Estamos de acuerdo, el running es una epidemia y sus síntomas se han extendido por la faz del la Tierra de forma irremediable, y aun así es posible convivir con ello sin secuelas evidentes en nuestra vida social. Pero hay otro virus que en paralelo se ha ido inoculando en el cuerpo de los corredores haciendo florecer una enfermedad bautizada con el sabio nombre de marquitis. La obsesión por romper nuestros propios registros aún no tiene una cura farmacológica (si mantenerla viva: se le llama dopaje…) pero si natural: pasa el tiempo, nuestras piernas comienzan a chochear y el cuerpo se pone en huelga indefinida. Nadie se salva, como el sarampión hay que pasarla una vez en la vida. ¿Estás tú afectado ahora mismo? ¿Y en que grado?
MARQUITIS LEVE
– Tu objetivo es mejorar día a día, más que el crono lo importante es tener la sensación ir más rápido.
– Te vistes con los primeros trapos que encuentres, eso sí, ahora ya toca ropa técnica. Adiós pantuflas.
– Te da igual salir delante o detrás dentro de tu cajón pero sietes un orgullo especial por pertenecer a él.
– Te guardas para ti el secreto de querer hacer marca
MARQUITIS COMÚN
– Tu objetivo es saltar al cajón delantero, intentar un sub algo o quedarse cerca. La liebre es una ayuda.
– Tu ropa fetiche, preparada desde hace unos días.
– Vas a incidencias a pedir un cambio de cajón si ves que no te corresponde el correcto.
– Socializas tu objetivo a otros corredores en el momento que crees tenerlo al alcance de la mano.
MARQUITIS AGUDA
– Tienes una obsSUBsión por rebajar marca. Para conseguirlo buscas un circuito lo más llano y rápido posible. ¿Liebres? Sólo si valen la pena.
– El 80% de conversaciones versan única y exclusivamente acerca de romper récords. Ahora pilla hasta aquel alejado del running. Tuiteas tus entrenamientos, el mundo lo necesita.
– Diferencias ropa de entreno de ropa de competición. Mezclarlas te hiere más que echar pepsi-cola a un carísimo Rioja.
– Aportas más papeleo que con la declaración de la renta sólo para poder partir más adelante.
MARQUITIS TERMINAL
– Tu objetivo es destrozar marcas como si fueran récords mundiales y recordárselo a todo el mundo.
– Te colocas el primero de tu cajón y agarras la cinta que te separa con el siguiente para ser el primero en asaltarlo. Procuras que nadie te quite ese derecho.
– Toda tu ropa es tan aerodinámica que ha pasado por el túnel del viento de los F-1. Sin ella no eres nadie y desactivas tu intento de marca.
– Tus conversaciones son mítines, amenazas de muerte a aquellos que duden de ti y requerimientos para que te hagan la ola ante tu inapelable heroísmo.
– Tu reacción anímica es más furibunda si el recorrido finalmente no está homologado que si te han bajado la nómina sin previo aviso.
– Tus broncas en ‘Incidencias’ se escuchan de aquí a Lima, te ven de lejos y empiezan a temblar. Las liebres se dan de baja si saben que te has inscrito.
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– 20 humanos que serán corredores y aún no lo saben
– Frases runners en contextos inapropiados
– No más dramas: la vuelta al cole de los corredores
– 50 sombras del trail (capítulos 1, 2 y 3)
– La incontinencia verbal del corredor
la tengo, y ya lo sabía. Pero es del tipo «común» así que no creo que tenga que preocuparme. Y cierto es que cuando busco rebajar mis MP es porque me he estado preparando y el cuerpo parece que responde a la llamada (lo noto en los entrenos) . Hay quien en cada carrera la intenta, sea cuale sea el perfil o la preparación. Eso sí, hace dos años tuve un inicio de temporada de oro: competía casi todos los findes (10k y medias) y casi sin quererlo o era MP o era podio … luego, en los siguientes 2 años he pagado con creces con las lesiones 🙁
De todos modos opino que hasta en nivel común no es mala cosa. Admito que me gustaría ver unas cuantas chicas con estas síntomas ….
