Tenía la Mitja del Castell entre ceja y ceja tras caer yo a última hora por lesión y perderme su primera edición. El boca a boca había sido genial (la misma tarde ya me estaban inundando el Facebook hablándome los colegas de lo bien que se lo habían pasado y la fenomenal organización; dientes AÚN MÁS largos) y la idea de hacer un trail por Collserola realmente exigente motiva a los tontos como yo que nos encanta sufrir pagando.  Y… nada, que todo los adjetivos se quedan cortos ante una segunda edición aumentada y mejorada. Si te gusta darle a la zapa por el monte, el año que viene no te puedes perder esta maravilla de carrera.

– Lugar: El Papiol (Baix Llobregat).

– Fecha: 18 de octubre (9.00).

– Participación:  500 inscritos

– Tipo: Trail (70% sendero/corriol, 25% pista, 5% asfalto).

– Precio: De 20 a 25, según plazo de inscripción y opción de chip.

– Obsequio: Camiseta.

– Distancia: 23,6 km (D+ 1.000 m).

– Servicios: Guardarropa, masajes, lavabos, duchas, avituallamiento líquido y sólido en carrera (agua, isotónica, refresco, fruta, galletas, chocolate, frutos secos) y tras cruzar lo meta (a todo lo anterior hay que incluir la paella y cerveza).

– Circuito: Tremendamente rompepiernas, muy exigente y con algunas trialeras de entidad, recorre la parte más sureña de Collserola, la que va de El Papiol a Valldoreix con una subida épica al Puig Madrona.

– Clasificaciones: Aquí.

*Que apoquinas con tu inscripción.

FOTOS DE LA MITJA DEL CASTELL 

COSAS QUE ESTÁN BIEN

– Del primer al último voluntario. Como pasa con la Cinc Cims o La Neorural, cuando un pueblo se vuelca y considera una carrera como suya al final acaba sucediendo este tipo de cosas, que se presenten 150 voluntarios (para 500 corredores, ojo) y que se desvivan para que te lleves un recuerdo imborrable de lo que allí acontezca. Desde el primero al último, desde que los que te van indicando las plazas libres para aparcar, hasta el que te recibe en la línea de meta dándote el avituallamiento, un trabajo encomiable, unos ánimos que te ayudan a dar ese paso de más que comienza a resistirse cuando aparecen los momentos realmente duros del circuito (que los tiene a patadas). En definitiva, un agradecimiento total a cada uno de ellos.

– ¿Veis como en Collserola sí se puede? Si rascas realmente te puedes sacar unos circuitos vistosos y exigentes, solo hace falta tiempo, un cariño especial por Collserola (una serra a menudo infravalorada para hacer un trail duro por su poca altura y por estar cerca de la megalopolis) y ningún miedo por perderte por los recorridos no establecidos. Y es que si rascas puedes sacar unos repechos de órdago, unas trialeras cojonudas con nombre propio (Tubo, Contratubo, Mindundis, Ultra, Puig Madrona), unas bajadas corrioleras rápidas (e incluso alguna que requiere un poco de pericia técnica; son pocas, pero haberlas, haylas) y un circuito que en 23 km supera los 1.000 m de desnivel positivo, O-JO.

Un circuito que aquellos que hayan hecho la Ultra Collserola o la, creo que poco mentada y magnífica, Cursa Ecològica de Molins les resultará en ciertos momentos familiar (comparten algunos tramos) pero que presenta con orgullo sus propias propuestas. Y todo eso sin afectar ni un solo instante en lo realmente importante: que invite a correr, que a su vez sea bonito, pero, sobre todo, que te lo pases de puta madre al mismo tiempo que vas maldiciendo a quien ha ideado semejante tortura a la que nosotros acabamos cayendo con sumo gusto. Un equilibrio perfecto entre los momentos de dureza y de descanso para volver de nuevo a meterse otro atracón de subes y bajas. Y encima con una ubicación de la salida y meta (el castell del Papiol) de esas que convierten un circuito en icónico. Genial.

