Fast Foodting, alimentación antideportiva

FAST FOODTING 2

Comida basura y running no tienen porqué ser enemigos irreconciliables desde el momento en que te tomas en serio este noble arte de dar zancadas sin ninguna retribución materialista. Se puede guarrear, gastronómicamente hablando, antes, durante y después de una carrera sin que nuestra conciencia tenga que sufrir un martirio. Aquí unas (y aún hay más) recomendaciones culinarias.

1- Todos sabemos que los geles saben a rayos y centellas y ya te aseguro que no hay previsto que las barritas energéticas engrosen la nómina de exquisiteces en un restaurante con estrella Michelín. Como el aceite de recino, las coles de bruselas o el revuelto de sesos con que nuestras madres intentaban con fruición (y poco éxito) adentrarnos en una dieta saludable es algo que se toma porque la biblia del running obliga o, lo que es lo mismo, porque se supone que nos irá bien a nuestro torturado organismo. Pero hay ciertas alternativas casi igual de efectivas y mucho más sabrosas que estas. Si llevas la diabetes controlada puedes cambiar los geles por la fastuosa y deliciosa leche condensada y las barras energéticas por cualquier pastelito o barra de muesli. En carrera  a la bollería industrial se le hace la vista… gorda, claro.

2- Los avituallamientos de carrera pueden ser un buen festín para nuestro maltratado estómago. En la mayoría de pruebas de montaña de media o larga distancia (e incluso algunas cortas) suele permitirse la barra libre, no así en las pruebas urbanas donde se controla hasta la última gota de agua y en las que un acopio mínimo de productos puede dejar a otro corredor sin su justo y apreciado avituallamiento (así que ni se te ocurra).  La excusa es que el gasto energético es mucho mayor en las carreras que tocan tierra y te sacuden a desniveles inhumanos que en las que circulas por asfalto más o menos asumible*,  sin olvidarnos que los organizadores miran de ajustar los presupuestos, en algunos casos hasta el punto de no cuadrar servicios con precios de inscripciones pero sí con estimaciones de beneficios. Ponerse como Falete a base de refrescos, chuches, bollería e, incluso, hamburguesas está permitido.

*Asumible: dícese de esos recorridos que podrías superar volviendo a casa en un feliz estado de embriaguez.

Correr - comer

3- Proteinas y carbohidratos, dos conceptos que bien pueden servir de excusa para hacer maldades alimenticias ya que ambas pueden hacer como en el dopaje sistemático de enmascaradores de otros productos aún más letales. Para empezar, despejan cualquier temor ante un buen pedazo de entrecot con sus reburbujantes trazas de grasa y nos da carta blanca para arrasar en el Wok que hay en la vuelta de la esquina. Y, sobre todo,  porque con la excusa de que me estoy inflando a proteínico pescado azul o blanquísimo arroz integral podemos ahogarnos en litros de salsa, el verdadero asesino metabólico, sin ningún ápice de remordimiento. Nosotros estamos haciendo el bien, simplemente hemos hecho una lectura interesada de lo que ponía en el prospecto, hasta tal punto que podemos efectuar con ojos juiciosos barbaridades tales como presentar menús con un 70% de condimento y un 30% de alimento titular. Eso sí, para no alarmar a los talibanes del sopor gustativo siempre deja a la vista algún grano de arroz o hueso poniendo la salsa como base del plato al estilo esconder las revistas porno dentro del libro de mates.

4- Y por último, ten siempre presente que en el momento que caes en la tentación del primer bocado te va a suceder lo mismo que cuando te tiras por un tobogán de un parque acuático: no hay vuelta atrás por mucho que lo desees y cuando quieres arreglarlo ya estás con tu cabeza en el fondo de una mugrienta piscina y, no sabes como, empujado a hacer de nuevo cola para repetir. Es ceder un poco y a la semana ya tienes tus costuras corporales desbordando cualquier tentativa de cuerpo Danone. Nos intentan adiestrar con la insípida metadona del tofu, pero en el momento que has probado la heroína de las calorías, a ver quien es el valiente que es capaz de desengancharse.

FAST FOODTING: CORRER-COMER-CORRER

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– Culpable de ser corredor

– Running en verano

– Zonas de entrenamiento kamikazes: la playa de BCN

– El noble arte del recortador

– 50 sombras del trail (capítulos 12 y 3)

– Correr, revolcarse y huir

– Running, mentiras y cintas de pelo

10 comentarios en “Fast Foodting, alimentación antideportiva

  1. Los avituallamientos de montaña, especialmente en las carreras más largas, son para quedarse allí a vivir. Llegas reventado, tu carrera la visualizas de avituallamiento en avituallamiento, y cuando llegas allí es un puto oasis. Si te ponen un par de chicas de las de Fórmula 1 rellenando los bidones de isotónica, mandas la carrera a tomar por culo y te quedas allí con ellas.

    • Y lo mejor es cuando son los mismos que organizan los avituallamientos los que te incentivan a comer más y más. Esto ni en un buffet libre con las consecuentes miradas asesinas de los restauradores tras el tercer plato.

      Salud Gonzalo!.

  2. Me ha encantado esta entrada. Como ya tengo asumido que es IMPOSIBLE ganar a un keniata corriendo y que no voy a ganar ni siquiera en mi categoría (doy gracias por ganar siquiera a la ambulancia), en la próxima carrera me daré un capricho algo distinto a esas barritas de «lo que sea que comen las palomas» y cuando mi hermano me mire con esa mirada acusadora de los corredores «sub 40’/10km» y me diga: «¿Te vas a comer eso?» le podré decir: «Lo leí en un blog» (que debe ser como los mandamientos de los runners o algo así) y continuaré con mi trote cochinero más feliz que una perdiz porque al final la meta va a estar en el mismo sitio ¿verdad? ¡Me encanta!
    Ole tú!

    • Y aún te diría más, combinar comida basura con la zapatilla no es para nada contraproducente, simplemente hay que saber el momento idóneo para hacerlo. ¡Que no nos racaneen ese placer!

      Un saludo Yoli.

  3. Oh!! Lo bien que sienta guarrear con la conciencia tranquila después de una carrera. Felicidad x2!!
    Felicidades por el blog! Me encanta leerlo.

  4. Pues suma vacaciones en la montaña (en mi caso Setcases y alrededores), con sus restaurantes, sus vaquitas de carne tierna, jabalí, potro, ceps…y sus montañas para recorrer, y tendras una mezcla explosiva de TrailRunning más TrailGastronoming que no veas. Disfruto como un loco. Vacaciones, entrenos, comida, desnivel y familia…¿relax?

    • No hay mejor relax que un buen banquete y si exceptuamos la casa de Hansel y Gretel siempre hay que confiar de aquellos lugares donde te den de comer satisfactoriamente. A uno se le conquista por la vista primero y después por el estómago. Viva el monte, jeje.

      Salud!

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