Ei, que estamos de estreno. Una vieja reivindicación de todos los popus (toma, acabo de conseguir una palabra que da más rabia y dentera que runner) que ha sido escuchada: la séptima edición (cómo pasa el tiempo…) de la Cursa Nocturna de l’Hospitalet presenta un nuevo circuito para el 10k que por fin hace honor a la ciudad y evita ese mustio polígono que nos tocaba recorrer en la segunda parte de la carrera. Si temes porque ese cambio signifique que el circuito deja de ser tan llano y rápido como de costumbre solo te puedo decir que, visto de cuerpo presente, mantiene virtudes, y que si la organización se lo curra seguirás teniendo en abril una prueba ideal para remachar la temporada con un estupendo crono.

*Los puntos km son aproximados, que no llevo la vara de medir encima.

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1/ Repetimos el circuito de 2016 (que mejora el de otros años)

Resumen rápido de la prueba corta  de 5k (no hay misterio): rápida, muy llana, por calles anchas al inicio y al final, y alguna estrechez en el sector central.

En el caso del 10k (que es donde vienen las novedades que se pusieron en funcionamiento en 2016) solo se mantiene inalterables los primeros 3,5 km y casi todo el tramo de Gran Via final.  A partir del km 3,5 en lugar de cerrar el primer bucle bajando por Amadeu Torner como harán los del 5k, nos encontramos con la principal novedad que consiste en seguir recto por Av. Carrilet en un trayecto de ida y vuelta que se alarga algo más de 2,5 km. Luego nos reencontramos con el circuito clásico al que se le añade una incursión por el Gornal y se le resta todo el tramo del polígono (solo se hace una breve incursión y se zigzaguea cerca de meta para cuadrar distancia).

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2/ ¿Es más rápido el 10k? Es muy rápido (no me mojo… no me atrevo)

Lo importante: si todo sale a pedir de boca (pasa al punto 5 para descubrir el por qué de este #OjoCuidao) es un circuito apto para hacer marca.

Si lo tengo comparar con el de pasadas ediciones no sabría decidirme en si es o no más rápido.

A favor:

• Los giros hipercerrados de 180º (los que sirven de punto de fuga para cuadrar la distancia) se reducen de dos a uno.
• Tenemos una recta larguísima (Av. Carrilet) de cerca de 3 km a mitad de carrera donde podemos ir a ritmo de carrera.

En contra:

• En algunas partes de esa Av. Carrilet la calzada se estrecha y hay un corto subeibaja.
• Último km con un giro de 180º cerrado y varios de 90º.

Me comentaba por twitter Rafa Pérez, que entrena y trabaja en la misma zona y se conoce al dedillo hasta la última piedra del asfalto, que para él sin los giros finales sí que sería más rápida.

3/ ¿Es más vistoso? Pues sí

A ver, lo cierto es que la Av. Carrilet no es un dechado de virtudes arquitectónicas ni un enclave donde la naturaleza se imponga sobre el tocho, es solo una línea recta con bloques de pisos alrededor y ya en una zona no tan de barrio como la que pasamos al inicio de la carrera. Pero es, sin duda, mucho más vistoso que ese frío y desolado polígono del último tercio de carrera que teníamos que acometer en pasadas ediciones.

4/ Este año ponen remedio al encuentro del 5k y el 10k

Algunos aún recuerdan los problemas (empujones, malos rollos) del año pasado al no dividir el tramo de Amadeu Torner en dos para que por un lado fuesen los del 5k y por el otro los del 10k. Pues bien, me cuentan que este año van a poner todo de su parte para solucinarlo: vallas, cinta, globos de señalización y personal para que cada prueba vaya por el camino que le toca y no se entorpezcan.

En resumen esto es lo que sucede en ese punto justo antes de llegar a él (cuando se separan ambas carreras), durante el encuentro de las dos distancias, y a la salida de ese punto de confluencia:

• Partimos juntos, y nos separamos en el km 3,5.
• Nos reencontramos en el km 3,5 (5k) y 6,2 (10k). Seguimos juntos cerca de 1 km.
• Nos volvemos a separar en Gran Via que equivale al km 4,6 (5k) y 7,1 (10k)
• Coincidimos brevemente (pero transcurriremos por zonas delimitadas separadas) en el km 4,7 (5k) y 7,9 (10k)
• Volvemos a coincidir encarado la recta de meta y ya hasta cruzarla: km 4,7 (5k) y 8,7 (10k).

Los corredores del 5k y el 10k (como sucede desde hace varias ediciones la salida de ambas pruebas se da a la misma hora) se van a ir encontrando después de que unos y otros separen caminos a partir del km 3,5.

