcana o entrar a participar en el añorado Gran Prix. Te presento los principales tipos de RunnerMón que pululan por las calles.

Normal: Cualquiera de los corredores que se arrastran por las calles con mucho flúor y dando más pena que otra cosa. O sea, tú y, sobre todo, yo. Muy fáciles de encontrar por el Retiro, Ciutadella o cualquier parque o zona peatonal urbana. No destacan en nada pero como recolectes media docena te hacen un selfie grupal con un filtro tan destelleante que te pueden dejar ciego si te lo muestran antes de partir en una carrera.

Fuego: Solo aparecen en un época del año, en verano sobre las 3 de la tarde torturándose con trote cansino bajo 40º al descubierto por los arcenes de las carreteras secundarias. Ese espíritu suicida luego se traslada en las carreras, muy difícil derrotarlos si pica el sol. Su ataque especial es letal: oler a choto.

Agua: Eminentemente playeros y con cuerpazos, nadan bien y corren casi mejor, y su principal arma para vencerte es la de provocar tu deshidratación por la baba que pierdes admirándolos. Pero se les derrota igual de fácil: ellos caen en el mismo embelesamiento si los pones a combatir con un RunnerMón tipo Roca salido de los salidos de Mujeres, Hombre y Viceversa.

Eléctrico: Se caracterizan por tener un ataque demoledor denominado hachazo que consiste en engatusarte con buenas palabras («vamos juntos a 5′ hasta meta que así seguro que lo conseguimos»), ganarse tu confianza dándote algún relevo y luego, en tu momento de máxima debilidad, traicionarte con un sprint demoledor que te deja totalmente seco y hundido. Los Judas de los RunnerMón.

Planta: Este tipo de corredor es o será el mejor corredor del futuro y su lema es Mañana salgo a entrenar, hoy no que no hace bueno. Firme defensor del sillón y Eurosport cómo método de entrenamiento, los tienes que sacar con palanca para que se animen a correr. Parece un rival fácil de batir en un combate en ese gimnasio RunnerMón que son las carreras populares… y no te equivocas, por eso ellos harán todo lo posible para llevarte a su terreno: inocularte su perreo para convertirte a su causa.

Hielo: Siempre en tirantes aunque entrenen en el Polo Norte o Burgos, nariz roja y pelada, ojos fuera de las órbitas, y piel de gallina… pero nunca tienen frío, y si contemplas cómo se les eriza el vello te soltarán un «en dos minutos yo ya estoy caliente». Indestructibles.

Lucha: Cara de sufrimiento, rictus espartano y empacho de trascendencia, así se resumen las características de los RunnerMón tipo Lucha. Muy difíciles de derrotar porque más que de sus cualidades físicas tiran de la dialéctica: su ataque más furibundo y nuclear es ir soltando frases motivacionales de Paulo Coelho y semejantes a la más mínima. Evita el enfrentamiento directo y cancela todas las solicitudes de amistad o estás perdido.

Veneno: El corredor tóxico que todo le parece mal, todo es una mierda y sabe más que tú aunque no tenga ni puta idea y se gane un buen montón de zascas cada vez que abre la boca. Es el cuñado amargado de los runners. Vencen por pesados.

Tierra: Alérgicos al asfalto son muy fuertes cuando el terreno se empina y la naturaleza domina a la civilización. De ataques de lo más variados, te pueden dejar seco en una subida o arriesgando el físico despeñándose por un precipicio. Pero aún más letales son sus contraataques: si te sitúas detrás de uno de ellos acendiendo por una trailera corres el riesgo que suelten una de sus habituales e involuntarias flatulencias justo a la altura de tu jeto.

Volador: Este es un RunnerMón invencible en las distancias cortas (por ello es muy dado de aparecerse por las pistas de atletismo) pero que en un tú a tú si la cosa se alarga hace aguas. La única forma de vencerlos es no picar en el anzuelo, no contraatacar replicando su comienzo meteórico, dejarles que se escapen, que maduren y que la carrera los pongan luego en su sitio.

Psíquico: Ojo a éste, de los más tramposo. Tras su apariencia pesimista se encuentra un estratega nivel apoderarse de Kamchatka en el Risk: Dice que va mal, que no ha entrenado lo suficiente, que esas molestias no le permiten correr a gusto… y luego no hay bemoles de aguantarle el ritmo.

Bicho: También conocido como garrapata, su ataque no es directo sino que te derrota por cansino. Típico corredor que se te engancha y no te da un relevo. La única forma de defenderse de él es a base de arreones para ver si se descuelga.

Roca: Mole salida del gimnasio con una técnica de carrera de lo más peculiar (no sabes si corren o están buscando a ciegas el interruptor de la luz) muy reconocibles por tener una espalda para guardar puerta en cualquier garito de Magaluf y unas piernas ínfimas para llevar el coche de los Picapiedra. No corren mucho y aguantan poco pero ríete de ellos que una buena hostia te puedes llevar.

Fantasma: Sus objetivos están a años luz de sus capacidades, pero te lo va a vender de tal manera que claudicarás ante el nuevo Díos de los RunnerMón. De estos hay a puñados y su hábitat natural son las redes sociales y allá donde se pueda instagramear una bonita puesta de sol. Siempre va bien tener un RunnerMón fantasma para animar a toda tu colección en los momentos más críticos de la batalla… Que sea él el primero a sacrificar.

Dragón: Muy reconocibles porque llevan impregnado en su epidermis todas sus gestas deportivas: en vez de coleccionar dorsales, coleccionan tattos. Cuando los ves todo pintarrajeados parecen invencibles, pero tras esa barba amish se encuentra un RunnerMón de lo más corriente (o sea, tipo Normal) que como tú y como yo fracasó al intentar sacarse el carné a la tercera, pagó decenas de fantas y aún no le encuentra sentido vital al tofu.

Siniestro: Ese que no habla, no dice nada, no tuitea… Llega, corre, se larga. Está en todas las carreras pero no tercia ni una palabra con nadie. Como mucho un gruñido. Su punto fuerte es justamente ese: ya te ha metido tanto el miedo en el cuerpo que inhabilita tus ataques.

Acero: Entrenos titánicos y cracks en todo tipo de disciplinas, los corredores acero se meten entre pecho y espaldas jornadas maratonianas que parecen sacadas del tacómetro de un camionero. Quizá el rival más difícil de vencer, la única forma que se me ocurre es pegándole el cambiazo a su carísimo vestuario de marca por prendas y material kalenji. Abandonarán al instante.

Hada: Felicianos y pro activos, un hada viene a ser al atletismo popular lo que el paddle surf a los deportes de riesgo. Pacíficos en las formas pero sibilinos si les tocas la moral y arrastran contigo algún un conflicto previo fuera del mundillo como el de «me gotea tus sábanas en mis geranios» o «te dije que quedábamos a las 3, no dos minutos después». Hacen ver que no atacan con su sonrisa profident y sus tazas de Mr. Wonderful pero en el trasfondo están ganado la batalla: te debilitan a base de indirectas.

Ahora ya te toca a ti, sal a capturar corredores como si fueras un taurino vecino de Tordesillas!!!

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