En la diferencia está a veces la clave del éxito. Ahora que crecen como setas las carreras nocturnas (y eso que celebramos, ya podemos alargar la temporada sin padecer los rigores más virulentos del verano) las que destaquen serán posiblemente aquellas que le den un toque personal a sus propuestas. La tercera edición de la Cursa del Port de Barcelona se presenta con el desafío de tener que aguantar el envite de la Cursa dels Bombers (que se celebra la tarde/noche anterior) y lo confía todo en sus peculiaridades: tiene un par: el lugar donde se celebra, un circuito realmente entretenido y puñetero y un horario puramente nocturno (casi de búho). Vamos a por ella.

BRICONSEJOS

– ¿Marca? Mejor no pensar en ella. Aunque estamos a nivel del mar el perfil del recorrido tiene un handicap de aúpa: el puente de Europa que tenemos que pasar de ida y vuelta. Además hay que incluir a la ecuación que la salida de este año nos obliga a hacer varios giros, alguno bastante cerrado, en los primeros 500 m. que el camino de ida y vuelta por el Moll de la Costa es algo estrecho (se corre bien pero hay momentos en que se pierde tiempo intentando adelantar) y que hay un repecho muy mamón antes de afrontar el rompeolas. Todo eso unido hacen un cóctel de difícil digestión, más en una carrera que requiere de mucha cabeza para saber cuando regular y cuando hay que dar gas. En este caso lo que se pierde en las subidas no se gana en las bajadas (no, sin acabar desfalleciendo) . Todo eso hace que sea prácticamente imposible hacer marca personal. Por ponerte un ejemplo: si eres de 39′ bajo, 48′ 0 57′ es más probable que las pases canutas para hacer sub40′, sub50′ o sub60′, respectivamente.

Por si te interesa, aquí tienes una lista de las carreras 10k más rápidas del área metropolitana de Barcelona (en constante actualización).

– ¿Estrategia? Siempre reservando un punto. Los primeros 3 km pueden llevar a engaño: llano, rápido y, de seguir así, apto para hacer marcón tras cruzar la línea de meta. Pero todo se desbarata por el doble paso por el pont Porta d’Europa que rompe totalmente el ritmo, un tiempo que yo creo que luego no se puede recuperar por mucho que te esfuerces. Como ya comenté en la entrada sobre el circuito, creo que va bien dividir la carrera en cinco sectores, cada cual con su propia estrategia:

1/ Inicio  + Morrot: Precaución y Ritmo de Carrera

2/ Primer paso por el Pont: Regular

3/ Moll Adossat + Rompeolas: Ritmo de carrera con trampa

4/ Segudo paso por el Pont: Regular + Dejarse llevar

5/ Hasta meta: Ritmo rápido

– Cómo llegar: El mejor medio de transporte para aterrizar en la línea de salida es, sin duda, el metro (estación de Drassanes, línea 3, o ya un poco más lejos, Paral·lel, línea 3 y 2). El bus metropolitano es otra alternativa pero no tan rápida y efectiva como la anterior. Si venís de fuera con coche hay parking en Paral·lel (al lado de la sala Apolo) y otro más grande en el Passeig de Colom. Puedes jugártela intentando aparcar gratis en la falda de Montjuïc (ya dejando atrás Poble Sec) pero es probable que tengas una buena caminata para llegar a la zona de salida y luego de regreso.

– Nocturna, que no a ciegas. El frontal es para la montaña o, como mucho, para salidas por terrenos con un firme irregular que pueda provocarnos algún tipo de lesión si no andamos con tiento. Porque hay que estar muy mal de la cabeza para ponerse a bordear una carretera de madrugada o para irse a barrios pasto de los cuervos de Callejeros y clamar a los cuatro vientos con tus led que vas a ejercer involuntariamente de Papá Noel esa noche (adiós lucecita chivata, adiós bambas de última generación, adiós GPS a precio de Xbox con Kinect… el deporte más barato del mundo, ja…ja…).

