Es repasar los carteles históricos de las más de 30 ediciones que van de la La Mitja de Granollers – La Garriga -Les Franqueses, y darse cuenta de cómo ha evolucionado una carrera que se ha ganado el fervor de sus conciudadanos y el cariño de aquellos corredores que aprecian el ambientazo que se genera cuando la gente sale a la calle a animar.
Hoy repasaremos los circuitos centrándonos sobre todo en la hermana mayor que le da nombre: esa Mitja Marató que mantiene su circuito de sube y baja aunque este año se adelanta la salida unos metros que luego se recortan en La Garriga.
*Gracias a Carlos Sánchez por varias de las fotos.
1/ ¿Novedades? El recorrido es casi el mismo (se adelanta un poco la salida, se recorta en La Garriga)
Este 2017 se ha decidido adelantar unos metros (unos 250/300 diría yo) la ubicación de la salida, dejándola más cerca del palau d’Esports (y volviendo a donde hace un lustro era su lugar habitual: Esteve Terrades). Eso significa que nada más comenzar tendremos que sortear una rotonda y luego ya el primer km y medio es calle anchísima. Esos metros de más los recortaremos en La Garriga… Muy a mi pesar (y creo que será sentir generalizado) ya no llegamos a la Pl. de l’Esglèsia por el carrer Banys (me cuentan que puede ser debido a que están haciendo obras, así que esperemos el año que viene poder volver a conquistarla), sino que unos metros antes giraremos por el carrer Figueral para encarar una corta pero exigente rampa hasta conectar con la plaça del Silenci y tomar el camino de vuelta (gracias a a Jesús Suarez, Yohay Elam, Francisco Polonio y a la organización de la Mitja por el aviso.
Pero en esencia, el recorrido es el mismo. Desde hace unos años el planteamiento es el siguiente: en octubre corres el Tast de la Mitja (10 km) y te haces una idea más o menos fidedigna (aquí te la resumo) de lo que te encontrarás en febrero en la prueba reina: la Mitja Marató.
Para el resto, para los que aún no creen tener piernas par meterse 21 km pero quieren disfrutar de inigualable ambiente que se forma alrededor de la Mitja de Granollers, pueden correr el Quart de la Mitja (5 km).
Y este 2017 será el segundo año que se celebre la cursa de 10k con el mismo inicio y meta y que al 99% (solo hay unos 200 metros diferentes que discurren por un tramo de la carretera de Ribes que sortea la Mitja) pisa el recorrido clásico de las últimas ediciones.
2/ Por perfil no lo parece pero aquí se puede ir a por marca
Miras la altimetría y parece que escales una montaña pero realmente no es un circuito con desniveles exigentes. Se sube perdiendo algunos pocos segundos por km que se recupera perfectamente en el tramo final. Para aquellos que saben adaptar el ritmo a cada variación del perfil de carrera, aquí tienen un circuito ideal; para los que prefieren ir clavando el tiempo por km, es cierto, no es tan asequible.
3/ Es un circuito en el que prima mantener la mente fría
Porque lo principal es saber administrar nuestras fuerzas. Aquí saber guardar energías, no envalentonarse antes de tiempo y saber vaciarse en el momento preciso (que es en la parte final) es fundamental para no perecer antes de tiempo. Hay que ser consciente que durante el 50-60% de la carrera vamos a perder tiempo y que eso al final va a jugar a nuestro favor.
4/ Resumen ideal 10k y Quart: 1ª parte en subida, 2ª en bajada
Es la lectura rápida que se extrae con solo mirar el perfil de la carrera. Y es así:, tanto en el 10k como en el Quart te vas a pasar la primera mitad subiendo (lo dicho, poco desnivel) y la segunda bajando. Es la idea general que nos viene a la cabeza y que es esencial asumir: hay que regular en la primera parte y dar gas en la segunda.
5/ Resumen ideal Mitja Marató: 1ª parte en subida, 2ª trampa (repechos), 3ª favorable
Ésta es una lectura creada a base de darmes tortazos en la prueba:
La primera parte (Salida a km 11,3). Es una subida en la que es necesario saber regular el ritmo para no llegar arriba con la lengua fuera. Finaliza justo cuando comenzamos el camino de vuelta a Granollers desde La Garriga. En total salen algo más de 11 km.