Los del 10k vuelven hacen una ida y vuelta a la Av. del Carrilet y vuelven al punto de inicio de ese desvío y encuentro con los de la prueba corta sobre el km 6,2 aprox. En ese punto comenzarán a coincidir los del 10k que corran a poco más de 3′ el km y los de la prueba 5k que tengan un ritmo superior a 5′, y así con el resto de corredores que vengan por detrás.

Amadeu Torner, que es la avenida que bajaremos juntos, te deja ya muy cerca de meta y es lo suficientemente ancha (cuatro carriles) para poder separar ambas pruebas. Veremos qué tal funciona (en principio pinta bien).

5/ Casi plano, a ritmo de carrera desde el principio

Yo creo que es un recorrido ideal para salir con un ritmo de carrera marcado desde un principio e ir variándolo, segundo arriba, segundo abajo, según las circunstancias de carrera: el que prefieras hacer una competición de menos a más, el que haya en algún momento algún giro cerrado que te obligue a frenar y reemprender la marcha, ese momento de estrechez que te frene un poco, el que tengas más ancho para rascar algún segundo, una ligerísima subida tras cruzar por debajo Gran Via antes de encarar el polígono… Que sea la estrategia, las fuerzas y las propias condiciones de carrera las que determinen lo ajustado de ese ritmo.

¿Es totalmente llano? para el 5k podemos decir que sí, para el 10k casi también ya que solo hay dos falsos llanos:

• El subeibaja comentado de Av. Carrilet que pasa por debajo de las vías del tren (cerca del km 4)
• El archiconocido falso llano que hay tras pasar por debajo de Gran Via (km 8,5 aprox.).

COMPITIENDO

6/ Salida rápida para pillar ritmo

Los primeros dos kilómetros transcurren por la zona de Porta Fira (Gran Via L’H) donde predominan las calles anchas y donde solo toca extremar la precaución con un inicio con dos rotondas en 700 metros (la segunda en un giro de 180º), el resto es para ir buscando ya el ritmo de carrera óptimo que teníamos planeado (o el que nos deje nuestras piernas esa jornada).

7/ Santa Eulàlia: lidiar con las estrecheces (no te ofusques)

Entramos en barrio y lo que esto significa en la ciudad más densamente poblada de toda España: calles estrechas (en una de ellas, Jacint Verdaguer hay un momento que pasamos a tener un solo carril, ojo con tirar por la izquierda que es la entrada a un parking). Si a eso le sumas que hasta el km 3,5 coincidimos las dos pruebas, la comodidad para correr está un poco condicionada. No te preocupes si pierdes unos segundos por ir un poco más lento de lo que te tocaría, más adelante se puede recuperar.

Con todo esto y siempre teniendo en cuenta que vamos a ir una velocidad crucero más o menos estable a lo largo de la prueba,  resulta lógico que la primera parte sirva para llegar fresco a una segunda parte donde toca darlo todo.

8/ (10k): Av. Carrilet para ir a ritmo de crucero

No es muy ancha (es más, por el paso por debajo de las vías de tren nos volvemos a quedar brevemente en un solo carril) pero al ya descongestionarse el pelotón tras separarse de los del 5k tendremos espacio para imponer nuestro ritmo. Es una larga recta de ida y vuelta, quizá algo monótona pero estupenda para ir a por faena.

9/ Amadeu Torner y Gran Via: Zonas de confluencia del 5k y el 10k 

Como he comentado antes, aquí está el meollo. Este año voy a ser optimista y me pongo en la situación más favorable: nos encontramos que a partir del km 3,5 está todo bien señalizado y ambas pruebas discurren en paralelo pero sin invadir el espacio una a la otra. ¿Qué nos encontramos?

Para el 5k

• Quedan tres rectas y todo es muy llano: momento de ir poniendo un punto más de ritmo hasta acabar sprintando en recta de meta.

Para el 10k

• Seguir con el plan: mantener ritmo estable.

10/ (10k): Dos km finales familiares si ya has corrido aquí antes

Son los de hacer ida y vuelta por Gran Via que en pasadas ediciones le sumábamos la incursión por el polígono. Se mantiene las señas: rectas largas, algo de levísima bajada justo antes de pasar por debajo de la autovía y algo de falso llano al salir de ahí, y un último km algo revirado (supongo que para no cerrar una salida del tráfico que procede del tramo viario) que incluye un freno en seco en forma de giro cerrado de 180º en el carrer Miguel Hernández. Desde ese giro ya toca acelerar el ritmo porque no hay ningún freno más hasta meta.