Ya con la temporada a punto de echar el cierre celebra la Cursa Vila Olímpica sus bodas de plata. Una prueba que comenzó siendo de barrio y que estos últimos años ha ido ensanchando su tamaño para acabar engrosando la zona media de las carreras populares de Barcelona, esa donde también militan el Correbarri, la Cursa Barça, la Dir-Guàrdia Urbana o La Maquinista. El último 10k de la temporada (de 5k aún nos quedará la del Poble Sec en la ciudad) al que ahora vamos a dar un repaso de su circuito.

1/ Sí, es un circuito muy rápido…

Casi totalmente plano, con muy pocos frenos en los giros (cuento, como mucho, dos) y calles lo suficientemente anchas para dar cabida a los 3.000 – 4.000 corredores que participarán. En circunstancias normales, junto al del Correbarri y el de  Nassos) sería el circuito ideal para batir marca.

2/ …pero recuerda en qué época estás compitiendo

Mediados de julio y con una ola de calor que tiene visos de mantenerse estable como mínimo una semana más. Pero poco se puede hacer. La fecha está vinculada a las festa major del barrio (se intenta que se a lo más cercana posible) y además se ha visto forzada a retrasar el día de su celebración por todo el pitote que se ha montado en el calendario a causa del traslado de la Cursa dels Bombers a junio.

Y en el caso de la ola de calor… la meteo este año ha sido inclemente. Ya me parecía bastante difícil hacer marca cuando se celebraba a finales de junio y principios de julio con la temperatura típica de verano, ahora que se ha radicalizado estos parámetros considero que es mejor no darle tanta importancia al crono. No hay que jugarse la salud si para alcanzar el objetivo hay que rozar la agonía.

3/ 10k homologado; 5k no

La prueba clásica (luego se añadió la corta) tiene un circuito homologado desde hace un par de ediciones. Antes salía 200 m más corta y claro, te volvías a casa con una sonrisa entusiasmada por el marcón que habías conseguido que la decepción posterior al saber el por qué acaba generando enconadas críticas. Eso ya está solucionado, mide los considerados 10km reglamentados según la Federació Catalana d’Atletisme. En cambio, con el 5k debes concienciarte que la distancia es orientativa, no oficial.

4/ Salvar los primeros 700 m

La recta de salida es bastante ancha pero somos un buen montón corriendo y a 300 m tenemos un giro de derechas tras un leve repecho. A partir de ahí otra recta larga para luego hacer un doble giro cerrado de izquierdas que, si no ando equivocado rememorando la pasada edición, lo haremos subiendo a la acera (bordillos en rampa adaptados). Entre el frenesí de la salida, el difícil control de acceso a los cajones (10 min antes parten los del 5k, eso genera cierto descontrol) y lo revirado del inicio, lo normal es perder algunos pocos segundos. No te preocupes, se recuperan.

5/  Av. Litoral: sortear el viento

El viento puede jugar un papel fundamental en dos sentidos: por el lado positivo, puede conseguir refrescar algo el ambiente; por el lado negativo, que en los días de más virulencia te frene. Aun así, ya os adelanto que pocas veces se vuelve un enemigo acérrimo, si acaso, una molestia.

Como el viento afecta más en Av. Litoral que en el resto del circuito lo genial sería que lo tuviésemos a favor aunque en Pallars y Ramon Turró nos tocase levemente de cara. Si da lateral nos afectará más en las calles que dan al mar como Bilbao o Lope de Vega.

Por otro lado, a la altura de la Mar Bella está marcado el desvío de las pruebas del 5k y el 10k (km 2,2 aprox.). Sí los de la corta salen 10 minutos antes, pero la gente del 10k con marcas sub 40 van a alcanzar a los menos rápidos de esa prueba antes de que tomen el desvío. Mi consejo es que a la altura del parc del Poble Nou te vayas escorando un poco a la derecha para no tener que ir sorteándolos. No hace falta que bajes el ritmo, simplemente estar atento por si os acabáis cruzando.