La segunda parte (km 11,3 al 15,9) comienza tras llegar al punto más alto de la subida en La Garriga (la plaça del Silenci) y son algo más de cinco km favorables en perfil pero bastante exigentes para las piernas, ya que combina zonas rápidas con algunas cortas cuestas. Hay cuatro repechos que te hacen agonizar si vas excesivamente embalado; es un tramo que hay saber gestionar perfectamente aunque comporte perder algunos segundos. Podemos comenzar a dar gas (sobre todo en los dos primeros km) pero que es necesario no obsesionarse.
*Como me comenta Mateo por Twitter realmente se puede decir que la zona de repechos se acaba con el tercero de la entrada de Llerona, y a partir de ahí dar gas. Yo añado ese cuarto que es muy flojito porque peco de algo conservador. Pero para que lo tengáis en cuenta que en esto de la estrategia cada corredor es un mundo y a cada cual le puede ir mejor correr de una manera u otra.
La tercera parte es totalmente favorable, 5 km de descenso a meta: donde ya no tendremos más sobresaltos, aquí es donde hay que vaciarse.
6/ Ritmo A+ Ritmo B + Ritmo C
Por eso, una fórmula que creo que puede funcionar (como siempre digo, esto es algo muy subjetivo y no a todo el mundo le tiene que ir bien… y seguro que hay estrategias mucho más válidas, yo soy un matao) es la de interiorizar tres ritmos diferentes a lo largo de la carrera.
Ritmo A para el trayecto de ida donde lo principal es regular. Se pierde tiempo.
Ritmo B desde el comienzo del camino de vuelta a Corró d’Avall donde hay que llevar un ritmo de carrera rápido pero siempre dejando un margen para superar los repechos sin asfixia. Se recupera algo de tiempo o no se pierde más.
Ritmo C para los últimos km de carrera donde hay que apurar hasta la última gota de nuestras energías, dejarse el alma. Se recupera todo el tiempo que falta.
7/ Dos puntos concretos que te indican dónde cambia el circuito
- El primero está en la en la plaça del Silenci justo tras acabar la rampa del carrer Figueral (km 11 aprox.), donde giramos y hacemos un cambio de sentido para iniciar el camino de vuelta, lo que yo denomino segundo tramo.
- El segundo punto está en la rotonda de Corró d’Avall (km 16,7 aprox.), en el momento que la sitúes con la vista sabes que ya has comenzado el tercer tramo y todo es para abajo sin problemas (vale, hay algún breve falso llano pero en el que no hay que dejar de dar gas).
8/ Avituallamientos: km 5, 9 y 15
Todos a dos bandas, en calles anchas y con muchos voluntarios sierviendo. Sin mácula en este sentido. Eso sí, la distancia entre ellos no se la fija y habitual de cada 5km, aquí varia: el primero está en el km 5, el siguiente a 4 km y el tercero a 6. Ojo con el tercero que suele estar situado en un repecho donde toca regular el ritmo y te pilla en pleno esfuerzo y resoplando.
COMPITIENDO LA MITJA
Repasamos el recorrido desde la salida hasta la meta.
9/ Ojo al acelerón de la salida (comenzamos ya subiendo)
Ganas + nervios + necesidad de posicionarse + búsqueda de ritmo = posibilidad de acelerarse más de la cuenta… y acabar perdiendo los papeles. La carrera es larga y aquí, con más motivo que en las media maratones con perfil llano, necesitas sosegarte desde un principio. Tranquilidad y precaución al tomar la primera rotonda que tenemos nada más partir.
10/ Lo más duro de la subida está pisando suelo urbano
Granollers (y más adelante en La Garriga) son las zonas que esconden las pendientes más desasosegantes (que tampoco lo son tantos, para mí el tramo de ida es como un Paral·lel en versión extendida). En ese ascenso largo (11 kilometrazos) tenemos también un repecho en Corró d’Avall antes de atacar el puente (km 4 y poco). En cambio, los tramos de carretera que no pasan por zona urbana y los polígonos tienen una pendiente más moderada, incluso alguna zona de descanso en el que podremos acelerar el paso.