– Esos pequeños grandes detalles que rubrican una excelente organización. Que nada más entrar te ayuden a buscar aparcamiento, carteles de puntos kilométricos, otros indicando la distancia y el porcentaje de desnivel de las principales trialeras, la paella, la chulísima camiseta, el castillo inflable para los peques… Pero muy especialmente me quedo con el detallazo de todo el equipo organizativo, vecinos y voluntarios de esperar al último corredor (con el corte de tiempo ya pasado de largo) para hacerle el corrillo, agasajarlo y rendirle un homenaje tan grande como han ido recibiendo el resto de participantes. Momento de lágrima. De verdad, muy grande. Yo corro por estas cosas.

Ah, ¿la organización y servicios? A la altura de su gente y del circuito. Recogida del dorsal y guardarropas rápidos y efectivos (el espacio, eso sí, es algo justo), control del tráfico en la zona urbana perfecto, cuatro avituallamientos que te permitían correr perfectamente sin cargar nada encima (yo mismo fui a pelo), duchas, masajes… Sin mácula.

– Hay que tener un talento especial para perderse en este circuito. Repasado la noche anterior y vuelto a repasar antes del inicio de la prueba, lo que indica la atención que se ha puesto en este punto. Y es que a veces, un pequeño fallo de señalización, pueden dar al traste una organización perfecta y al final solo acaba quedando el titular y ocultando las bondades. Cinta visible, mucha tiza en el suelo y que no llevaba en ningún momento a confusión sino que te guiaba espléndidamente y con el refuerzo de un buen montón de voluntarios (y todos encima animando) en cualquier punto mínimamente conflictivo.

Existía un momento complicado que estaba situado en el avituallamiento de Puig Madrona y donde coincidían los que aún tenía que pasar la agonía de la subida más dura del día (y sus largos tres kilómetros de aproximación) y los afortunados que ya descendían de ella para dirigirse a meta; pues estaba todo tan bien marcado y dirigido que era imposible liarse. Ni un momento de duda… Bueno, yo he tenido el mío justo en la cima de Puig Madrona pero porque no acababa de creerme que tras el megatute que nos habían metido nos iban a dar 30 metros de tregua pistera…

_

A MEJORAR

– Por mi parte, ningún reproche, porque iba delante… Algunos que iban un poco más atrás me han comentado, tras preguntarles yo, que en el primer corriol sí que han pillado un poco de tapón pero nada grave, digamos que entra dentro de la norma. En el avituallamiento final para los últimos además de la paella (muy rica, la verdad), solo quedaba plátano. Y quizá la zona de recogida de dorsal y guardarropas es un poco angosta, pero a su favor hay que decir que lo tienes mucho más a mano de la meta y salida. Pero, vamos, solo son detalles para simplemente tomar nota el año que viene, la opinión generalizada ha sido muy positiva.

_

PREGUNTAS POPULARES / RESPUESTAS IMPOPULARES

Soy un principiante ¿es una carrera apta para mi?

No, para nada. Hay que tener un buen fondo en montaña, algo (tampoco mucha) técnica para alguna bajada complicada, pero sobre todo hay que saber economizar fuerzas en un circuito rompepiernas que te pide que te exprimas hasta el último metro (esa subida final al Castell… Deu n’hi do). Antes de probar ésta te recomiendo que comiences con algo más light por la misma zona para llegar a punto a El Papiol: la corta de la Cursa Ecològica, la Can Carelleu, la corta de la CEC- Collserola, las de la Lliga Trail Chip que se corren por la zona y creo que son más suaves (que no significa menos divertidas, para nada)…

¿Puedo correrla con bambas de asfalto?

He visto a gente con mixtas… y no lo recomiendo. Aunque no hay zonas excesivamente técnicas, cuando éstas aparecen te acordarás mucho de no tener buenos tacos.

Preparando Ultra Collserola… ¿Me la recomedarías?

Por supuesto. Esta Mitja del Castell y la Marató del Parc de Collserola son una oportunidad perfecta para familiarizarte con el terreno que en poco más de un mes te vas a encontrar en la Ultra Collserola. Muy recomendable.

RELACIÓN CALIDAD/PRECIO*: 8,5

MI NOTA*: 10

*POR SUPUESTO, SUBJETIVA A MÁS NO PODER Y VARIANDO SEGÚN LA OPINIÓN DE TODOS VOSOTROS.

___

FOTOS MITJA DEL CASTELL

*Por si te interesa, todas las fotos de carreras y crónicas, análisis de recorrido, consejos, frikadas, etc. las voy publicando en Google +