En plena proliferación de carreras populares que rivalizan, mimetizan e incluso compiten para ver quien va un paso más que el resto (incluso en el precio) a veces brotan rara avis que son capaces de sobrevivir girándole la cara al sol que les reclama y esclaviza. Es el caso de las Punk Trail, un grupo cada día más numeroso de cursas de montaña que se celebran en la comarca del Bages con una filosofía en las antípodas de la que está imperando actualmente en el mundo del running. Explicar en qué consisten y cómo sobrevivir y/o disfrutar de ellas es el intento de buena acción de la semana.

1. Son gratuitas… pero todo tiene un coste (pago voluntario)

Se financian con los productos que ceden los comercios locales, las colaboraciones de los propios corredores y la recaudación acumulada con un obsequio (antes eran camisetas y ahora se opta por el tubular) que se puede comprar el mismo día de la carrera. Es de pago voluntario, y el que no quiere (o no puede) no está obligado a hacer el desembolso.

2. No hay ánimo de lucro.

Simplemente se montan con la intención de festejar un acto tan divino como es hacer el cabra por la montaña.

3. La organizan aficionados del trail del pueblo, no empresas

De todo el trabajo que hay detrás del montaje, publicidad y servicios de la carrera se encargan los vecinos amantes de asaltar los montes que viven en la localidad que se celebra. Su filosofía, en este caso, es más cercana a las tradicionales carreras de barrio que montan la propia comunidad como un acto festivo (y en Barcelona aún quedan unas cuantas que resisten) que a la de los grandes eventos que tiran del marketing para conquistar fieles y liarla a lo grande como si fuera la fiesta mayor de la ciudad. Que quede claro: cada una tiene sus pro y contras, sus fans y detractores, y que salga mejor o peor sólo es una cuestión de dedicación, esfuerzo y voluntad. No vienen a sustituir a las carreras más comerciales, más bien a complementarlas.

4. Cada día son más los que se alistan al movimiento Punk Trail

Con Sallent, Fonollosa, Calaf, Salelles, Pont de Vilomara, Manresa o Sant Joan a la cabeza y unas cuantas poblaciones que están comenzando a planteárselo como Artés o Navarcles.

5. Las plazas están limitadas…

Limitadas a la capacidad que tienen los organizadores para manejarse con comodidad. Más o menos entre las 200 y 300.

6. … Y vuelan

Por eso hay que correr también para llegar a tiempo a las inscripciones. Se han hecho tan populares que en pocos días se agotan las plazas.

7. Cada carrera tiene un diseño propio de logo

Y hasta de mascota que les da un toque personal y único. Los carteles (de estética, claro, punk) tienen un curro detrás que es difícil ver en otras cursas.

8. Son pruebas no competitivas

Y con eso me refiero a que no hay vencedores ni, mucho menos, vencidos. No hay dorsal, no hay chip. Por lo tanto, no hay control de tiempo ni  de posición.

9. Son exigentes

Y aunque te he dicho que no son competitivas… tampoco son un paseo. Aquí cada uno pone su ritmo de crucero, eso sí, sin la agonía de cumplir con el martirio del crono.

10. Es posible recortar… por las zarzas.

Si antes creías que esa modalidad valía para algo (rapiñar unos segundos en favor de una marca sustentada en la mentira) de lo único que te va a servir ahora es para que te quedes sin disfrutar de muchos de los km que te brinda la carrera.

11. Los recorridos, una pasada

Por que si en algo destacan las Punk Trail es que los circuitos mezclan el espectáculo, la belleza y… la dureza. Como te he comentado la organiza gente que se conoce su terreno al dedillo, así que optan por vestir su carrera con las mejores galas. El Bages es mucho más que el aburrimiento que se divisa desde la ventanilla del coche mientras se circula camino a los Pirineos.

12. No son recomendables para novatos y/o debutantes.

Son pruebas duras y exigentes. Esto no es un cross donde prime la pista forestal y los porcentajes asumibles sin tener que bajar el ritmo.  Se precisa tener una buena técnica tanto para las subidas como para los descensos.

13. Toca regular el esfuerzo 

Y aunque seas un hacha de los trail habrá zonas en las que te pasarás más rato andando que corriendo. Y eso no es para nada indicativo de un mal estado de forma, a veces caminar es una forma de economizar energías que luego son fundamentales a final de carrera.

14. Los descensos son técnicos y requieren mucha pericia 

Por supuesto, también hay que tener mucho cuidado con los descensos: son ultra técnicos. Habrá momentos en los que te convendrá asirte a una rama o arbusto, te obligará a dar saltos (calcula bien la distancia y, sobre todo, el suelo donde piensas al aterrizar) y casi estarás más frenando que acelerando (y aún así tendrás la sensación de ir montado en un Land Rover desbocado ladera abajo). Al día siguiente ya verás como florecen agujetas en zonas que jamás te hubieras imaginado.