11/ Camí de Can Pep = badenes
El camí de Can Pep, que va, más o menos, del km 6 al 8 es una de las zonas más apacibles de la carrera: carretera estrecha (pero de sobras suficiente para el flujo de la carrera) y con muy leve desnivel, pero aquí tenemos una serie de pequeños incordios: hasta 10 badenes entre alquitranados y de plástico (antes habían más pero se han eliminado algunos de plástico y otros se han reconvertido en alquitranados –gracias a Ruff por el aviso-). No es un drama que nos haga perder tiempo, simplemente que estés atento al asfalto para no tropezar y meternos un buen leñazo que pueden comportar hasta, incluso, una lesión.
Antes hay algunos más: un badén muy peligroso al dejar atrás la rotonda de Can Monich de Granollers (en el km 2,4; este también en el camino de vuelta), por Corró d’Avall -sector Passeig y tras cruzar el puente- y algunos más ya entrando en La Garriga -Av. Generalitat, Banys y Passeig-).
De entre todos, el más peligroso (porque somos muchos en ese momento y es el primero que nos vamos a encontrar) es el que hay tras superar la rotonda de Can Monich (km 2,3 aprox.). MUCHO OJO, es de esos que no te esperas y puede jorobarte la jornada.
12/ Última subida larga: Carrer dels Banys y Figueral
Ya hemos comentado que la carrera no para de subir (con algún breve descanso) hasta que alcancemos la plaça del Silenci (que es donde giraremos para comenzar el camino de vuelta) y que los tramos que más pican están situados en zonas urbanas. El último de ellos es de un km largo (del km 10 al 11,3 aprox.) por el carrer dels Banys (con tramo adoquinado incluido) y una exigente pero corta rampa en el carrer Figueral como guinda del pastel.
13/ Saliendo de La Garriga: un respiro
Antes de afrontar los temidos repechos tendremos dos km muy plácidos al salir de la preciosa La Garriga e iniciar el camino de vuelta a Granollers. Comienza en suave bajada (el tramo del Passeig) pero acaba llaneando en el momento que pisamos la carretera.Es una zona ideal para dejarse llevar o ir pillando velocidad si hemos superado la primera mitad del recorrido con solvencia y estamos totalmente frescos.
14/ Apunta los cuatro repechos
Los que hay situados en el segundo tramo (más o menos del km 13 al 16) que hay que salvar para continuar con nuestro endemoniado descenso a meta sin apenas magulladuras.
El primero está justo tras dejar atrás la rotonda de salida de La Garriga (más o menos km 13,2; la segunda rotonda, no en la que coincidimos los que van y los que vienen sino la siguiente). 200 metros duros.
El segundo está tras pasar por debajo de las vías del tren. (km 14,2 aprox.) y si la memoria no me falla la parte más dura está al principio.
El tercero lo situamos en la entrada a Llerona (km 15,3 aprox.), algo más corto que los anteriores pero igual de intenso. Aquí nos sitúan el último avituallamiento de la carrera.
El cuarto y último está en la salida de Llerona (km 15,9 aprox.), también de unos cien metros pero quizá el menos duro de todos.
15/ Desde Corró d’Avall, gas
Superado el último repecho en Llerona, todo lo que resta es bajada (ya lo era pero con esos repechos que tocaba sortear y que no te permitían ir a tope). Es el momento de exprimirse. Como he comentado anteriormente, aquí también hay algunos badenes pero al estar el pelotón más estirado se divisan con antelación.
16/ Divide la gran recta final en tres sectores.
Es tan larga (cerca de tres kilómetros, desde la rotonda de can Monich, donde desemboca la carretera de Ribes, a meta) que hasta cambia cuatro veces de nombre, así que una manera interesante de encararla está en dividirla es tres mini tramos:
El primero, de asfalto, de algo más de km y medio. Insistimos en ese ritmo endiablado que llevamos.
El segundo, de zona peatonal, de unos 500 m. Podemos poner un punto más a nuestro ritmo.
El tercero es también de asfalto y son unos 600/700 m hasta meta. A muerte.
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*Gracias a Carlos Sánchez por varias de las fotos.