A ver, peña, tenemos los huevos pelados y ya se os ve a tres pueblos. Según un estudio con la misma fiabilidad que cualquier otro estudio, esto es… ninguna, el 95% de las veces que sueltas una excusa por una birria de carrera ésta suele estar más alejada de la realidad que las conclusiones que se extraen del pseudodebate del Estado de la Nación.
Las excusas ya forman parte indispensable del ritual de una carrera popular y es un arte que se aprende desde niños (cuantas veces «falla el puto mando» cuando te machaca tu hermano en el Street Figther) y se afianza al alcanzar la madurez, esa época en que decidimos cargarnos el mundo sin más excusa que el miedo que nos tenemos los unos a los otros, con las mentiras piadosas para salvar el cuello de alguna trastada laboral.
Con lo sencillo que es ser totalmente sinceros (que no dramáticos, eso parece que es un virus que se inocula a través de la ingesta de geles deportivos y que se afianza recitando frases existenciales con menos enjundia que el sorteo de la bonoloto), resulta que nos puede ese espíritu tan latino de no aceptar que a veces la derrota puede ser motivada por nuestra culpa. Pero ya que estamos metidos en esta droga dura de esquivar la responsabilidad por una cuestión de orgullo de borracho de fiesta mayor, lo mejor que podemos hacer es sacarle provecho. Convertirlo en un arte en el que el mayor cargo del que se nos pueda acusar sea el de apoyar lo que Sosaku denomina tapadismo y no el de siempre grimoso mal perder. Y es que excusas hay de mil tipos: desde las que te permiten escaquearte de una ¿responsabilidad? (mal vamos si así la consideras) hasta las que te permiten enmascarar una mala jornada competitiva.
Y para explicarte cuándo, cómo y quizá el por qué, lo que viene a ser el timing y su contenido, tiraremos, otra vez de una ilustrativa Runningrafía y reincidiremos en un Elige tu propia aventura.
¿Estamos de acuerdo que has tenido días mejores?
Pasa al apartado 2
Pasa al apartado 10
¿Puedes excusar esa mala carrera en un factor externo?
Pasa al apartado 3
Pasa al apartado 9
¿Has dejado algún tipo de rastro digital durante la prueba que te comprometa?
Pasa al apartado 4
Pasa al apartado 8
¿Tienes la posibilidad de borrarlo antes de que se entere nadie?
Pasa al apartado 8
Pasa al apartado 5
¿Hay testigos directos que puedan ponerte en entredicho?
Pasa al apartado 7
Pasa al apartado 6
Ahora sí que es el momento de tirar del catálogo de excusas
Pues me parece que te lo vas a tener que comer con pa-ta-tas
Genial, si te preguntan, nunca participaste en esa carrera
Has tenido suerte y, seguramente, justicia: la verdad te respalda
Pues vale… muchas felicidades
*Runningrafía creada gracias a Pictogram, Iconfinder, Softicons y PshelpDesigns/Devianart.
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Genial! me he reido un rato! tambien puede servir para el trabajo!
Hasta para los problemas domésticos que nos azotan cada día.
Salud, Dani!
TÓCATE EL ISQUIO*
No es ni un taco, ni una proposición indecente.
Es la mejor de mis excusas. Te la explico rápidamente.
Si te sale mal una carrera y llegas a meta exhausto el público pensará:
– qué pringao, qué mala carrera ha hecho
Si te sale mal una carrera y llegas a meta exhausto, pero a 100 metros de meta empiezas a tocarte el isquio, el público pensará:
– «Es un héroe, otro, con ese dolor en el isquio se habría retirado, pero él ha seguido hasta meta»
Luego, hazme caso TOCATE EL ISQUIO*
*Podrías tocarte otro músculo, pero isquio, sólo con el nombre intimida y tocarse «ahí» debajo del culo queda muy de lesionado.
PD mis disculpas y mis deseos de la más rápida recuperación a los realmente lesionados del isquio.
Salut David. Gran entrada.