6/ Apunta los frenos…

Hemos comentado que es un circuito rapidísimo y en el que casi nunca se deja de ir a ritmo. Pues vamos a precisar esos casi:

• Los primeros 700 m de carrera. Se nota más la confluencia de corredores y los giros a la altura de Marina que el breve repecho de Pamplona.
• El puente que cruza la Ronda (km 3, aprox.). Mini repecho muy corto.
• El zig zag en Joncar (km 8,4 aprox.). Solo te afectará si vas dentro de un grupo numeroso. Ojo a macetas y pilones!
• El giro de entrada a Bogatell (km 9,7 aprox.). Muy cerrado y además con el peligro de que bastantes corredores que venían circulando por el carril bici de Ramón Turró se te cruzan.

De todas formas, ya os lo digo, apenas afecta a vuestro tiempo final, si pierdes algún segundo se recupera fácil  en el resto del circuito.

7/ Apunta las sombras

Las vamos a buscar, seguro. Pero, por desgracia, son bien pocas. Toca un poco al inicio de Ramón Turró, en algún tramo de Pallars y cada vez que nos acerquemos a Rambla del Poble Nou. El resto es ir esquivando la canícula a base de agua y una ducha que el año pasado metieron en el carrer Àlaba. Por parte de la organización sé que se están moviendo hilos para que al final tengamos dos avituallamientos en carrera en lugar de uno, algo que se agradecería muchísimo de confirmarse (gracias a Mercè Rueda por la info).

8/ Monotonía en la segunda mitad

Dejando al margen la Av. Litoral (que a mí no me resulta nunca pesada, tienes el mar de fondo y estás fresco al ser inicio de carrera), a partir del km 5 tenemos rectas larguísimas y un poco monótonas, algo que es bueno (solo te tienes que preocupar de ir a tu ritmo de carrera) pero que te lleva a la monotonía. Lope de Vega tiene un pase pero con el encadenado Pere IV + Almogavers, el paso por Pallars y la agonía final de Ramón Turró la competición se te puede hacer muy larga. Mente fría, y al turrón.

9/ Ramón Turró en 3 anotaciones: carril bici, punto km y un truco

Tras cruzar por segunda vez la preciosa Rambla del Poble Nou (a que mola mi barrio, eh?) comenzamos a dar ese punto de velocidad que nos lleve en volandas a la meta, y lo haremos por una recta eterna en el que comparte espacio la calzada para coches y el carril bici. Hay que ir por la calzada, que es lo que toca, aquí te indico los motivos:

1. Habrá ciclistas con derecho a circular por el carril bici. Te juegas el físico.
2. Hay un momento en el que entre el carril bici y la calzada habrá una fila de plazas de aparcamiento que los separe.
3. Al final de la calle hay que hacer un giro cerrado en el que os acabaréis cruzando unos y otros, y los que hayan ido por el carril bici pueden llevarse por delante a aquellos que sí iban por el trazado correcto.

Por otro lado, en las últimas ediciones han habido problemas con la posición de los carteles de los puntos kilométricos, algunos no acababan de estar bien situados en el lugar que les toca. El caso más palmario es el del km 9 que estaba situado bastantes metros antes de lo que tocaría y te acaba saliendo un km final larguísimo (en mi caso, 15 segundos más lentos y apretando de lo lindo). Es una faena para todos, pero sobretodo para las liebres a las que se le descuadran los números. Sé que se ha pedido que se revise el tema y creo que lo harán.

Por último, un truco mental chorra que tengo para que no se me haga tan larga esa zona: hay tres edificios iguales justo al final de Ramón Turró que son la época de los Juegos Olímpicos, tómatelo como una cuenta atrás de las manzanas que te quedan antes de tomar el giro.

10/ Bogatell, es hora del sprint

La entrada a Bogatell, si vas hoy te encontrarás un bordillo pero el año pasado hicieron un apaño que se agradeció mucho, construyendo una rampa de cemento para evitar tropiezos. Espero y creo que lo vuelvan a hacer a la entrada y salida de ese tramo peatonal ya que más allá de librarnos de una caída a la mayoría de corredores supone una barrera menos para los que la disputan en silla de ruedas con alguna deficiencia visual.

Y justo tras superar ese tramo y ver ya el arco de meta, ya sabéis lo que toca, gas. Además es una calle ancha y no tendrás problemas para practicar el sprint.

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El recorrido en vídeo