15. Tienen cuidado del entorno

Una de las garantías de que se busca el menor impacto medioambiental es que quienes se encargan de montarlas son los mismos que al día siguiente se pone a recorrer sus senderos. Y damos por hecho que les gustaría encontrárselos inmaculados, por lo que velan para que la carrera mantenga un equilibrio con la naturaleza y que la basura que se genere sea mínima y se recoja al instante. Por eso se pide que tú también aportes tu grano de arena. Ahora que tenemos unos recorridos maravillosos mantengámolos así de decentes para dejar como herencia a las futuras generaciones (porque poco más positivo a día de hoy podemos ofrecerles…).

16. Siempre tendrás la oportunidad de elegir distancia

Suelen tener la opción de elegir entre dos tipos de recorrido: una prueba corta, la Mini Punk Trail, con una distancia que va de los 12 a los 14 km, y su hermana mayor, la Punk Trail, que suele moverse entre los 22 y los 25 km. Ya te avanzo que más corta no significa más fácil, vas a sufrir de lo lindo en ambas.

17. Matinales, seminocturnas y nocturnas

La gran mayoría de las pruebas que agrupan la filosofía Punk Trail son matinales pero ya hay alguna que se pierde en la noche. Por ahora sólo la que se celebrará en Salelles el próximo julio pero no se descarta que en el futuro le sigan otras. No hace falta que te diga que si ya son trails que requieren de cierta pericia para abordarlas ahora encima te vas a encontrar el handicap de la poca visibilidad. Ojo (x4).

18. El recorrido siempre guarda alguna sorpresa

El circuito y perfil de las pruebas colgados en la web suelen ser oficiales aunque a veces  hay modificaciones de última hora. así que te aconsejo que  te guardes algunas fuerzas, no vaya a ser que a última hora les de por alargar el circuito un par de km y al final vayas con un ritmo más acorde para un seguicio funerario que para una carrera.

19. La fiesta está en los avituallamientos

Hay que dedicarle todo el tiempo del mundo a los avituallamientos. Suelen estar repletos de bebida (hasta si se lo curran puede que en alguno aparezca una rica y fría cerveza) y alimentos, y estar amenizados con música o xerinola de lo más freak que te puedes encontrar. Vitales, ya no sólo para satisfacer el altísimo consumo de energías que se produce en el momento que te lías la toalla en la cabeza con el primer repecho, también para cambiar impresiones con otros corredores y pedir consejo sobre lo que todavía está por llegar. Perder el tiempo aquí tiene recompensa siempre: llegar más o menos entero a meta.

20. No son un paseo, tienen su peligro y te puedes lastimar

Si te haces daño es bajo tu responsabilidad. Hay que tenerlo muy presente, así que antes de hacer piruetas escabrosas piénsatelo dos veces. Se procura tener los seguros al día,  lo cual dice bastante de la voluntad de ofrecer un carrera segura y seria en el plano organizativo; aun así, no está de más recordar que hay que poner cabeza, son terrenos peligrosos si se va a lo loco, salimos a correr para divertirnos, no para acabar lamentándolo en el futuro.

21. Es necesario equiparse para hacer un trail 

Es esencial ir  equipado correctamente. No hace falta que vengas con la muda para conquistar el Anapurna, pero no se te ocurra aterrizar con bambas de asfalto porque son poco apropiadas (riesgo de resbalones) y después de la paliza su lugar de acogida será el cubo de la basura… True story. La mochila es una opción muy personal pero creo que no te hará falta (avituallamientos cada 5-7 km), menos aún si no estás acostumbrado a ella.

22. Cada corredor elige como correr una Punk Trail

Si se te hace muy dura piensa siempre que unas horas antes ya hay un grupo de corredores que suelen hacer una vuelta al recorrido como previa… Nada, como si fueran a estirar… Vale, quizá lo que te acabo de contar te hunde un poco más en la miseria si te lo tomas a la tremenda, pero ¿a qué ahora los metros que te quedan por completar parecen muy poca cosa?

23. Seguro que te sacan en alguna instantánea

A lo largo del recorrido se irán situando varias personas para tirar fotos. con un poco de suerte podrás ser cazado en alguna con una actitud que tire de épica. Aunque, para que vamos a engañarnos, lo más normal es que se nos retrate con cara de pedir clemencia.

24. Como recompensa tienes un festín gastronómico en la meta

Al cruzar la meta suele esperarte un bocadillo de butifarra, una cerveza y buen ambiente. Y ya te digo que entra de lujo tras la epopeya de la que hemos sido partícipes un rato antes. Totalmente necesario contar la aventura echarse una risas, disfrutar de la música antes de volver con una sonrisa profunda a casa..

25. Tú puedes hacer que además de festivas sean solidarias

25– Tú puedes hacer que además de festivas sean solidarias. Ellos, los organizadores, ponen los medios y se encargan de contactar con las asociaciones locales que ofrecen ayuda a la gente que vive en precario. El Banc dels Aliments local hace acto de presencia en el punto de salida. Así que,  ya que te sale más o menos gratis, traer algo de comida (pasta, leche, legumbres, conservas, café, galletas, cacao instantáneo…) es una forma de colaborar y agradecer el esfuerzo por montar la carrera y además echar una mano a aquellos que lo necesitan. Sólo un dato: con lo recogido el año pasado en la Punk Trail Fonollosa se pudieron abastecer diferentes familias durante cuatro meses. Vale la pena ¿no?

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