Mamón, estoy lesionado de los isquios, jajajajajaja
Ja, ja, como me he reido. Las excusas pre y post carrera son parte del runner social. Hace 30 años seguramente no había tantas de estas excusas, pero hoy las hay de todos los tamaños y colores. Y va con la personalidad de cada uno. Sabes el que las va a poner, el que va a hacer un carrerón pero antes dice que tiene dudas, etc.
Buenas, Gonzalo,
Las pre se incluyen en lo que tú denominaste ‘tapadismo’, el no enseñar las cartas hasta última hora, el apoyarse en las bajas expectativas para acabar petándolo delante del todo el mundo. Las post son la pataleta que nos sale de lo más dentro cuando nos damos cuenta que entre las expectativas y la realidad hay un abismo.
Salud.
A mi el que m’agrada és dir directament «quina merd… de carrera m’ha sortit» a aquells que habitualment posen excuses. Encara que sigui per tocar el que no sona 🙂
És una manera rápida i senzilla de treure’s tot el mal rotllo que es porta a sobre. Millor no amoïnar-se que ja hi han coses molt més preocupants en el nostre dia a dia.
Salut, Jordi.
Siempre puedes decir que has salido a hacer un «entreno con dorsal».
De las mejores, te inmuniza del fracaso y encima hace ver que tú tienes objetivos DE VERDAD, no como esos humanos que se han puesto a corretear a tu lado.
Un saludo, Xavi
Uff, qué manía esa de dar excusas porque la carrera te ha salido mal. Yo me quedé en la pregunta 2 jajajajaaj Te salió mal la carrera? Si. Puedes excusarte con un factor externo? No. Ahí quedé jajajajaja. Si corro mal es por mi culpa, mi gran culpa. Y si te sale mal la carrera llegas hecha un asco cuando tus amigos ya están tomándose el desayuno, los ves, te sientas y te ríes del hecho de que casi llegas escoltado por la ambulancia al final. Y punto….. O no?
Muy buen post como siempre David.
Un abrazo,
I.
Pues sí, al fin y al cabo no es tan grave que las cosas no salgan como soñábamos mientras le hayas puesto empeño y ganas en ello. Ni esto de correr tan trascendental como para ponerse en plan drama de telefilme dominguero.
Bona Mercè, Irene
Yo también me quedo en la pregunta 2. Aunque tenga factor externo que me respalde.
Muy bueno el post. En el trabajo, tenemos colgado desde hace más de una década un gráfico similar. Y ya te digo que es la mar de útil para el personal de mantenimiento…Nosotros en lugar de «factor externo» tenemos un «¿Puedes culpar a otro?». En las empresas se lleva mucho eso de culpar a otros…
¿Como va tu recuperación? ¿Tocándote el isquio? Estoy de acuerdo con Novatillo Total en lo de entrar a meta cojeando. Funciona. Llega un tío la mar de fresco o a ritmo alegre y la gente murmura cosas como «flipao», «ha ido de paseo», pese a que igual lo que está es aliviado por acabar después de pasar por un infierno. Eso sí, llega un tío que se ha de aguantar en sus dos hijos para llegar a meta (eso lo he visto yo) en modo slow motion y la gente rompe en aplausos y gritos de ánimos. Mientras el tipo que 5 horas atrás le decía que regulara que aún faltaba lo más duro, ha llegado a meta a ritmo alegre pasándole en la última bajada al trote cochinero.
Así que el lema es «Si todo sale mal, tócate el isquio». He de decir que no funciona con la parienta/maromo. «¡Llegas tarde!¡Hueles a cerveza!» Te tocas el isquio…y recibes un callejón…
un «collejón». ¡El puto corrector del iMac me trae loco!
El resultado final no dista mucho de ese gráfico (pensaba en un principio que sí lo haría), así que la lectura que se puede extraer es que realmente en carrera somos el vivo ejemplo de lo que hacemos en nuestro día a día.
Sobre lo mío… Seguimos en el dique seco (por lo que la Mercè se cae) y a una semana para la Marató de Collserola… Soy bastante kamikaze con los plazos de una lesión pero sin ta siquiera puedes apoyar el pie al caminar poco se puede hacer.
Salud, Zuñiga.
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