Reconociendo el circuito he comprobado que con el paso de las ediciones cada vez el circuito está más y mejor iluminado. Es el caso del Moll de la Costa (Morrot) que, entre el ancho de la calzada por la finalización de obras y las nuevas farolas, ahora se corre muy a gusto. Y el tramo de embarque en el Moll Adossat (la novedad del presente recorrido) que de madrugada está a oscuras por la falta de actividad portuaria tampoco debería tener ningún problema de visibilidad, según me ha comentado la organización, incluida la señalización de la media docena de fingers que tendremos que atravesar. Así que la única zona que notaremos parcialmente la falta de luz será en el Rompeolas, pero aun así se puede correr perfectamente, gracias a la altura de las farolas del Moll Adossat (que de rebote nos permitirá visibilizar unas señales lumínicas clavadas en el suelo que nos pueden provocar un mal aterrizaje del pie si las pisamos) y de unos focos a ras de suelo. Además me han asegurado que habrá zonas donde se habilitará generadores para que tengamos más luz a la hora de correr.

– Cajones de salida. En total serán cuatro los cajones, el mismo número que en las pasadas ediciones para la misma cantidad de gente. Yo creo que son suficientes pero seguramente nos encontremos con un segundo cajón atestado de corredores y un primero más vacío. Por lo demás, lo de siempre, si queréis asaltar el sub 40, 45 o 50 (que os recuerdo que es un circuito que no se presta a ello) os toca entrar pronto a vuestros respectivos cajones. Pero antes de posicionaros os recomiendo que aprovechéis el calentamiento para recorrer el primer kilómetro y tomar nota de los giros que nos encontraremos nada más comenzar a correr. Por si acaso.

– Liebres. Es un circuito donde es muy difícil clavar un crono al segundo por tener un perfil muy puñetero y que seguramente al principio haya bastante acumulación de gente (si se mantiene la cifra de participantes de anteriores ediciones), algunos situándose por delante de las liebres, lo que dificulta sensiblemente su labor.

Mi recomendación es que si tienes intención de buscar alguno de los tiempos que proponen (40′, 45′, 50′ y 55′)  os posicionéis al inicio unos metros por detrás de la liebre para que pueda hacer su trabajo con tranquilidad y tengáis espacio de sobra para correr sin problemas de tropiezos y empujones. Colocarse en medio de todo el barullo que se forma alrededor del pacemaker (como me flipa este pa-la-bro) es un gasto de energía innecesario que al final acabará pesando en tus piernas. Ah, y si al final la liebre no consigue su objetivo ten presente todo las dificultades que te he comentado antes de formular una crítica viperina, no te creas que es una tarea fácil, para nada. Y más si tienen la voluntad de llegar con el máximo número de gente a la meta con un tiempo cercano al indicado, que creo que en este caso sería un logro. Agradéceles el esfuerzo.

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El recorrido

El circuito es el mismo de 2014 pero con alguna mejora que pienso que será bien recibida como es el hecho de que tengamos más ancho de calzada en el Morrot. Aun así, esto no implican que vaya a ser más rápido o lento (el Pont d’Europa ahí al fondo con su pose amenazante no ayuda nada a materializar nuestros sueños de sentirnos veloces como jamás antes lo habíamos conseguido).

Si deseas que te intente explique el recorrido al detalle, aquí te dejo esta entrada:

10 CLAVES DEL RECORRIDO DE LA CURSA DEL PORT

1- SALIDA

Nada más partir haremos un giro de izquierdas que nos situará en un camino de ida y vuelta al World Trade Center. En menos de 500 m tenemos que sortear cuatro giros, el último de ellos muy cerrado, con un ancho de calzada que no pasa de los dos carriles. Aquí no es momento de ponerse a acelerar sino de salvar los muebles, tendréis mucho más espacio tras dejar atrás la rotonda colindante a Plaça de les Drassanes. Iluminación suficiente.

2- MOLL DE LA COSTA (MORROT)

La gran novedad de esta edición: se acabaron las obras y ya tenemos toda la calzada para correr: dos carriles por banda para hacer algo más cómodo el tramo de ida y vuelta. Iluminación óptima, podréis divisar perfectamente los badenes que hay en el asfalto y sortear el control de acceso, único momento de estrechez. Lo mejor es mantener un ritmo pero sin obcecarse, esa reserva que hagamos ahora nos vendrá genial para lo que viene después.