Yo incluso extendería la benevolencia con la marquitis hasta la ‘aguda’ siempre y cuando consigas que no afecte a la gente que te rodea. Lo sé, es muy difícil, los corredores somos como niños que no nos podemos reprimir de contar nuestras aventuras diarias como si fuera una lucha a muerte con el mundo. Pero oye, mola.
Cuando uno tiene piernas y lo sabe, ir a por marca es de esas grandes sensaciones que hacen que esto de dar zancadas en circuitos cerrados tenga su gracia.,
Salud!
Como casi todo en mí, la mía es la común. La enfermedad es curable pero hay que pasarla y como dices la edad es el antídoto perfecto.
La puñetera edad pone a cada uno en su sitio, pero aunque cure la marquitis te inocula otra casi peor la de llegar más lejos y correr mayores distancias. Es un no parar…
Salud!
Faltan en marquitis aguda aquellos que «tuitean» su entrenamiento lleno de @ citando a todas las marcas que usan…
Es cierto, olvido incomprensible. Un buen marquero sabe que si no tuitea sus entrenamientos la estabilidad de la paz mundial está en la picota. Ahora le busco un espacio.
Salut!
Aquí donde me ves llevo corriendo desde los 15 años (tengo hoy 42). Pues el 75% de mi vida atlética ha estado en el lado de no tener marquitis de ningún tipo. El problema es que el 25% de tiempo de marquitis se está concentrando ahora al final.
Pero eso es, Gonzalo, porque como los buenos cocidos eres de fuego lento. El secreto es mantener esa víbora interior controlada, lo suficiente como para tener una vida social aceptable con los que te rodean.
Un saludo.
«Tuiteas tus entrenamientos, el mundo lo necesita.» JUAS!!! buenísimo.
Yo he tenido varias épocas muy cortas de marquitis, pero ahora ya hace tiempo que no me pasa…creo que se debe a la edad y a otra cosa: me da pereza hacer series, fartlek o cuestas. No corro 10.000 porque los considero estresantes, muy duros. Y ahora esto no es una vacilada: Prefiero correr y entrenar para un maraton de montaña o ultradistancia (yo considero «Ultra» lo que supera los 42K) que enfrentarme a un 10.000 buscando un mísero sub40 (es mi nivel, no hay más…). Acabo más petado corriendo un 10K que 27-30K por montaña. Así que quizás hay más miedo y pocas ganas de sufrir durante 40′ que otra cosa…en fin…los corredores somos muy raros…
No es ser raro, es simplemente acceder a una ley natural que le sucede a cierto tipo de corredores. Hay una etapa en que en vez de alcanzar el umbral de epicidad llegando antes lo consigues llegando más lejos. Cada correddor es un mudo y hay gente que se encuentra más cómoda en la agonía de los trayectos cortos y otros que están en su salsa notando como con el paso de los km se le va descuajaringando el cuerpo.
Pues sí, somos seres raros…
jajajaja Qué bueno! La verdad es que yo tengo una mezcla entre Marquitis leve y común. No, ahora en serio, últimamente me estaba obsesionando con el tema. Sólo pensaba en números y más números: más kilómetros y menos minutos. Tanto fue la obsesión que ni yo misma me aguantaba. Es así cómo decidí desde hace unas semanas salir a correr cómo al principio: no me llevo reloj ni veo en cuánto tiempo hice cada kilómetro y busco caminos nuevos que me recuerden la ilusión del comienzo. Y debo decir que ha dado resultado 😉
Un abrazo,
Irene
Buenas Irene,
Seguro que te dará resultado cuando salgas a correr por cuenta propia pero es más que probable que en el momento que vuelvas a una competición… recaigas. Como decía Wilde: «La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella».
Salud!
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