Los festivales de música son una tentación excesivamente demoledora como para no acabar rindiéndose a sus encantos y dejarse caer en esa espiral que nos convierte en un abrir y cerrar de ojos de proyecto de atletas a sedentarios melancólicos con un indice de grasa corporal comparable al del actual Andrés Calamaro. Y, joder, con lo que cuesta pillar un estado de forma semi digno no es cuestión de perderlo a base de cervezas a precio de gin tonic, y, sobre todo, comida rápida que sabe a mil demonios y te quema el estómago a la misma velocidad que la tarjeta de crédito. Pero siempre puedes contrarrestrar ese ataque masivo a tu salubridad haciendo de su territorio el mayor campo de entrenamiento jamás diseñado.

CApítulo 2

Entrena sin perder tu molonería

Tirada larga

Se trata de hacer un planning de artistas en el que el principal filtro no es lo mucho que te gusten o el nulo conocimiento que tenga la competencia… digo… tus supuestos amigos de charleta cultural, sino lo lejos que se ubiquen uno de otros a lo largo y ancho del recinto. Si el festival es de esos grandes que al final tienen cabida en un informativo durante 25 segundos para hablar de indies como de una nueva especie animal descubierta en una selva amazónica, entre idas y venidas te debe salir a algo parecido a una carrera de ultra resistencia.

Ejercicios de equilibrio

Dos ejercicios  que mejorarán tu técnica de carrera de manera muy efectiva:

1) El primero consiste en volver de la barra del bar tras darte de hostias con todos los que te rodean y el listo de turno que se te intenta colar (esta experiencia es equivalente a la de la salida típica de una carrera popular) sin derramar ni una gota de cerveza. La putada, que tus amigos siempre se sitúan en medio del barullo, que no puedes privar y leer el móvil/gps a la vez y que el resto de asistentes son como bolas de demolición con un punto concreto donde estrellarse: tú.

2) El otro ejercicio se comienza a fraguar a partir de las 3 de la mañana y es el de volver a casa intentando seguir una línea recta tras darte cuenta que no pasa ni un mísero autobús, la parada del metro está en la otra punta de la ciudad y el presupuesto para el taxi te lo gastaste en una ronda de chupitos con un grupo de gente muy amigable con la que jamás volverás a coincidir en tu vida.

Sprint / Series

Escenarios que abran y cierren puertas según los delirios del organizador para hacer la espera de la actuación de la estrellona aún más estresante o zonas de acampada que van incluidas en el abono y que solo tienen una minúscula porción de terreno habitable sin que acuda a tu memoria la imagen de un Woodstock de tercera regional, ese es tu territorio y tu función consiste en correr más rápido que nadie para poner el cardio a 200 en busca de la mejor ubicación que evite comerse una revientatímpanos torre de sonido o un horno crematorio nada más caer muerto en tu tienda. Aprovecha, que ésta puede ser la única oportunidad que tengas de ganar una carrera en una pseudocompetición. Hay otra manera de subir las pulsaciones a tope sin desgaste físico, pero eso mejor que se lo preguntes a tu camello preferido… o atleta venido a menos que se ha pasado al tráfico.

Abdominales

Ahora que están tan de moda lo de los abdominales hipopresivos y el rollo del core es momento de que podáis gritar a los cuatro vientos que vosotros los practicabais antes de que fuera mainstream, eso sí, de manera inconsciente. El indie medio suele tener una anatomía tirando a lacia, por eso históricamente se estaba trabajando la zona abdominal metiendo barriga cada vez que había que atacar a lo joséluíslópezvázquez a un par de guiris borrachas (NOTA: solo puedes hacerte una idea de lo buena que está una chica moderna a partir de las 4 de la mañana, cuando el alcohol haya hecho efecto, antes tiene  más trampa y cartón que el programa electoral de los 7.000 puestos de empleo diarios). Y también se suele ejercer presión en esa zona de tu cuerpo como mecanismo de acción/reacción a la tradicional sesión de vomitera del sábado pre cierre de festival. No te conmino a que te provoques la pota o te fuerces a tirar la caña a diestro y siniestro, eso ya te sale de forma natural gracias a ese amigo que se llama desinhibición y que acude a tu rescate si lo riegas con cerveza o estupefacientes.

Refuerza tus tobillos

El bote natural cuando escuchas la canción favorita de tu grupo favorito (como si no supieses ya que la iban a a tocar si has estado memorizando todos sus setlists de esta gira con el mismo cariño que la teórica del carné de conducir…) o porque simple y llanamente no haces la estatura media europea (los cornflakes aquí llegaron tarde), además de tener que cargar en tus hombros con esa potencial follamiga (ojo a esa peligrosa friendzone en toda regla) que le ha dado por mostrar sus torpes movimientos de baile por encima del resto. Todos estas prácticas son unos ejercicios para reforzar tus tobillos que te irán de muerte en el momento que te inicies en el trail running. Y me dirás: «pero si se ve todo por las pantallas»… pues para eso lo ves por youtube y te ahorras los 200 euros del abono.

1º CAPÍTULO: ¿SE FOLLA IGUAL DE MAL?