3- PONT PORTA D’EUROPA (PRIMER ASALTO)

Visto desde la base da cierto respeto pero es fácilmente superable si te pones a regular y modificas tu zancada primando los pasos cortos. Se trata de llegar arriba con oxigeno de sobra como para poder mantener activo el mecanismo de tus piernas, perderás tiempo y es más que probable que no lo puedas volver a recuperar, pero hacerla a tope hipotecaría el resto de carrera. No te obsesiones con el ritmo del resto, ésta es una de esas zonas donde se nota claramente quien va pasado de vueltas y quien tiene la mente fría. Tú a la tuya. iluminación suficiente.

4- MOLL ADOSSAT

El tramo de descenso del puente nos debe servir para recuperar algo de aliento y volver a consolidar un ritmo de carrera estable que deberemos mantener a lo largo de toda la nueva zona del Moll Adossat. Ojo, en la entrada hay un control que parte la calzada en dos con un badén previo y luego tenemos una rotonda bastante sui generis a la que dar media vuelta para encarar el nuevo tramo del circuito que nos situará en la zona de embarque de esos guiris que llegan con una sonrisa boba a la ciudad que desaparece nada más probar la paella típica de la Rambla. Esa zona es la más curiosa del recorrido, un muelle muy ancho pero que nos obligará a pasar por debajo de media docena de fingers  que estarán señalizados (al menos eso me han asegurado). Es una larga recta pero no lo suficiente para que se haga pesada. Dejando atrás la zona de embarque (cuidado con la señal que parte la calzada y que está rodeada de pilones de plástico) nos damos cuenta de que, hostia, nuestro ritmo padece… tiene una fácil explicación: los últimos metros antes de dar media vuelta hacen ligerísima subida. Iluminación de justa a más que suficiente dependiendo del tramo, cuántas farolas estén encendidas y los refuerzos de generadores de que se dispongan.

5- ROMPEOLAS

Pero lo mejor viene ahora, vamos a dar media vuelta y… sí, un pedazo de repecho corto pero muy intenso que nos puede dejar grogui lo que resta de carrera si hemos llegado muy fogosos. Tras esta maldita emboscada iniciamos el camino de vuelta por la zona menos iluminada (quizá este año haya refuerzo)  y, aun así, perfectamente corrible del circuito: el primer medio km notarás que el perfil es algo irregular por esas cosa del diseño digno de Rústicos en  Dinerolandia, un enlosado que parece lava solidificada. Pero dónde te tienes que fijarte realmente es a la derecha, cerca de la barandilla hay pegadas en el suelo una serie de señales lumínicas que deberíamos esquivar para evitar una mala pisada. Luego, la calzada se ensancha, pisamos asfalto y saldremos del rompeolas con una chicane complicada en la que debemos tener los ojos bien abiertos para que ninguno de los que se han subido a la acera arrase con nosotros. Ah, se me ha olvidado, toda esa zona a ritmo de carrera e incluso rebañanado algún segundo, pero sin darlo todo que queda aún el puente.

6- PONT PORTA D’EUROPA (STRIKES BACK)

Esta vez nos encontramos con la parte más tendida del puente y, gracias a que el Rompeolas está a más altura que el resto del Moll Adossat, lo comenzamos a encarar a media subida (es el karma por lo del repecho sorpresa anterior). Puedes superarla de dos maneras: reservando o apretando los dientes. En ambos casos, podéis tomar un respiro en esos 100 metros llanos que lo coronan. Iluminación correcta.

7- HASTA META

Si hemos recuperado bien, en el descenso  del puente deberíamos comenzar a acelerar para hacer la última parte de carrera, ya en llano, a tope. Precaución con la rotonda que nos deja en recta de meta porque es el mismo peligroso giro cerrado del inicio y puede que algún listo decida saltárselo y volver a entrar cruzado. En el momento de superar la rotonda, a muerte hasta el final que es un sprint muy corto.

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El circuito en vídeo

Mapa del recorrido cedido por la organización de la Cursa Nocturna del Port de Barcelona. Desde aquí mi agradecimiento.

*Versió en català.