Así es como se debería dar carpetazo a cualquier trilogía (Coppola, toma nota). El Trail de Catllaràs, la última de las MissionX3 (tras el de Cap de Creus y el de Ulldeter) es un broche de oro a una iniciativa que ha ido adquiriendo una popularidad tal que se han convertido en uno de los referentes en el mundillo de las carreras de montaña. Y es aquí cuando eres consciente que para disfrutar del esfuerzo no hace falta que te pongan trabas de forma artificial: los mejores obstáculos te los sirve la propia naturaleza.
NOTA: Aunque tengo por costumbre hacer los análisis partiendo de la distancia más larga a disputar de una carrera, esta vez, un estado de forma lamentable y tener curro el mismo día me han hecho inclinarme por la versión corta. Así que éste será un ‘A examen’ algo parcial. Este 2015 sí que vamos de cabeza a la Ultra.
– Lugar: La Pobla de Lillet (El Berguedà).
– Fecha: 26 de julio (6.00, Ultra y 8.00, Trail).
– Participación: 800 corredores inscritos (cerca de 500 en el Trail y más de 300 en la Ultra).
– Tipo: Trail.
– Precio: 35 euros (Trail) y 60 euros (Ultra).
– Distancia: 27 km y 1.700 D+ (Trail), y 54 km y 4.000 D+ (Ultra trail).
– Servicios: Guardarropas, fisio, zona de acampada, piscina, avituallamiento líquido y sólido antes, durante y tras la carrera (agua, isotónica, refresco, cerveza, dulces, snacks, fruta, bocadillo).
– Circuito: Muy exigente, embarrado aunque con zonas de pausa y predominando los senderos/corriols sobre la pista forestal. El trail no requiere de mucha técnica aunque las bajadas son peligrosas si ha llovido las horas previas (como ocurrió este año).
– Obsequio: Camiseta técnica* + camiseta de finisher (solo Ultra).
– Clasificaciones: Trail (aquí) y Ultra (aquí).
*Que apoquinas con tu inscripción.
COSAS QUE ESTÁN BIEN
– El recorrido está a la altura del escenario. Lo tenían fácil porque toda la zona del Catllaràs (e incluyo el precioso pueblo de La Pobla de Lillet) es una maravilla. Lo que no lo era tanto era escoger un recorrido que a la par de exigente fuese vistoso y que encima evitase la agonía perpetua, y… casi, casi lo consiguen (luego digo el por qué de ese casi), corriols para regalar (embarrados por las lluvias de las últimas horas), una primera y larga subida (12 km) constante pero con momentos de descanso para que no acabase con nuestra moral y con regalo excepcional al completarlo: toda la serralada de fondo (hasta los más rápidos se paraban a hacer fotos), bajadas más técnicas de lo que en un principio parecía (eso es culpa de la lluvia, las zonas rocosas eran bastante peligrosas), y varios momentos de postal. Me contaron algunos de los que han colaborado en la prueba y que además residen en la zona que el Catllaràs es un paraíso para cualquiera que le encante echarse al monte y que da pena ver como no se promociona más esta vertiente. Visto lo visto, habrá que hacerles caso.
– Organización. Al igual que en el Trail Cap de Creus, muy pocas cosas a reprochar. Recogida de dorsal sin apenas colas y con un servicio estupendo por parte de los voluntarios (muy por la faena) y sabiendo en cada momento dar solución a los pequeños problemas que van surgiendo (perdida de chip, etc.). Guías informativos para tenerte al corriente y ayudarte en caso de duda. Buena señalización del recorrido (aunque si vas a ful en las bajadas es más que probable que te saltes más de una banderola, a mí me paso media docena de veces). Avituallamientos con todo lo necesario para recargar energías y útil información por parte del personal. Un speaker que sabe avivar la llama sin convertirse en un brasa. Y hasta son puntuales con los horarios. Lo dicho, casi sin mácula.
– Zona de acampada. A los ya asumidos (o a los que nos hemos acostumbrados, que no es lo mismo) servicios de fisio, guardarropas o parking, hay que añadir una muy agradecida zona de acampada para los corredores con duchas, lavabos e, incluso, piscina (aunque algunos prefirieran remojarse en el Llobregat que al final quedaba más cerca de meta…).
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COSAS A MEJORAR
– El último km… me sobra. Con dos bajadas llenas de rocas que patinaban que daba gusto es una forma muy cruel de dar al traste una genial jornada para aquellos que a esas alturas, como me dijo un compañero de correrías ese día, ya están mostrando los síntomas, o sea, que nos queda tan pocas fuerzas que nos vamos tropezando con el más mínimo obstáculo. Un peligro porque hueles la meta, no estás tan concentrado y… hasta Nuria Picas se resbaló (para que veáis que los síntomas afectan a todos los estratos sociales del trail). Ahora, también he de reconocer que la nueva ubicación de la meta es mucho más céntrica y atractiva que la del campo de fútbol.
Y, por otro lado, echo de menos algún cartel más indicando la situación kilométrica de carrera, que hubiera venido de coña porque el primer avituallamiento parecía más lejano que ese km 8 previsto y la útil información que te facilitaban los voluntarios necesitaba ser complementada.
– El tiempo de las clasis no cuadra. Ni siquiera coincide con el crono de la meta, a la mayoría le suma un par de minutos. Nada grave, aquí no nos jugamos tiempo, pero no estaría de más revisarlo.
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PREGUNTAS POPULARES / RESPUESTAS IMPOPULARES
Soy un principiante ¿es una carrera apta para mi?
No. “Quién te ha dicho a tí las carreras que yo tengo o no tengo que correr”, me responderás a lo Aznar si eres un borde de cuidado o me tienes cruzado (ambos casos pueden ir de la mano). Da igual, escúchame: si no has tocado montaña olvídate de ella hasta que te familiarices y si la has tocado puedes probar con el trail de 27 km siempre y cuando te conciencies que posiblemente será mucho más dura de lo que realmente piensas.
¿Hay suficiente con los avituallamientos?
No. Es necesario que lleves alguna botella o camelback a cuestas para ir echando tragos entre los diferentes avituallamientos. Aunque durante el 80% del recorrido va a tocar la sombra, la sensación de bochorno y el avance del calor cuando se consolida la mañana repercute enormemente en la necesidad de hidratación. También te recomiendo que te lleves algún gel, barrita o fruta para complementar y llenar el vacío en momentos de bajón físico.
La montaña catalana resulta desconocida para Sanfer y para mí. Quizá deberíamos proponernos unas crestas por esas latitudes, en la versión corta, claro. Tiene muy buena pinta. ¡David!, ¡a descansar! (tono Aznar)
Desde Manresa hasta ya la frontera, Catalunya es una auténtico paraíso de rutas para salir a correr. Justo en la vertiente norte de La Pobla de Lillet se celebra la Cavalls de Vent o el Trail de Moixeró. También cerca está el Pedraforca… No te la acabas.
Salud, Joaquín..
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