Adiós, City Trail. Bienvenido, Salomon Run. Sobreviviendo a su particular hype, en pocos días podremos congratularnos de que se dispute la segunda edición de una carrera que más allá del debate generado por el concepto de traer la montaña a la ciudad resultaba ser una prueba de lo más divertida y que en su segunda edición vuelve con un circuito algo remozado (entramos en l’Anella Olímpica, y eso mola mucho) y la misma obsesión para que al final acabes teniendo pesadillas con rampas interminables de escaleras que debe ser lo más parecido al purgatorio. Vamos a intentar desentrañar el aparentemente lioso (luego, pisando la calle con las bambas puestas y un poco de paciencia no lo es tanto) recorrido de esta edición. A ver si nos salimos.
Pero antes, ten en cuenta todo esto…
– Es más que probable (memoria de pez) que me haya descontado con el número de escalones e incluso que me haya saltado algún tramo, tomadlo más como una referencia que como el número exacto.
– Las mediciones son aproximadas, no llevo la rueda métrica a cuestas. Aunque si alguien se inventa una que quepa en la mochila no le haría ascos.
– Me han surgido una serie de dudas respecto al circuito y su trazado que aunque creo que están resueltas me dejan un poco con la mosca tras la oreja.
– Hay unas obras que seguramente modificarán el circuito. Lo he tenido en cuenta en el texto.
___
1/ La salida (atracón de escaleras)
La primera en la frente: mirando para arriba y atiborrándonos de escalones hasta alcanzar la Av. de l’Estadi. Este tramo de escaleras lo dividiría en tres sectores:
- El primero es de 74 escalones que sirve para tomar la temperatura de nuestras piernas.
- El segundo está tras superar el anterior y girar a la derecha por el Passeig Forestier: nos encontramos un buen monumento de unos 90 escalones que van a hacer bastante daño a posteriori si te empeñas en subirlos a tope.
- El tercero es la escalera más corta de las 3 y a mí me salen unos 45 escalones en total.
Ya para el final nos queda unos 400 de metros subida en asfalto que terminan 50 m después de tomar Passeig Olímpic (ahí nosotros pillamos la acera).
2/ Rodeando l’Estadi Lluís Companys
3/ Pisamos tierra (bajo l’Anella)
Por cierto, aquí hay unas obras que seguramente obliguen a modificar el circuito (se han cargado el camino por donde debíamos circular): lo más lógico es que la rodeemos por la derecha, lo que sumaría unos 50-100 m más que recorrer.
4/ Subida y bajada a l’Estadi
Pero ese sufrimiento tiene recompensa. En el momento que alcanzamos la Plaça Nemesí Potasí (que viene a ser el Passeig Olímpic) obtendremos el regalo de hacer el camino a la inversa bajando por Av Estadi (lo que significa que nos iremos cruzando con los corredores que aún están subiéndola, antes nos ha tocado sufrir ese palo mental) durante 1,3 km de bajada antes de atacar la Foxiarda.
5/ La Foixarda
Entrando por el parque iniciamos un corto tramo por camino de tierra en paralelo al campo de Rugby (mucho cuidado con la trampa del final antes de tocar asfalto: un bloque de cemento colocado con muy mala ostia) para comenzar un sector de escaleras del que ya no nos vamos a librar hasta el final del recorrido.
El primero sirve para rodear el campo de hípica y consiste en 50 escalones de subida y luego 31 de bajada. después nos tocará ir en dirección al MNAC para dejarlo de lado y superar otro tramo de escaleras más gore que el anterior de unos 68 escalones y algunos más desperdigados al tomar el camino de tierra que nos guía hasta Av. de l’Estadi (sí, otra vez).
6/ Entrando en el parque
Antes de adentrarnos en el sector más verde del recorrido que abriga el Passeig de Santa Madrona deberemos bajar por unas escaleras que te resultarán familiares porque son las mismas que hemos superado al inicio de la carrera pero en sentido contrario, 45 escalones que ya te indican que a partir de aquí hay que tener mucho cuidado por donde pisas. Y es que tras rodear el MNAC por la parte de atrás comenzamos un sector de escaleras en bajada en el que prima la técnica y no dejarse llevar por las ganas de ir rápido: lo principal es salir indemne y evitar cualquier tropiezo.
Lo voy a dividir en cuatro tramos:
- El primero es el tramo más corto de escaleras comienza nada más dejar de lado el MNAC con unos pocos escalones de subida (6 +3 escalones, casi no hace falta mencionarlo de la tontería que significa) y algunos más de bajada, nada menos que 38 escalones.
- Tras tocar de nuevo asfalto durante unos pocos metros tenemos que bajar por otro tramo aún más largo de escaleras (si no me descuento me salieron 94 escalones). Desde aquí has de tener también cuidado con los pilones que te irás encontrando.
- Luego nos toca correr a gusto por dentro del parque hasta llegar a rodear una fuente a la que se accede por un tramo de escaleras que, como el resto de las que hemos superado por aquí, no está en su mejor estado (25 escalones en bajada) y salir de allí en otro tramo de bajada de 62 escalones.
- Tras acabar las escaleras que nos deja camino del Institut Cartogràfic solo nos queda un repecho muy corto asfaltado y su bajada con un giro cerrado de 180º sin dificultad alguna.
7/ Hasta contrameta
El último tramo de escaleras realmente exigente lo tenemos aquí. Impresiona verlo pero con cabeza se solventa sin problemas. Te lo detallo:
- La subida al Passeig Forastier se divide en un tramo de escaleras de 49 escalones, 50 m de descanso y otro tramo de 30 escalones.
- Luego toca bajar justo por la primeras escaleras que han sufrido nuestras piernas al comienzo de la carrera: 74 escalones en bajada que nos sitúa a la altura de la meta pero…