La Mitja Marató de Barcelona se está convirtiendo en la Serena Williams del atletismo popular respecto a su hermana mayor, la Marató de Barcelona. Comparten atributos y genes pero la peque ya puede alardear de una matrícula de honor que carece la grande, como ese sensacional récord mundial de Florence Kiplagat. Este año se presenta el mismo recorrido con una pequeña modificación que mantiene las bases que la han convertido en uno de las media maratones más rápidas del mundo. Y ahora lo que toca es intentar sacarle el máximo rendimiento.
1- El recorrido es rapidísimo
Pero, bueno, eso es algo que ya sabrás porque tras el récord del mundo de Florence Kiplagat, como es lógico, inteligentemente se han encargado de promocionarlo. Pues sí, mirado en plano es rápido y bastante cómodo, aunque hay que tener en cuenta un par de condicionantes que debes asumir, hay una parte en ascenso al principio y seremos cerca de 15.000, lo que significa que esa comodidad siempre es relativa. Con esto interiorizado, aquí se puede ir a por marca de calle.
2- Ten muy presente tu ritmo medio de carrera
El circuito es para tener calculado un ritmo de carrera y tenerlo siempre en mente para adaptarlo a los pequeñas variaciones del recorrido que nos irán saliendo a lo largo de la carrera (algunos tramos más favorables que otros). En algún momento se nos irá un poco el tiempo y en otros podremos dar un poco de gas sin notar que gastamos de más para arañar algún segundo. Si en alguno te vas para atrás o adelante medio minuto es que algo estás haciendo mal (puede que no tengas el día, o que corres por encima de tus posibilidades y lo acabarás pagando).
3- Cabeza, ritmo y más ritmo
¿He dicho que es un circuito de ritmo? Pues sí, lo es. Pero, ojo hay que saber cuando toca apretar para exprimir los beneficios de ese ritmo medio y cuando recoger un poco las velas. La fórmula que te propongo es la de salir con temple, si en todas las carreras lo más beneficioso es ir de menos a más en la Mitja de Barcelona con aún más razón por una primera parte algo complicada. A partir de ahí, ritmo de carrera, intentando rascar algunos segundos mientras avanzan los kilómetros y ya la parte final, desde Marina, a tumba abierta (ojo, por eso, con los últimos 50 m de Marina que pican un poco para arriba).
4- Hasta Gran Via se pierde algo de tiempo
Y no es porque tus piernas fallen (que puede suceder, no todos los días son perfectos, oye) sino porque confluyen varias circunstancias de carrera que provocan esa lentitud. La salida es un poco problemática (porque tenemos un giro de izquierdas casi al instante tras haberse reducido los carriles de salida a la mitad casi con el disparo de salida por una puñetera mediana que era un peligro cuando se dejaba correr a todo lo ancho de la calle. Luego nos toca lidiar con la multitud y finalmente tendremos un tramo de ascenso en Paral·lel y Entença en el que las piernas te pueden pedir que les des más caña pero que la forma más inteligente para afrontarla es tomársela con un poco de calma para no perecer después. En definitiva, no te preocupes por llegar al km 4 con algo de tiempo de retraso (tampoco en el paso por el cinco). y, eh, esto no me lo saco de la chistera, que hasta una liebre de lujo como Marc Roig se lo aconsejó (y funcionó) con la Kiplagat.
5- Ese tiempo perdido se va recuperando a lo largo del recorrido
Lo mejor es que no te obsesiones en poner tu cuenta a cero (de segundos perdidos) al instante de pisar terreno más favorable (o sea, más cómodo, llano y fluido): si lo haces de golpe en Gran Via (que tiene algún momento orográfico de suave panza, algo muy barcelonés) es posible que lo acabes pagando muy caro en el último tramo cuando necesites ese rush final que no acaba de encontrar. Yo creo que el secreto está en ir a ritmo de carrera (en algún momento ligeramente superior), y, entre ese goteo de segundos que vas rebañando, y los tramos más favorables (que ahora te indicaré), y que al final siempre intentamos dejarnos la piel en los últimos metros, deberías tener suficiente para enjugar de sobras esa diferencia.
6- Toma nota de los tramos favorables
El primero de todos es el de Passeig St. Joan: suave bajada donde las piernas se sueltan. Hay otro tramo favorable al inicio de Bilbao pero yo me lo tomaría como un respiro porque allí suele colocarse el segundo avituallamiento y luego llega un repecho corto pero muy duro. Rambla Prim comienza en bajada para luego allanarse, lo mejor de ella es que puede darte buena sombra situándote en un lateral. Aunque el tramo de ida da algo de respeto porque pica un poco para arriba, al hacer el giro de vuelta de Diagonal Mar si tenemos viento a favor se pueden rascar bien unos cuantos segundos. Passeig de García Faria tiene también un perfil en leve descenso que ayuda a acelerarse, solo hace falta que el viento nos respete. Por último, Marina comienza mirando para abajo; entre eso y que ya nos tenemos que dejar los cuernos al estar tan cerca de meta es un tramo que se puede aprovechar (ojo, por eso a su final, que pica hacia arriba antes de girar a Pujades).
7- Tres mini repechos puñeteros
El primero al inicio de Pallars tras cruzar Marina, no es muy duro y luego viene bajada. El segundo pica más, es el que conecta Bilbao con Gran Via. El tercero también es muy puñetero (aunque ni punto de comparación a cuando se pasa en la Marató de Barcelona justo un mes después), está ya en el tramo final, en el carrer Litoral. Son dificultades que se superan más apretando los dientes que regulando. Bueno, apunta el cuarto que te he comentado antes, el final de Marina que pica un poco hacia arriba justo antes de girar a Pujades.
8- Zonas pesadas
Mente fría y mirada al frente, no hay más estrategia. Pallars se hará este año larguísima con la modificación (que también hace el circuito un pelín más rápido). No te voy a contar nada que no sepáis ya de Diagonal Mar pero yo añado la coda de Taulat que siempre me parece de lo peor. En estos tramos las piernas importan, pero la cabeza aún más.
9- Ojo al viento en la zona marítima
Puede que te afecte algo en Gran Via a la altura del km 10 y pico, quizá también en Diagonal Mar, pero donde más probabilidades existen de que el viento nos juegue una mala pasada es en toda la zona del litoral que va del Passeig Can Faria a Marina. Es un incordio más molesto y fatigante que un muro en si (por norma no suele agitarse con mucha fuerza), pero a esas alturas de carrera no queda otra que enfrentarse a él. Lo mejor es buscar una grupeta para resguardarnos y que no nos pegue tan de golpe.
10- 600 m (o algo más) de recta de meta que se te puede hacer eterna
Así que al girar a Pujades desde Marina la mejor opción ya te digo que no es ponerse a sprintar, yo el último cartucho lo gastaría mejor en el momento de llegar a la altura del Parc de la Ciutadella porque si no se nos puede hacer muy larga.
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El recorrido de 0 a… 21.097
*Ojo! Las distancias son apróximadas.
Pallars
Bilbao